El Madrid sigue tieso
El equipo de Heynckes convirti¨® su ¨²nica ocasi¨®n frente a un meritorio Salamanca
Hierro y Sanchis sostuvieron el tenderete del Madrid, que sigue tieso, reducido en todos los aspectos. Frente al Salamanca ni tan siquiera se benefici¨® de las incorporaciones de Savio y Karembeu, aire fresco para un equipo que se ha viciado en las ¨²ltimas jornadas. Sin imaginaci¨®n, con un juego absolutamente gripado, el Madrid gan¨® por casualidad. Ocasiones no tuvo, y tampoco se puede considerar el gol como una acci¨®n voluntaria. Ocurri¨® porque el azar le result¨® favorable: Roberto Carlos enganch¨® mal una volea, la pelota se dirigi¨® hacia ninguna parte, Hierro la pein¨® con la coronilla entre un racimo de defensores y de repente Panucci estaba solo, dispuesto para el remate. As¨ª fue el gol. Luego no hubo nada. Antes, tampoco.Hay una desproporci¨®n inexplicable entre el n¨²mero de excelentes jugadores que tiene el Madrid y el producto de su juego. En los dos ¨²ltimos meses el equipo ha entrado en una fase de esterilidad que no pasa inadvertida al personal. La hinchada volvi¨® a enfadarse, sin llegar a la irritaci¨®n porque el Madrid ganaba y no era cosa de complicar m¨¢s el partido, que ten¨ªa mucho que discutir. En un encuentro muy avaro de oportunidades, el Salamanca actu¨® con m¨¢s propiedad que el Madrid. La distancia que les separa en la clasificaci¨®n no existi¨® en el campo, algo que suena a meritorio en el Salamanca y a decepcionante en el Madrid. Su espectacular reparto de internacionales -espa?oles, italianos, brasile?os, franceses, holandeses, croatas- tiene el aspecto de una gran selecci¨®n mundial para la gente, para la prensa, para los profesionales del asunto y para la FIFA, que acaba de incluir a cuatro madridistas entre los veinte mejores jugadores del mundo. Sin embargo, la categor¨ªa del equipo no se acaba de ver por ning¨²n lado en los ¨²ltimos tiempos. El Salamanca, con un cartel bastante m¨¢s limitado, funcion¨® con tanta normalidad en Chamart¨ªn que pareci¨® un partido inter pares.
Lo ¨²nico apreciable en el Madrid fue el inter¨¦s por apretar las l¨ªneas y desactivar el juego del rival. Con respecto al equipo largo y descosido de las ¨²ltimas semanas, se vio un dibujo m¨¢s compacto. El asunto estuvo m¨¢s relacionado con el adelantamiento de la l¨ªnea defensiva que con la ubicaci¨®n de Jaime y Seedorf como volantes centrales. Por primera vez en mucho tiempo, la defensa del Madrid jug¨® fuera de su ¨¢rea, bastante cerca del medio campo, soluci¨®n que ayuda a juntar todas las l¨ªneas y a limitar el, espacio a los adversarios. Por lo visto Heynckes ha hablado con los centrales, especialmente con Hierro, que cada vez reculaba m¨¢s. Hierro se f¨ªa m¨¢s de su intuici¨®n para adivinar que de su velocidad. No se siente c¨®modo con terreno a su espalda y tampoco le gusta encimar a los delanteros que juegan en zonas blandas.
Esta vez Hierro y Sanchis, dos defensores de una calidad excepcional, realizaron el trabajo que deb¨ªan. Adelantaron la l¨ªnea, cerraron el grifo a los mediapuntistas, persiguieron con contundencia a Pauleta y estuvieron muchos cuerpos por encima del resto del equipo. Si lo que define a los jugadores del Madrid es su calidad con la pelota, ahora mismo tienen un grave problema. En su mejor versi¨®n, el f¨²tbol madridista es una rumia. Pero ante el Salamanca estuvieron en la peor. M¨¢s estragante que la rumia: la nada.
El Salamanca se dej¨® ver por tres o cuatro cosas: Lombardi tuvo ¨®rdenes de anticiparse a Savio y lo hizo siempre, Giovanella dirigi¨® con bastante criterio el medio campo, el juego tuvo cierta cadencia y el equipo alcanz¨® m¨¢s protagonismo que el Madrid. El poco f¨²tbol que se vio fue interpretado por el Salamanca, que padeci¨® un defecto capital: el ¨¢rea del Madrid produjo v¨¦rtigo a sus jugadores. Hasta los tres cuartos funcionaron bien, pero luego se produc¨ªa un apag¨®n general. Claro que el apag¨®n del Madrid se generaba bastante antes. Marc¨® el gol en una rifa y no a?adi¨® ninguna oportunidad m¨¢s. A Stelea por poco le da un pasmo de fr¨ªo.
Ca?izares casi se resfr¨ªa tambi¨¦n, pero tuvo su momento en el partido. Tras el saque de un c¨®rner, Pauleta cabece¨® en el segundo palo y la pelota qued¨® libre para el remate de Lombardi en el ¨¢rea peque?a. Gol o gol, Pues no. Ca?izares se revolvi¨® con agilidad y rechaz¨® el tiro.
El Madrid suspendi¨® casi todas las asignaturas. Fuera de la categ¨®rica aportaci¨®n de Hierro y Sanchis, y del revuelo que caus¨® Roberto Carlos dos o tres veces, el Madrid fue una calamidad. Savio perdi¨® todos los duelos con Lombardi, Karembeu est¨¢ lastrado por la inactividad, Seedorf continu¨® en su estado de confusi¨®n, Suker sigue en la ruina y Ra¨²l estuvo en pundonoroso, un adjetivo temible para un delantero de su categor¨ªa.
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