El Papa se sirve del patriota y cura cubano F¨¦lix Varela para elogiar la "democracia" ante Castro

El presidente cubano, Fidel Castro, se present¨® ayer de forma inesperada en la Universidad de La Habana minutos antes de que llegara Juan Pablo II para celebrar un encuentro con el mundo de la cultura. De esa forma, el l¨ªder cubano tuvo la oportundad de escuchar en primera fila los elogios que el Papa prodig¨® al patriota y sacerdote cubano F¨¦lix Varela -en proceso de canonizaci¨®n en Roma- y su valoraci¨®n de la "democracia" que F¨¦lix Varela calificaba de "proyecto pol¨ªtico m¨¢s arm¨®nico a la naturaleza humana", resaltando tambi¨¦n las exigencias que de ella se derivan.

Personalidades de la historia cubana como el sacerdote Varela, cuya vida "estuvo inspirada en una profunda espiritualidad cristiana"; figuras como la de Jos¨¦ Agust¨ªn Caballero, llamado por el m¨¢ximo patriota cubano, Jos¨¦ Mart¨ª, "padre de los pobres y de nuestra filosof¨ªa", fueron citadas ayer por Juan Pablo II como ejemplos de la participaci¨®n decisiva de la Iglesia cat¨®lica en la construcci¨®n del pa¨ªs, en su discurso universitario.Mientras el r¨¦gimen castrista se afana en afirmar que el catolicismo es tan s¨®lo una religi¨®n m¨¢s en el marasmo de creencias de todo tipo que se han desarrollado en Cuba, el Papa insisti¨® por tres veces en que la verdadera tradici¨®n cubana est¨¢ en el cristianismo, del que extrajo ejemplos individuales ligados a la lucha por la independencia que no puede rechazar la Cuba revolucionaria. Varela, dijo, representa la mejor s¨ªntesis que podemos encontrar entre la fe cristiana y la cultura cubana". "Sacerdote habanero ejemplar, patriota indiscutible, fue un pensador insigne que renov¨® en la Cuba del siglo XIX los m¨¦todos pedag¨®gicos y los contenidos de la ense?anza filos¨®fica". Varela, luchador por la independencia cubana, nacido en 1788 y muerto en 1853, est¨¢ en v¨ªas de ser proclamado beato. La causa de la beatificaci¨®n se inici¨® en 1985. Sus restos mortales est¨¢n enterrados en la Universidad de La Habana y es una figura esencial en el ideario patri¨®tico-nacionalista cubano.

El Papa hab¨ªa dejado claro al inicio de su discurso que "la Iglesia cat¨®lica no se identifica con ninguna cultura particular, sino que se acerca a todas ellas con esp¨ªritu abierto". Una vez definida la cultura "como un esfuerzo de reflexi¨®n sobre el misterio del mundo y en particular del hombre" y, por tanto, como "un modo de expresar la dimensi¨®n trascendente de la vida humana", Karol Wojtyla record¨® que, por su historia y geograf¨ªa, la cultura cubana es fruto de diversas influencias: "la hisp¨¢nica, que trajo el catolicismo; la africana, cuya religiosidad fue permeada por el cristianismo; la de diferentes grupos de inmigrantes, y la propiamente americana".

De todas ellas, Juan Pablo II destac¨® la importancia capital del catolicismo en la formaci¨®n ¨²ltima de la naci¨®n. De ah¨ª que hiciera votos para que haya un encuentro entre "la Iglesia y las instituciones culturales de la naci¨®n".