La Audiencia vuelve a dictar libertad para presos con males incurables
La resoluci¨®n que tom¨® la Audiencia de Madrid hace un mes de adelantar la excarcelaci¨®n de un preso que padec¨ªa una enfermedad incurable y no esperar hasta que se estuviese muriendo, no fue una decisi¨®n puntual. La Secci¨®n Quinta de la Audiencia Provincial (m¨¢ximo ¨®rgano judicial penitenciario de Madrid, donde hay unos 7.000 reclusos) acaba de dictar un auto por el que libera a otro preso v¨ªctima del sida, aparte de otras patolog¨ªas asociadas, para que "viva dignamente" el resto de sus d¨ªas.
Es la segunda excarcelaci¨®n de un recluso que ordena la Audiencia en menos de un mes (v¨¦ase EL PA?S del 4 de enero). El adelanto de la libertad para los presos atenazados por un fatal diagn¨®stico no es una cuesti¨®n balad¨ª. Seg¨²n datos extraoficiales, la cifra de internos con males incurables -sida avanzado, algunos tipos de hepatitis, enfermedades pulmonares, cardiacas...- puede rondar el 15% de la poblaci¨®n reclusa espa?ola (en total, unos 40.000 presos).Juli¨¢n R. F, de 38 a?os, es el ,segundo interno de la c¨¢rcel de Navalcarnero que se beneficia de este criterio judicial. Juli¨¢n ingres¨® en prisi¨®n nueve veces desde 1981 y tiene condenas por robos que totalizan 10 a?os y 7 meses. Como muy pronto, no habr¨ªa alcanzado la libertad condicional hasta finales de 1999. Adem¨¢s, es adicto a las drogas desde los 18 a?os, y uno de sus hermanos falleci¨® de sida en 1996, tras haber estado tambi¨¦n recluido en Navalcarnero. El futuro de Juli¨¢n R. F. (quien, adem¨¢s del sida, padece otras graves dolencias) es acabar como su hermano, aunque entre ellos habr¨¢ una diferencia: el hermano fue excarcelado cuando estaba agonizando. El ya est¨¢ en la calle.
Los fundamentos que emplea la Audiencia para excarcelar a Juli¨¢n R. F. son muy similares a los que ya aplic¨® a comienzos de este mes respecto al preso Francisco Javier G. S. Es decir, que la ley faculta a los jueces para conceder la libertad condicional a los presos que padezcan "una enfermedad muy grave e incurable". Admite el tribunal que es cierto que la concesi¨®n de esa libertad est¨¢ sujeta "a la existencia de unas ciertas garant¨ªas [de que el preso har¨¢] vida honrada en libertad". Opina la Audiencia que este requisito debe analizarse, "con prudencia, pero tambi¨¦n con elasticidad". Y razona: "En una tierra como la nuestra, m¨¢s proclive a buscar culpables que a buscar soluciones, el miedo al error [a que el juez se equivoque y el preso delinca] podr¨ªa tener un efecto paralizante, y dar lugar a que jam¨¢s nadie se arriesgara al vaticinio, salvo en los supuestos de enfermedades tan avanzadas y tan terriblemente incapacitantes en que pudiera afirmarse la imposibilidad f¨ªsica de delinquir".
Frente al riesgo de que el preso vuelva a delinquir una vez liberado, el tribunal se decanta por asumir esa responsabilidad. Y lo explica: "El riesgo que supone acordar la libertad condicional es asumible, y, sobre todo, es preferible ¨¦ste al riesgo de tener sometido a un preso a una pena que, por sus circunstancias [su grave enfermedad], es inhumano que cumpla".
Para excarcelarle, el tribunal ha tenido en cuenta tambi¨¦n, aparte de su incurable enfermedad, "el ambiente de responsabilidad y acogida" que existe en el seno de la familia del preso. "En este caso", apunta la Audiencia, "el preso ha cumplido 38 a?os (hecho cronol¨®gico que debilita por s¨ª solo la tendencia a delinquir), y su capacidad criminal, aunque persista (cabr¨ªa preguntarse en qui¨¦n no) est¨¢ atenuada".
La Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Madrid (integrada por los magistrados Jos¨¦ Luis Calvo Cabello, Arturo Beltr¨¢n y Jes¨²s Guijarro) es el ¨®rgano superior jer¨¢rquico de los tres juzgados de vigilancia penitenciaria asentados en la Comunidad madrile?a. Es, por tanto, la que resuelve los recursos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.