Una rectificaci¨®n que va a ser una farsa

Si la memoria no me falla, el informe Fungairi?o sobre la competencia de los tribunales espa?oles en general y de la Audiencia Nacional en particular respecto de los cr¨ªmenes cometidos por las dictaduras argentina y chilena, fue un informe an¨®nimo que se distribuy¨® a los miembros del Consejo Fiscal convocado para estudiar este asunto y cuya autor¨ªa tuvo que reconocer Eduardo Fungairi?o al ser interrogado por uno de los miembros del Consejo. ?Por qu¨¦ se present¨® de esa manera? ?Sab¨ªa el fiscal general del Estado qui¨¦n era el autor de dicho informe y, si lo sab¨ªa, por qu¨¦ permiti¨® que se presentara de esa manera vergonzante?Si la memoria no me sigue fallando, el informe Cardenal sobre el informe Fungairi?o fue remitido por el fiscal general del Estado al Congreso de los Diputados a fin de dar respuesta a las cr¨ªticas de que hab¨ªa sido objeto la posici¨®n del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairi?o.

No nos encontramos, por tanto, ante palabras pronunciadas a bote pronto, como consecuencia de una pregunta formulada de una manera m¨¢s o menos capciosa en una rueda de prensa o en un coloquio. Son textos escritos, ampliamente argumentados y meditados. En particular el del fiscal general del Estado, que no pod¨ªa no saber c¨®mo estaba el patio tras la pol¨¦mica desatada por Fungairi?o con su tesis de la "sustituci¨®n temporal del orden constitucional", y ten¨ªa que tener, en consecuencia, especial cuidado al redactar su informe.

As¨ª pues, el fiscal general del Estado dispuso de todo el tiempo y de todo el asesoramiento que estaba a su alcance antes de redactar dicho informe, y, en consecuencia, es l¨®gico pensar que lo que Jes¨²s Cardenal puso por escrito es lo que realmente pensaba sobre esta cuesti¨®n, tras haber reflexionado largamente y haber tomado en consideraci¨®n todas las cr¨ªticas que se hab¨ªan hecho al fiscal jefe de la Audiencia Nacional.

No es un escrito cualquiera, sino un escrito de defensa, en el que se contraargumenta para acabar haciendo suya la tesis de Eduardo Fungairi?o con base en una interpretaci¨®n de cosecha propia de la Constituci¨®n espa?ola.

Y aqu¨ª es donde est¨¢ el problema para el fiscal general del Estado. Y para todos los ciudadanos. No se trata de las dictaduras argentina o chilena. Se trata de la Constituci¨®n espa?ola. La posici¨®n del fiscal general del Estado es incompatible con la Constituci¨®n espa?ola. La interpretaci¨®n que hace de la misma para justificar la posici¨®n de Fungairi?o es aberrante.

Dicho de otra manera, Jes¨²s Cardenal no s¨®lo trata de justificar lo injustificable, sino que adem¨¢s lo hace de la peor manera posible, con una interpretaci¨®n torticera de la Constituci¨®n. Interpretaci¨®n que conecta por lo dem¨¢s con su pensamiento sobre la misma, que qued¨® plasmado en la memoria de la fiscal¨ªa del Pa¨ªs Vasco cuando estaba al frente de ¨¦sta.

Esto es lo que no tiene rectificaci¨®n. El fiscal general del Estado podr¨¢ hacer una condena p¨²blica de las dictaduras argentina y chilena. Pero eso no pondr¨¢ fin a su "alergia" a la Constituci¨®n espa?ola. Aunque tal vez, porque no cree en ella, le da igual perder la dignidad y faltarse al respeto a s¨ª mismo, diciendo lo que le digan que tiene que decir con tal de mantenerse en el cargo.

La rectificaci¨®n a la que vamos a asistir va a ser una farsa. Un paso m¨¢s en la erosi¨®n de la democracia a la que estamos asistiendo. Tal vez esto es lo que se ten¨ªa en mente cuando se acu?¨® la expresi¨®n de la "segunda transici¨®n". Lo que sorprende son los colaboradores que est¨¢ encontrado.