EE UU planea bombardear a la Guardia Republicana y los polvorines sospechosos de tener armas qu¨ªmicas

Altos cargos militares del Pent¨¢gono han ofrecido a la Casa Blanca varias posibles estrategias para la acci¨®n contra Irak. La opci¨®n final ser¨¢, posiblemente, la de un ataque prolongado centrado en los cuarteles de la Guardia Republicana (encargada de proteger a Sadam Husein) y en los lugares que pudieran esconder armamentos qu¨ªmicos y biol¨®gicos. Expertos militares del Ej¨¦rcito norteamerciano reconocen que un posible ataque contra Irak no ser¨¢ capaz de impedir por s¨ª solo que Irak fabrique en poco tiempo armas de destrucci¨®n masiva.El despliegue militar de Estados Unidos en la zona incluye 23.200 soldados y 300 aviones de combate (entre ellos varios F-117 y bombarderos B-1 y B-52) en Arabia Saud¨ª, Kuwait y Bahrein, y a bordo de los portaaviones anclados en el golfo P¨¦rsico, el Nimitz y el George Washington. La flota norteamericana tambi¨¦n cuenta con nueve destructores con capacidad para el lanzamiento de misiles. de crucero, los famosos Tomahawk. A esa flota se ha unido recientemente el portaviones enviado por el ¨²nico pa¨ªs que apoya la acci¨®n militar contra Irak: el portaaviones Invincible de la Royal Navy brit¨¢nica.

Estados Unidos tiene tal despliegue militar en la zona que cualquier ataque iraqu¨ª, por m¨ªnimo que sea, provocar¨ªa "una respuesta inmediata y contundente por nuestra 'parte", seg¨²n asegura el teniente coronel Patrick M. Hughes, uno de los m¨¢ximos responsables de la defensa norteamericana. "El problema", reconoci¨® Hughes en una comparecencia en el Senado, "es que no controlamos las circunstancias internas en Irak que pueden provocar ese ataque, que son las mismas que motivan la actitud beligerante de este pa¨ªs y su negativa a permitir el trabajo de los inspectores de la ONU".

Don Snider, profesor de estrategia en la Academia Militar de Estados Unidos, asegura en The Washington Post que una acci¨®n militar puede destruir las instalaciones de armas "visibles", pero "no servir¨ªa para nada si no acaba con los arsenales ocultos que puede tener escondidos el Ej¨¦rcito iraqu¨ª". Ante el Senado tambi¨¦n compareci¨® Phyllis Oakley, subsecretario de Estado de Defensa, que habl¨® de las "enormes lagunas que tenemos sobre la situaci¨®n real del armamento iraqu¨ª"; los senadores escucharon tambi¨¦n a George Tenet, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), convencido de que Irak podr¨ªa reanudar de inmediato la producci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva si se le permite seguir entorpeciendo el trabajo de los inspectores de la ONU. Tenet, claramente partidario de la acci¨®n militar, asegura que los datos que posee permiten deducir que Irak "esconde equipos para la producci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva que pueden ser montadas muy r¨¢pido: en cuesti¨®n de semanas".