Un clon precisa 60 mujeres como cobayas
Cient¨ªficos y expertos en bio¨¦tica, exponen en Madrid las dificultades y peligros de la r¨¦plica de seres hunanos
La clonaci¨®n humana est¨¢ a¨²n frenada por imperfecciones t¨¦cnicas y bloqueada pol¨ªticamente por sus implicaciones ¨¦ticas y sociales. Lograr un solo clon humano por el m¨¦todo con que se cre¨® la oveja Dolly exigir¨ªa utilizar al menos a 60 mujeres como cobayas. Expertos y legisladores ven inaceptable investigar por ahora en esa l¨ªnea, pero se?alan que algunas aplicaciones podr¨ªan llegar a ser socialmente aceptadas, seg¨²n lo expuesto ayer en una uni¨®n convocada por la Fundaci¨®n de Ciencias de la Salud con la participaci¨®n de personalidades como Harry Griffin, del Instituto Roslin, que clon¨® a la oveja Dolly; Harold T. Shapiro, presidente del comit¨¦ asesor de bio¨¦tica de EE UU, y No?lle Lenoir, presidenta del comit¨¦ de bio¨¦tica de la Unesco.
Lo m¨¢s pr¨®ximo a la clonaci¨®n humana, cient¨ªficamente hablando, ha sido la clonaci¨®n de Dolly, y los expertos son conscientes de que ese ¨¦xito no ha sido incruento y de que, al trasponerse al hombre, implicar¨ªa experimentar con decenas de mujeres para lograr un solo clon, y a¨²n no puede ponerse la mano en el fuego sobre el resultado. En lo legislativo, el presidente Clinton urge al Congreso a prohibir la clonaci¨®n humana y ha establecido una moratoria de cinco a?os sobre esa investigaci¨®n. El pasado lunes, 17 pa¨ªses del Consejo de Europa firmaron un protocolo que proh¨ªbe absolutamente clonar personas, incluso fallecidas."La idea de la clonaci¨®n no es nueva, puesto que ya en 1952 se clonaron ranas en Estados Unidos", dice la francesa No?lle Lenoir. "Lo que pasa es que la creaci¨®n de Dolly se ha convertido, por la mundializaci¨®n de las informaciones, en un asunto medi¨¢tico. La t¨¦cnica en s¨ª no es una cuesti¨®n ¨¦tica, pero su uso s¨ª lo es y nos afecta a todos".
"Un solo clon exitoso equivale a usar como cobayas al menos a 60 mujeres para cada clonaci¨®n", dice el espa?ol Octavi Quintana, consejero de bio¨¦tica para la presidencia de la UE. Quintana alerta contra la idea de relacionar clonaci¨®n y curaci¨®n de la esterilidad: "Nada tienen que ver. La clonaci¨®n resuelve problemas de vanidad, no de esterilidad".
T¨¦rminos
Hubo t¨¦rminos utilizados ayer sin aspaviento alguno por los especialistas que por s¨ª solos causaban cierto sobresalto: piezas de repuesto, restituci¨®n de hijos fallecidos, perpetuaci¨®n de linajes, fabricaci¨®n de embriones, animales no humanos; todo ello como parte del panorama que presenta la posibilidad de clonar seres humanos. Pero tambi¨¦n muchos recordaron que estas t¨¦cnicas no son tan distintas de las r¨¢pidamente aceptadas en la reproducci¨®n asistida, por las que un ni?o puede, por ejemplo, tener dos padres y tres madres.
La jornada quiso deslindar, operativamente, la ciencia y la ¨¦tica de la clonaci¨®n. En los aspectos cient¨ªficos, que coordin¨® la investigadora espa?ola F¨¢tima Bosch, pocos dudan de que vaya a ser posible t¨¦cnicamente pronto clonar seres humanos por la t¨¦cnica de transferencia nuclear utilizada en el Instituto Roslin. El problema del n¨²mero de ¨®vulos y de hembras receptoras necesario para dar lugar a un solo clon viable fue el principal expuesto por los dos especialistas brit¨¢nicos, Robert Moor y Harry Griffin, para considerar poco pr¨¢ctica la idea de clonar seres humanos, adem¨¢s de que no se conocen los riesgos en los que se incurrir¨ªa. "No va a ser f¨¢cil transferir la clonaci¨®n a humanos", se?alaron.
Griffin record¨® que el esfuerzo para conseguir a Dolly implic¨® tener 40 ovejas que produjeron los 400 ¨®vulos necesarios, de los cuales s¨®lo 277 fueron reconstruidos (se les transfiri¨® el material gen¨¦tico de una c¨¦lula de oveja adulta). Se obtuvieron s¨®lo 29 blast¨®meros (embriones en las primeras fases de evoluci¨®n) de los que 13 fueron implantados en madres portadoras. Varios fetos no llegaron a t¨¦rmino y otros murieron despu¨¦s de nacer. Solo Dolly sobrevivi¨®.
Pero hay otras formas de clonar. Paul R. Gindoff, de Estados Unidos, fue protagonista de las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos en 1993 al conseguir dividir embriones humanos no viables en los primeros d¨ªas de su existencia para dar lugar a embriones id¨¦nticos. El experimento no fue m¨¢s all¨¢ por decisi¨®n de los investigadores y Gindoff se?ala ahora que el m¨¦todo es tan laborioso, incluso en animales, donde s¨ª se utiliza, que no tiene futuro como t¨¦cnica de clonaci¨®n en humanos. "No sabemos nada de c¨®mo funcionar¨ªa en humanos", se?ala, lo cual deriva en parte de la discutida prohibici¨®n de dedicar fondos p¨²blicos a experimentar con embriones humanos que hay en Estados Unidos.
