El Parlamento alem¨¢n aprueba la reforma constitucional que legaliza las escuchas
El proyecto de ley para "mejorar la lucha contra la delincuencia organizada" que ayer aprob¨® por la m¨ªnima el pleno de la C¨¢mara baja (Bundestag) del Parlamento alem¨¢n y que conlleva una reforma de la Constituci¨®n, ha movilizado en contra a amplios sectores de la opini¨®n p¨²blica, especialmente a profesionales que, como los periodistas, gozan del derecho a negarse a prestar testimonio y ahora podr¨¢n ser espiados legalmente por la polic¨ªa con micr¨®fonos instalados en sus redacciones, sus despachos, sus dormitorios y sus cuartos de ba?o.
La ley, que despierta los fantasmas de las tradiciones policiales alemanas en muchos, responde te¨®ricamente a la necesidad de reforzar las medidas contra el lavado de dinero negro y evitar que los grupos delictivos crucen las fronteras con maletas llenas de billetes. El documento discrimina a favor de unos portadores de secretos profesionales como sacerdotes, abogados defensores y diputados en detrimento de otros, como periodistas, m¨¦dicos o asesores fiscales. En el ejercicio de sus funciones, la primera categor¨ªa no se ver¨¢ afectada por el espionaje legal; la segunda puede estarlo, y la Asociaci¨®n Alemana de Periodistas ya ha expresado su preocupaci¨®n por las consecuencias que esto pueda tener sobre el periodismo de investigaci¨®n, que en Alemania es un importante elemento de cr¨ªtica y control del estamento pol¨ªtico. Las fuentes de la prensa pueden ahora sentirse desprotegidas, ya que nadie les asegura que sus contactos con los medios de comunicaci¨®n sean respetados por micr¨®fonos escondidos.Como paladines de la defensa de los derechos fundamentales garantizados por la Constituci¨®n se han plantado con vehemencia los Verdes. A la oposici¨®n se ha sumado el partido de los socialistas de la extinta Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, que dirige Gregor Gysi. Los Verdes, que acaban de celebrar con una gran fiesta su mayor¨ªa de edad (sus 18 a?os de existencia), han sido especialmente activos en su lucha contra el proyecto de ley. Manfred Such, uno de los diputados que ha elaborado la posici¨®n verde, defini¨® el d¨ªa de ayer como un "viernes negro" para la Constituci¨®n y se?alaba a este peri¨®dico que la pol¨¦mica ley "merma en tal medida el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio que no deja nada de la Ley Fundamental". "Los ciudadanos no podr¨¢n estar seguros de si son vigilados o escu-chados", se?ala Such, para quien una ley aparentemente pensada para escuchar a los delincuentes se ha convertido en un peligro para todos los ciudadanos.
El alcance de la ley obliga a modificar el art¨ªculo 13 de la Ley Fundamental de Alemania para justificar las escuchas electr¨®nicas, que ya eran legales con fines preventivos, tambi¨¦n con fines penales, en el caso de que existan serias sospechas de delito y contando con la autorizaci¨®n judicial. Dadas las modificaciones constitucionales que la ley conlleva, se necesitaban los dos tercios de la c¨¢mara para la aprobaci¨®n del documento, que no permite la vigilancia mediante v¨ªdeo con fines penales. La ley super¨® esa barrera de los dos tercios por s¨®lo cuatro votos: 452 s¨ªes frente a 184 noes. Ahora deber¨¢ ser ratificada por la C¨¢mara alta (Bundesrat).
Seg¨²n Such, los jueces alemanes no suelen cuestionar las solicitudes de escucha que les presenta la polic¨ªa en sus investigaciones. Adem¨¢s, la nueva ley dar¨¢ a la polic¨ªa posibilidad de adquirir conocimientos que pueda utilizar en el futuro.
En la argumentaci¨®n a favor de los cambios constitucionales, los abogados de la nueva ley han aducido que las escuchas telef¨®nicas son insuficientes en la lucha contra el crimen organizado y que la "pr¨¢ctica fiscal y policial" muestra que las escuchas domiciliarias son necesarias para "una efectiva persecuci¨®n". El ministro del Interior, Manfred Kanther, insisti¨® en el Parlamento en que "esto no es un asunto clave para un Estado constitucional. Es una medida que s¨®lo raramente ser¨¢ usada en la lucha contra la delincuencia".
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