La l¨ªder de la secta de Tenerife recaud¨® 300 millones entre sus fieles
Fittkau-Garthe tiene un gran patrimonio
"El eje de la tierra estallar¨¢ y no quedar¨¢ ni Europa ni Munich ni Mongolia. Ser¨¢ el 8 de enero en Tenerife, a las ocho p.m. Tenemos que planear juntos los d¨ªas finales". Heide Fittkau-Garthe, la psic¨®loga alemana acusada de preparar un suicidio colectivo, no s¨®lo ten¨ªa el mundo puesto a plazo fijo. La polic¨ªa espa?ola, despu¨¦s de evitar la inmolaci¨®n, ha descubierto que la l¨ªder de la secta consigui¨® recaudar entre sus fieles m¨¢s de 300 millones de pesetas. Casas, coches, cuentas corrientes y dep¨®sitos bancarios a plazo fijo. Por si las moscas y el apocalipsis fallase.
Ni la polic¨ªa espa?ola ni la alemana dudan de que Fittkau Garthe y sus 32 fieles -entre ellos cinco ni?os- ten¨ªan previsto subir al Teide y suicidarse durante la tarde del 8 de enero, coincidiendo, claro est¨¢, con el fin del mundo. S¨®lo la acci¨®n policial, en. prevenci¨®n de males mayores, evit¨® un sacrificio parecido al del 4 de octubre de 1994 en Cheiry y Salvan, dos aldeas de Suiza. En aquella ocasi¨®n, la primera de una serie de suicidios colectivos, 48 adeptos a la Orden Soberana del Templo Solar se quitaron la vida para adelantarse al cataclismo final. La polic¨ªa -conocedora de los escarceos de la doctora con sectas destructivas- decidi¨® cortar por lo sano. La madrugada del jueves 8, agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa irrumpieron en una casa del barrio de La Salud de Santa Cruz de Tenerife y sorprendieron a los sectarios celebrando su cena de despedida.Fittkau-Garthe -ahora en prisi¨®n- era adorada por sus fieles como la Madre Aida y llevaba muchos meses preparando aquella fiesta: "Nuestra ¨²ltima cena en el planeta Tierra ser¨¢ en Tenerife". Uno de los polic¨ªas que intervino en la operaci¨®n lleg¨® a contar: "No hab¨ªan dejado nada a la improvisaci¨®n. Todos vest¨ªan t¨²nicas amplias, iban descalzos y escuchaban una m¨²sica muy suave, como de meditaci¨®n. Ten¨ªan unas cacerolas enormes llenas de comida vegetariana". En la puerta, adem¨¢s de los cuatro coches propiedad de la psic¨®loga, hab¨ªa otros veh¨ªculos alquilados para desplazarse al Teide. All¨ª, una nave espacial deb¨ªa recoger sus esp¨ªritus -sus cuerpos ya estar¨ªan r¨ªgidos para entonces- y trasladarlos hasta el planeta Cielo.
Sectarios de clase media
-Yo subir¨¦ al planeta Cielo vestida de luz.Heide Fittkau-Garthe, de 56 a?os de edad y nacionalidad alemana, doctora en psicolog¨ªa y residente en Canarias desde hace m¨¢s de 10 a?os, tiene -seg¨²n los polic¨ªas que la han interrogado- un "elevado poder de persuasi¨®n, mucha psicolog¨ªa; mucho arte para engatusar". De hecho, sus adeptos no eran, al menos sobre el papel, unos pobres diablos. Se trata en su inmensa mayor¨ªa de alemanes de clase media -s¨®lo hab¨ªa una espa?ola en el grupo-, profesiones liberales, entre los 35 y los 55 a?os, con tiempo libre y desahogada posici¨®n econ¨®mica. Esto ¨²ltimo, seg¨²n acaba de descubrir la polic¨ªa espa?ola, no es un detalle que Heide Fittkau-Garthe -Aida en lo sobrenatural- pasara por alto.
Su influjo, no obstante, se desvanece en la distancia. Ninguno de los adeptos sorprendidos durante la "¨²ltima cena" de Tenerife quiso acusar a la doctora ante la polic¨ªa espa?ola. Sin embargo, uno de ellos, ya de vuelta a su pa¨ªs, ha reconocido ante los agentes alemanes que casi todas sus propiedades figuran ya a nombre de la psic¨®loga. La colaboraci¨®n entre las polic¨ªas de Espa?a y Alemania -coordinadas por Interpol- ha resultado impecable, "providencial", seg¨²n un alto cargo de Interior. La intervenci¨®n del pasado d¨ªa 8 se produjo tras meses de trabajo.
El soplo vino de la hija de una de las v¨ªctimas, Claudia Reminger, que puso a Interpol al corriente de las intenciones de su madre y de sus otros compa?eros de secta. Las polic¨ªas espa?ola y alemana fueron alertadas de inmediato. La Comisar¨ªa General de Informaci¨®n traslad¨® a Tenerife la voz de alarma: hab¨ªa que someter a estrecho marcaje a la doctora: Fittkau-Garthe. Los polic¨ªas canarios -acostumbrados a bregar con las 27 sectas instaladas en las islas- establecieron un control discreto sobre las propiedades de la l¨ªder de la secta. Las sospechas se fueron cumpliendo una a una conforme se acercaba el fat¨ªdico d¨ªa 8. Todos los movimientos de la Madre Aida -el alquiler de los coches, las visitas cada vez m¨¢s frecuentes de ciudadanos alemanes- hac¨ªan presagiar lo peor. La polic¨ªa alemana tambi¨¦n se mov¨ªa. Visitaron al ex marido de la mujer para preguntarle qu¨¦ sab¨ªa de sus planes. No solt¨® prenda, pero llam¨® a Espa?a para alertar a su ex-mujer. Heide Fittkau-Garthe no tuvo tiempo de reaccionar a la llamada.
La polic¨ªa irrumpi¨® en el piso con una orden judicial y dej¨® la ¨²ltima cena sin su postre previsto de muerte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.