La corrupci¨®n deja de interesar

La direcci¨®n del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) ha decidido suprimir de sus preguntas sobre los asuntos que preocupan a los espa?oles la referencia a la corrupci¨®n porque, tras, sus ¨²ltimos sondeos, considera que este tema ya no interesa. As¨ª, el bar¨®metro de diciembre, presentado ayer, no incluye esa alusi¨®n. En noviembre de 1995, todav¨ªa con un Gobierno socialista, la corrupci¨®n era la segunda obsesi¨®n tras el paro. Ahora ese puesto lo ocupa el terrorismo.

Los espa?oles tienen tal confianza en el Gobierno y en su gesti¨®n que ya nadie se preocupa por si existe o no corrupci¨®n pol¨ªtica, seg¨²n el CIS. Para los ciudadanos consultados por sus expertos, en Espa?a no hay casos Baleares, Zamora, Melilla o Granada, por citar tan s¨®lo algunos de los esc¨¢ndalos en los que se ha visto envuelto el PP en los ¨²ltimos tiempos.

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, encontr¨® ayer particularmente "significativo" que la corrupci¨®n haya desaparecido de las preocupaciones de los espa?oles cuando en noviembre de 1995 era la segunda y en noviembre de 1996 la quinta.

A finales de 1997, los ¨ªndices en este sentido eran, al parecer, tan irrelevantes que la direcci¨®n del CIS suprimi¨® esa cuesti¨®n de su balance anual sobre el estado del pa¨ªs. En noviembre de 1995 los asuntos de corrupci¨®n interesaban al 35% de los consultados. En octubre de 1997, al 3% y en la lista de problemas hab¨ªa descendido a la duod¨¦cima posici¨®n. En diciembre pasado, cuando se hizo el balance anual, la corrupci¨®n desapareci¨® entre las prioridades de los ciudadanos.

Curiosamente, sin embargo, en ese mismo bar¨®metro, los espa?oles sondeados por el CIS sit¨²an la lucha contra la corrupci¨®n como el quinto de los objetivos de la sociedad para los pr¨®ximos a?os.

Michavila, que advirti¨® que el CIS volver¨¢ a preguntar por esta cuesti¨®n cuando se aprecie que interesa de nuevo, no quiso capitalizar ayer p¨²blicamente este hecho como un logro m¨¢s de los muchos que enumer¨® del Gobierno, pero s¨ª apunt¨® socarronamente: "Algo tendr¨¢ que ver".