Alto al frente
Alcorc¨®n destina a 16 objetores a regular el tr¨¢fico a la entrada y salida de los colegios
Los padres de Alcorc¨®n (142.000 habitantes) podr¨¢n estar m¨¢s tranquilos. Desde la semana pasada, 16 objetores de conciencia se encargan de regular el tr¨¢fico a la entrada y salida de los colegios en las principales avenidas de la localidad. Entre entrada y salida de clase, los objetores destinan el tiempo a realizar un inventario de los edificios del municipio (apuntan sus caracter¨ªsticas, n¨²mero de locales y viviendas) que ser¨¢ utilizado en un futuro por los bomberos. Son seis horas de trabajo que deber¨¢n cumplir los pr¨®ximos 13 meses.Estos objetores realizan la prestaci¨®n social sustitutoria (PSS) en la localidad merced a un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Justicia que consiste en que el Consistorio ofrece 60 plazas (administrativos en las oficinas municipales o cuidadores en la perrera, entre otras) y los interesados deciden qu¨¦ puesto prefieren. As¨ª, su incorporaci¨®n es casi inmediata y se evitan el tener que esperar hasta dos a?os, tiempo medio que tardan los objetores en conseguir un destino.
Para evitar accidentes de tr¨¢fico, a los 16 objetores se les ha dado la misma indumentaria que a los voluntarios de Protecci¨®n Civil, cuerpo al que est¨¢n adscritos. Sus trajes de color naranja fosforescente con bandas grises reflectantes, las botas militares y una gorra azul les hacen inconfundibles. Realizan su labor en dos turnos: a las ocho de la ma?ana, cuando los peques entran al colegio, y a la una de la tarde, cuando regresan a sus casas.
Las zonas por las que han comenzado se encuentran en el sur del municipio: la avenida del Oeste, junto al colegio Carmen Conde, y en la confluencia de las calles de C¨¢ceres y de Cisneros.Los objetores, con edades que rondan la veintena de a?os, est¨¢n contentos. S¨®lo utilizan un silbato. "Los chavales son muy majos: siempre nos saludan. Alguno incluso nos pregunta si las botas que llevamos son de acero", explica Antonio Morales, un estudiante de Empresariales de 24 a?os. Los agentes de la polic¨ªa local que les acompa?an durante los primeros d¨ªas relatan que no han tenido ning¨²n problema en sus primeras jornadas. Son muy respetados, tanto por los ni?os como por los conductores; ambos les consideran casi agentes de la autoridad. "De momento est¨¢n un poco verdes, pero en cuesti¨®n de una semana podr¨¢n dirigir el tr¨¢fico sin que estemos nosotros", dicen los polic¨ªas. Su preparaci¨®n ha sido exhaustiva. El suboficial del cuerpo les ha adiestrado en varias clases sobre las normas de tr¨¢fico.
Una de las cosas que peor llevan estos j¨®venes es el traje. Les parece que van dando el cante durante las seis horas que prestan su servicio social. De hecho, no les faltan an¨¦cdotas. "El otro d¨ªa, mientras hac¨ªamos el censo de edificios, una se?ora nos dijo que si ¨ªbamos a limpiar la fachada, que ya era hora con lo sucia que estaba", comenta Juan Diego Jim¨¦nez, de 19 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.