Cl¨ªnicas de fertilizaci¨®n
Gindoff, que trabaja en reproducci¨®n asistida, piensa que podr¨ªa servir sobre todo para aumentar el n¨²mero de embriones implantados en mujeres de m¨¢s de 40 a?os, en las que no existe apenas riesgo de embarazo m¨²ltiple. "Trescientas cl¨ªnicas de fertilizaci¨®n in vitro compiten en EE UU", record¨®. Son estas cl¨ªnicas precisamente las que impulsar¨¢n la clonaci¨®n humana si no se prohibe, piensan la mayor¨ªa de los especialistas.
Pero prohibir no parece la soluci¨®n. Los expertos propugnaron ayer hacer reflexionar a la sociedad para que llegue a establecer normas ¨¦ticas en torno a los avances biol¨®gicos. La lista de temas relacionados con la clonaci¨®n que plantean problemas ¨¦ticos propuesta por Gindorff es larga: la selecci¨®n gen¨¦tica, la investigaci¨®n sobre embriones normales, la manipulaci¨®n de embriones, su eventual destrucci¨®n, la construcci¨®n de gemelos a voluntad., los gemelos que pueden nacer con a?os de diferencia, la clonaci¨®n como fuente de repuestos.
Se trata, en opini¨®n de los moralistas, de una esperanza contra las enfermedades gen¨¦ticas, y resulta encomiable la producci¨®n de f¨¢rmacos a trav¨¦s de animales modificados gen¨¦ticamente. Pero resulta inaceptable la utilizaci¨®n de la clonaci¨®n en ingenier¨ªa gen¨¦tica dirigida a supuestas mejoras indiscriminadas de la naturaleza humana, es decir, a la eugenesia.
Los ponentes emplazaron a la sociedad y a los individuos a elaborar una visi¨®n m¨¢s responsable de los retos cient¨ªficos y a rechazar las manipulaciones de unas t¨¦cnicas que, en s¨ª, no son complejas y pueden caer en manos de grupos dif¨ªcilmente controlables por los Gobiernos.
Dos personalidades de la bio¨¦tica en Estados Unidos, Albert R. Jonsen y Shapiro, coincidieron en recomendar la precauci¨®n "porque hay tiempo de sobra para pensar y comprobar que no existen riesgos fisicos", como dijo Jonsen, quien opin¨® tambi¨¦n que la clonaci¨®n no es intr¨ªnsecamente no ¨¦tica. Shapiro, que es un clon natural (gemelo id¨¦ntico), asegur¨® que siempre se ha sentido diferente a su hermano y, para ilustrar las dificultades ¨¦ticas que plantea la clonaci¨®n, record¨® una frase de Shakespeare: "Bastante dif¨ªcil es decidir qui¨¦nes somos como para decidir en lo que nos convertiremos". La comisi¨®n que preside recomend¨® esperar y mantener la moratoria impuesta por Clinton por considerar la clonaci¨®n "cient¨ªfica y clin¨ªcamente prematura" y que las cuestiones ¨¦ticas relacionadas deben ser discutidas en mayor profundidad.
Comit¨¦ en Espa?a
"En Espa?a urge un debate social", dice Diego Gracia, director del Instituto de Bio¨¦tica de la Fundaci¨®n de Ciencias de la Salud. "De ah¨ª que nosotros, una entidad privada, hayamos decidido ponerlo en marcha. De esta jornada sale un Comit¨¦ de Expertos sobre Bio¨¦tica y Clonaci¨®n, formado por 13 miembros, que a lo largo de varios meses estudiar¨¢ bibliograf¨ªa, realizar¨¢ una encuesta de opini¨®n, elaborar¨¢ s¨ªntesis, celebrar¨¢ audiencias p¨²blicas y, tras otra jornada, publicar¨¢ las conclusiones. Queremos que represente la conciencia espa?ola sobre la cuesti¨®n".
En el comit¨¦ figurar¨¢n cuatro miembros de la fundaci¨®n -Diego Gracia, Gonzalo Par¨ªs, Jos¨¦ M. Mato y Francisco Javier J¨²dez-, tres investigadores universitarios -Carlos Alonso, Juan Ram¨®n Lacadena y Eduardo Rold¨¢n-, dos juristas -H¨¦ctor Gros y Carlos Mar¨ªa Romeo- un te¨®logo -Javier Gafo- y un soci¨®logo -Rafael Pardo-, as¨ª como dos representantes de las asociaciones nacionales de bio¨¦tica de profesionales sanitarios -Azucena Couceiro y Manuel de Santyiago-.
"Si no ofreciese problemas t¨¦cnicos, ya se estar¨ªan clonando personas por ah¨ª", dice Manuel D¨ªaz-Rubio, presidente del Comit¨¦ Cient¨ªfico de la fundaci¨®n. "El gran debate es qu¨¦ se va a hacer cuando la ciencia resuelva los problemas t¨¦cnicos. Es imprescindible que ciencia y ¨¦tica no se separen, porque en el futuro inmediato nos vamos a topar con retos incre¨ªbles que la ciencia va a plantear. Los pol¨ªticos van a tener que ser muy r¨¢pidos, aunque la pol¨ªtica sea una actividad que juegue con un tiempo m¨¢s lento que el social y no digamos que el cient¨ªfico".
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