La muerte de Gardel

Desde la ¨¦poca del cine mudo, siempre ha existido en Espa?a una gran tradici¨®n de pel¨ªculas musicales. Comienza con aquellas zarzuelas rodadas sin sonido, pero exhibidas con acompa?amiento musical, y sigue hasta las pel¨ªculas de los. a?os sesenta de Sara Montiel, Roc¨ªo Durcal y Marisol. Un g¨¦nero caro, nada f¨¢cil de hacer y para el que son necesarias unas estructuras que deben estar al borde de la desaparici¨®n, si es que todav¨ªa no lo han hecho, pero que es origen de producciones de enorme ¨¦xito popular.Con el paso de los a?os el cine musical ha ido. desapareciendo. Resulta curioso que entre nosotros s¨®lo hayan persistido dos realizadores tan exquisitos y diferentes como Carlos Saura y Jaime Ch¨¢varri. Al mismo tiempo que Saura rueda sus brillantes musicales, que tienen m¨¢s ¨¦xito en el extranjero que en Espa?a, Ch¨¢varri hace un musical m¨¢s popular, c¨®mo prueba su d¨ªptico de Las cosas del querer, de todav¨ªa mayor ¨¦xito en Argentina que en Espa?a.

Sin embargo, ahora ambos directores, aparecen unidos por su admiraci¨®n a la m¨²sica m¨¢s caracter¨ªstica de Argentina: mientras Saura acaba de montar Tango, Ch¨¢varri estrena Sus ojos se cerraron, un excelente musical que se sit¨²a tanto a la cabeza de los realizados por ¨¦l como entre los mejores producidos en Espa?a a lo largo de su historia.

Su gran atractivo radica en la habilidad con que Ch¨¢varri ha sabido integrar 14 tangos dentro de una intensa y dram¨¢tica historia de amor entre una bella espa?ola, una gallega, que vive en Buenos Aires, y un argentino, un oscuro cantante de tangos. De manera que no son un a?adido dentro de la historia, que en ning¨²n momento detienen su desarrollo dram¨¢tico, sino que lo hacen avanzar, lo enriquecen y son un complemento de ella.

C¨®micos ambulantes

Adem¨¢s, Sus ojos se cerraron tambi¨¦n contiene un nuevo e interesante cap¨ªtulo sobre la vida de los c¨®micos ambulantes, en este caso cantantes, adem¨¢s de h¨¢bil, atractiva y conseguida pirueta dram¨¢tica para a?adir a la leyenda sobre el tr¨¢gico final del gran cantante Carlos Gardel. Aunque sobre todo es una desagarrada historia de amor, dentro de la gran tradici¨®n del tango, basada en el parecido entre el principal personaje masculino y el gran Gardel.

Con su caracter¨ªstica habilidad para dirigir actores, Jaime Ch¨¢varri consigue un excepcional trabajo de la pareja protagonista, el argentino Dar¨ªo Grandinetti, cada vez m¨¢s conocido en Espa?a por el regular estreno de sus pel¨ªculas, y la espa?ola Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, que cada d¨ªa tiene una mayor fuerza en la pantalla. Sin olvidar a un amplio grupo de secundarios, entre los que destacan los argentinos Jos¨¦ Soriano y Ulises Dumont, un tipo que parece que no haya hecho otra cosa en su vida que tocar el bandone¨®n en garitos de mala muerte.