Debate premonitorio
El PP hizo bandera del consentimiento expreso del ciudadano al discutirse la ley sobre informaci¨®n personal
El PP present¨® en el debate del proyecto de Ley Org¨¢nica de Regulaci¨®n del Tratamiento Automatizado de los Datos de Car¨¢cter Personal (LORTAD), en 1992, una enmienda para "reforzar la garant¨ªa de los datos sensibles", en la que ped¨ªa "el consentimiento por escrito" para la cesi¨®n de datos.
Visto desde hoy, y tras la intentona de Telef¨®nica de vender los datos de sus abonados, el debate supuso perder una oportunidad de regular eficazmente la cesi¨®n de datos personales por parte del sector privado: los diputados hablaban de proteger "datos sensibles" como "ideolog¨ªa, religi¨®n, creencia, raza, salud y vida sexual", y no se planteaban que otros datos personales, como el domicilio o el tel¨¦fono, el nivel de vida, incluso los datos acad¨¦micos, fuesen objeto de compraventa.
El PP, -entonces oposici¨®n- hizo bandera del "consentimiento del ciudadano", como requisito imprescindible para que sus datos fuesen recogidos, tratados o cedidos.
Los, parlamentarios hicieron infinitamente m¨¢s hincapi¨¦ en discutir el peligro del control pol¨ªtico o policial -y en la necesidad de que la Agencia de Protecci¨®n de Datos fuese independiente- que en el problema de la compraventa de datos. Y eso que el 28 de noviembre de 1991, en el dabate inicial en el. pleno del Congreso, el ministro que present¨® el proyecto, Tom¨¢s de la Quadra-Salcedo, advert¨ªa: "El uso m¨¢s frecuente de datos inform¨¢ticos amenaza con hacer que el perfil de dada cual pueda ser conocido, si no ponemos barreras, por cualquier persona, en cualquier sitio y en cualquier momento".
El PP, por boca de Loyola de Palacio, estuvo prof¨¦tico: "Con este proyecto de ley no se llega a entrar en esa conjunci¨®n que supone la utilizaci¨®n de la inform¨¢tica junto con la telecomunicaci¨®n". S¨®lo le falt¨® decir expresamente "Telef¨®nica".
De Palacio expres¨® perfectamente las preocupaciones del PP: "Hay que regular los registros privados, y en este proyecto est¨¢n regulados. Pero, no es ah¨ª donde est¨¢ nuestra objeci¨®n fundamental, el problema es que en este proyecto se habilita a la Administraci¨®n para quedar, en ¨²ltimo t¨¦rmino, fuera de todo control". El PP esgrim¨ªa el espantajo del control gubernamental: "El esp¨ªritu que subyace en este proyecto, y ¨¦se es el problema, es un esp¨ªritu controlador". El 21 de mayo de 1992, fecha de la aprobaci¨®n de la LORTAD, De Palacio insisti¨®: "?Somos conscientes, se?or¨ªas, de que don esta ley en la mano, una vez aprobada, cualquiera de nosotros, cualquier ciudadano espa?ol puede ser objeto de investigaci¨®n por un celoso funcionario de las Fuerzas de Seguridad del Estado hasta en los reductos m¨¢s ¨ªntimos?".
Contra este peligro, el PP bland¨ªa la vacuna del consentimiento previo del ciudadano. El PSOE defend¨ªa ciertas excepciones ligadas, a las investigaciones policiales o a las Administraciones p¨²blicas. Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya consideraba, seg¨²n su portavoz Jos¨¦ Luis N¨²?ez, que en el proyecto no era "suficientemente correcto el nivel de protecci¨®n", y ped¨ªa que los datos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no se informatizaran y que hubiese siempre control judicial.
En el debate de aprobaci¨®n, Carlos Navarrete, del PSOE, dijo: "IU y PP han llegado tarde a la democracia. y corren tanto que, como no se frenen a tiempo, se van a salir del mapa ( ... ) Ustedes no est¨¢n defendiendo una ley con un mayor contenido democr¨¢tico, porque siempre, ante una ley org¨¢nica, el PP e IU se ponen de acuerdo". Tiempos de acoso y derribo al Gobierno socialista.
Hab¨ªa, con todo, referencias a la "cesi¨®n" comercial de datos, pero eran pasajeras. Algunos diputados, c¨®mo Jos¨¦ Antonio Santos Mi?¨®n, del CDS, inclu¨ªa en una larga enumeraci¨®n de bancos de datos, lo mismo al ordenador policial Berta que a las compa?¨ªas de electricidad, gas y agua, a los grandes almacenes, a los colegios profesionales, a las empresas de marketing... y a Telef¨®nica. Y ped¨ªa, para la recogida de datos, "el consentimiento previo y expl¨ªcito del afectado".
Poco m¨¢s. Si acaso, en la exposici¨®n de motivos -es decir, en los p¨¢rrafos de m¨¢s generalidades- unas frases del ministro Quadra-Salcedo sobre la necesidad, en la "cesi¨®n" comercial de los datos, de "consentimiento expreso y libre revocabilidad de ese consentimiento". "Hay que poner un dique", se?alaba Quadra-Salcedo, "al tratamiento y, sobre todo, a la cesi¨®n de los datos, que es el aspecto m¨¢s delicado". Tan delicado que apenas asom¨® en el debate. Y ahora, nada delicadamente, est¨¢ sobre la mesa.
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