Vista a la derecha
NO SUELE ser habitual que un ministro de Defensa democristiano apele a los j¨®venes "de izquierdas" para que no reh¨²yan el servicio militar y contribuyan as¨ª a proteger al Ej¨¦rcito de la penetraci¨®n de la extrema derecha m¨¢s peligrosa y nost¨¢lgica de un terrible pasado. Es, sin embargo, lo que ha hecho W?lker R¨¹he en Alemania, dispuesto a lanzar una campana para evitar una cierta derechizaci¨®n del Ej¨¦rcito en un pa¨ªs donde el pasado, presente y futuro de la Bundeswehr sigue siendo objeto de pol¨¦micas. As¨ª lo prueban los debates e incluso manifestaciones callejeras de estos d¨ªas a favor y en contra de dos exposiciones intinerantes sobre la participaci¨®n del Ej¨¦rcito en los cr¨ªmenes nazis y la resistencia de los militares contra Hitler. Los movimientos neonazis en el seno de las Fuerzas Armadas alemanas son. un fen¨®meno minoritario, como lo ha puesto de manifiesto la delegada parlamentaria para las Fuerzas Armadas, Claire Marienfield. Pero en un pa¨ªs tan sensibilizado por su pasado como Alemania no deber¨ªa haberse llegado a permitir, por ejemplo, a un neonazi convicto pronunciar una conferencia en la Academia de Altos Mandos Militares de Hamburgo, centro de formaci¨®n de la ¨¦lite militar, ni otros esc¨¢ndalos de los neonazis en los cuarteles. R¨¹he, uno de los hombres fuertes de Kohl, parece muy sensible a estas cuestiones en un pa¨ªs cuyas Fuerzas Armadas han vuelto a salir de sus fronteras, esta vez en misiones de paz, tras a?os de dudas y debates. Adem¨¢s, aunque no sin dificultades y tras una amplia criba, ha incorporado a sus filas a militares de la antigua RDA, territorio m¨¢s atrasado y donde no por casualidad parecen producirse m¨¢s incidentes neonazis. Para R¨¹he, sin embargo, existe el peligro de que, al ser los j¨®venes de izquierdas los que sociol¨®gicamente m¨¢s se niegan a- incorporarse a filas y m¨¢s se declaran objetores de conciencia, el Ej¨¦rcito caiga en una derechizaci¨®n. Es un peligro que algunos invocan en nuestro pa¨ªs para poner en tela de juicio la profesionalizaci¨®n total del Ej¨¦rcito, aunque en el caso alem¨¢n se deriva justamente de la negativa de los j¨®venes de izquierdas a cumplir la mili. Alemania no escapa al debate general sobre la supresi¨®n del servicio militar, pero de momento no se la plantea. Despu¨¦s de todo, el rearme en los a?os cincuenta se produjo bajo este condicionante para garantizar unas Fuerzas Armadas asentadas sobre un concepto democr¨¢tico, y es probablemente uno de los ej¨¦rcitos en los que la tropa participa m¨¢s en la toma de decisiones. Pero a estas alturas hay quien sostiene que mejor que atraer a los j¨®venes de izquierdas a un servicio del que abominan ser¨ªa buscar el equilibrio por la v¨ªa de la profesionalizaci¨®n, con un proceso selectivo que garantice ¨¦l compromiso del Ej¨¦rcito con las libertades y la democracia bajo ese concepto que el fil¨®sofo alem¨¢n J¨¹rgen Habermas llam¨® el "patriotismo constitucional".
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