Un amplio estudio entre becarios revela endogamia y falta de salidas profesionales

Los j¨®venes que se benefician de una beca para hacer su tesis doctoral se consideran mayoritariamente "mano de obra barata", se quejan de la falta de salidas profesionales y no creen que el sistema de becas sea apropiado. Es uno de los resultados de un amplio estudio sociol¨®gico que eval¨²a el ¨¦xito del Plan de Formaci¨®n de investigadores en Espa?a.

En ¨¦l se revela tambi¨¦n el descontento de los investigadores espa?oles que estaban en el extranjero y que obtuvieron para volver una ayuda que consideran de escasa duraci¨®n. Pese a que m¨¢s del 70% de estos reincorporados pod¨ªa haber seguido investigando fuera, hoy el 19% de los que finalizaron su ayuda entre los a?os -94 y 96 est¨¢ en paro.

Otras conclusiones, seg¨²n los autores del estudio, ponen de relieve la endogamia en la universidad, la escasa comunicaci¨®n entre las empresas y los centros p¨²blicos de investigaci¨®n -incluyendo universidades- o la incapacidad del sector p¨²blico de dar trabajo a los investigadores en cuya formaci¨®n se ha invertido una apreciable cantidad de recursos.

Para llegar a ser investigador cient¨ªfico hoy en Espa?a -en un Centro P¨²blico de Investigaci¨®n (CPI) o en una universidad- lo habitual es conseguir una beca. El ministerio, a trav¨¦s del Plan Nacional de Investig¨¢ci¨®n y Desarrollo (I+D), lleva concedi¨¦ndolas desde 1986. Hay varias modalidades.

El estudio se basa en encuestas realizadas, por soci¨®logos del Instituto de. Estudios Avanzados de Andaluc¨ªa (IESA) -del CSIC- y de la Universidad de La Laguna a becarios e investigadores entre 1994 y 1996.

Las becas m¨¢s numerosas son las predoctorales, que duran cuatro a?os. El estudio recoge las opiniones de 2.260 de estos becarios, incluyendo algunos cuya beca ya hab¨ªa acabado (992).

La deficiencia que m¨¢s mencionan estos becarios (el 43%) es la falta de planificaci¨®n de salidas. profesionales. La baja remuneraci¨®n, la ausencia de medios materiales y la falta de derechos laborales -como la no cobertura de la Seguridad Social- siguen en importancia. El 82% de los becarios de ciencias en CPI -en general los m¨¢s cr¨ªticos-, est¨¢ "de acuerdo" o "muy de acuerdo" con la afirmaci¨®n de que las becas son "mano de obra barata". Seg¨²n los autores del estudio, el sueldo medio de un becario predoctoral en Espa?a hoy -que trabaja a tiempo completo- es de unas 112.000 pesetas.

Sin embargo, y a pesar de estas cr¨ªticas, un 61% de los becarios se considera "bastante satisfecho" y un 24%, "totalmente satisfecho".

El rumbo que toman los becarios al dejar de serlo es lo que induce a pensar en la endogamia universitaria. S¨®lo el 52% agota los cuatro a?os de beca. El resto abandona sobre todo por una plaza docente en la universidad. "Esto no puede considerarse un ¨¦xito del programa", dicen los soci¨®logos, que sugieren exigir un periodo m¨ªnimo de experiencia en investigaci¨®n antes de que se pueda ser contratado- como profesor. "Ser¨ªa una forma de garantizar unos m¨ªnimos de calidad en el reclutamiento [del profesorado]".

Pero, ?qui¨¦nes son -sobre todo- los que consiguen trabajo en la universidad despu¨¦s de la beca? Los que han realizado su beca en la universidad. De ¨¦stos, en m¨¢s de la mitad coincide el centro concreto de realizaci¨®n de la beca con el de trabajo actual. En cambio, quienes terminan su formaci¨®n en un CPI raramente acceden a una plaza de profesor: "Su continuidad en la investigaci¨®n est¨¢ limitada a la obtenci¨®n de otra beca".

Para evaluar el programa de becas/ contrato de reincoporacion: se encuest¨® a una muestraede investigadores que se beneficiaron de ¨¦l entre 1986 y 1996. Hoy, el 90% de los que han terminado la beca/ contrato est¨¢ trabajando, pero s¨®lo un 1,7% en empresas. Los que a¨²n disfrutan de la beca son pesimistas: las expectativas de trabajo en el centro donde est¨¢n ahora son "malas o regulares".

A estos becarios se les pidi¨® opini¨®n sobre el sistema espa?ol de ciencia y tecnolog¨ªa: m¨¢s del 90% asegura que los recursos p¨²blicos destinados a la investigaci¨®n son menores en Espa?a que en el extranjero.

Manuel Fern¨¢ndez Esquinas, del IESA de Andaluc¨ªa y uno de los autores del estudio, destaca tres problemas del programa de becas: "Hay poca planificaci¨®n respecto a la demanda de cient¨ªficos en ciertas ¨¢reas; falta un seguimiento de la realizaci¨®n de las becas por parte del Ministerio, porque entre becarios con la misma preparaci¨®n hay algunos que s¨®lo cogen el tel¨¦fono y otros que gestionan proyecto millonarios; y deben mejorarse las condiciones econ¨®micas y laborales".

En su opini¨®n, "hoy tenemos la generaci¨®n m¨¢s formada de j¨®venes cient¨ªficos y la estamos desaprovechando. Esto es en parte porque no hay dinero, pero tambi¨¦n sucede que la universidad no contrata a los mejores porque se rige por otros criterios".