El 'caso Torras',pendiente de las comisiones rogatorias

Las consecuencias de la investigaci¨®n judicial sobre la cat¨¢strofe financiera de Torras han desbordado ya el estrecho c¨ªrculo de los ex gestores del grupo, encabezados por Javier de la Rosa. El pasado d¨ªa 22, la juez encargada del caso en la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, atendiendo una petici¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, impuso al empresario Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal una fianza de responsabilidad civil de 2.000 milones de pesetas que debe ser depositada inmediatamente para evitar el embargo de bienes.La fianza fijada es igual a la cantidad de dinero que Prado recibi¨® en una cuenta suya en la banca suiza Sogenal, 20 millones de d¨®lares. Seg¨²n el auto, est¨¢ probado que ese dinero era propiedad de Torras y que fue enviado a la cuenta de Prado por orden de De la Rosa. Para la juez, la operaci¨®n que lisa y llanamente una "sustracci¨®n a trav¨¦s de una factura falsa emitida por la sociedad Wardbase".

La operaci¨®n se inici¨® el 26 de mayo de 1992, el mismo d¨ªa en que De la Rosa dimiti¨® como vicepresidente ejecutivo de Torras. A pesar de estar organizando su marcha, De la Rosa tuvo tiempo para ordenar a Torras un pago de 2.000 millones de pesetas, a trav¨¦s de Torras Hostench London, a la sociedad Wardbase registrada en Londres. El dinero pas¨® fugazmente a trav¨¦s de otra sociedad tapadera, Anslow, para finalmente, remansarse en una cuenta en la Societe Generale Alsacienne (Sogenal) de Ginebra controlada por Manuel Prado.

Para cobrar de Torras, Wardbase present¨® una factura amparada en un supuesto contrato de asesoramiento para la puesta en marcha de una f¨¢brica de papel en B¨¦lgica firmado en septiembre de 1989. Esa versi¨®n, sin embargo, no se la creyeron ni los propios responsables de la operaci¨®n. El primero de ellos De la Rosa, quien en su declaraci¨®n ante la Corte de Londres justific¨® ese pago y otro anterior de 80 millones de d¨®lares, tambi¨¦n a Prado, como pagos pol¨ªticos relacionados con la guerra de Kuwait. Fiel a sus inveterados h¨¢bitos, el financiero ha variado sus versiones sobre estos pagos en varias ocasiones, justific¨¢ndolos en ocasiones como pagos pol¨ªticos, en otras como simples compensaciones por servicios a Torras y KIO. En noviembre de 1995, Juan Jos¨¦ Folchi, abogado y asesor de Torras, tambi¨¦n inculpado en el caso, dio otras explicaciones al fiscal general de Kuwait: primero explic¨® que De la Rosa le hab¨ªa informado que el dinero ten¨ªa por objeto pagar a pol¨ªticos belgas; despu¨¦s, en un memor¨¢ndum confidencial, que los pol¨ªticos eran espa?oles.

Prado, por su parte, ha declarado en sus comparecencias judiciales y en diversos comunicados p¨²blicos que "dichos pagos fueron recibidos como reembolso a mis sociedades, por financiaciones internacionales por ellas facilitadas a De la Rosa". Es decir, seg¨²n Prado, el dinero cubr¨ªa deudas de De la Rosa con ¨¦l y no obedec¨ªan a ninguna relaci¨®n ni con Torras ni con KIO.

?Pagos pol¨ªticos? ?Servic¨ªos de Prado? ?Deudas de De la Rosa? En su ¨²ltimo auto, la juez parece reconocer la dificultad de saber cu¨¢l es la respuesta. Para la magistrada, sin embargo, esto no es lo importante, "toda vez que si consta en base a tales diligencias relacionadas que sali¨® de Grupo Torras dicha suma y su receptor fue dicho imputado [Prado], sin constar vinculaci¨®n alguna entre ¨¦ste y dicha entidad [Torras]". Palacios considera probado que el dinero se sustrajo "con la finalidad de hacer llegar fondos" a Prado y que ¨¦ste efectivamente recibi¨® el dinero sin haber "podido acreditar ninguna contraprestaci¨®n v¨¢lida".

La juez afirma que la argumentaci¨®n respecto al pago de los 20 millones de d¨®lares "no supone ning¨²n tipo de conclusi¨®n respecto a la otra cifra que Manuel Prado reconoce haber recibido en octubre de 1990 de Javier de la Rosa [80 millones de d¨®lares]". Pero no porque no existen grandes similitudes entre ambos casos, sino por mera prudencia procesal "dado que est¨¢n se?aladas. para los pr¨®ximos meses sendas comisiones rogatorias a Londres y Bahamas a fin de interrogar a personas de la m¨¢xima relevancia en la oficina de inversiones de Kuwait en el a?o 1990, se considera preferible por el ministerio fiscal esperar al resulta do de dichas comisiones, que sin duda ser¨¢n esclarecedoras".

Ni la juez ni la fiscal¨ªa renuncian a conocer el motivo de esos pagos ni las responsabilidades que se deriven para los inculpados, pero para ello habr¨¢ que esperar a que el resto de protagonistas de la historia -el ex presidente de KIO, Fahd Mohamed Al Sabah, o el ex director general, Fouad Jaffar- se expliquen. Tambi¨¦n a que las autoridades judiciales de Suiza, pa¨ªs al que tambi¨¦n se ha despachado otra comisi¨®n rogatoria, env¨ªen informaci¨®n sobre el movimiento del bot¨ªn sustra¨ªdo de Torras una vez repartido all¨ª.