Efectos colaterales varios
Atac¨® Juan Villalonga afirmando que Retevisi¨®n es un par¨¢sito, y el efecto colateral de estas pasmosas declaraciones de ITT (Impredecible Tanqueta de Telef¨®nica) fue que me abon¨¦ de inmediato al nuevo operador y me ahorro a diario una pasta gansa en mis numerosas llamadas telef¨®nicas interprovinciales e internacionales. Declar¨® el conde Ente-Lequio a Hola que siempre tuvo claro "el tipo de mujer que era Mar. La he tratado como se merece" y, como efecto colateral de su nada caballeroso comportamiento (nadie le ha cruzado el rostro con un guante ni citado al amanecer para un duelo detr¨¢s del Hard Rock Caf¨¦), sent¨ª repentina simpat¨ªa hacia la bella Flores, incluido el deseo de que pronto conquiste al heredero del imperio Estaciones de Sevicias Villanueva, que ¨¦sos s¨ª que tienen un buen pasar.Las cosas no siempre resultan as¨ª de f¨¢ciles. Si damos por hecho que la feglaci¨®n o magmada no constituye adulterio, un colateral efecto perfectamente razonable ser¨¢ que indaguemos a qui¨¦n propiciar¨¢ el desconcierto causado por el prepucio, llegando a la conclusi¨®n l¨®gica de que la primera beneficiaria es la pol¨ªtica antipalestina y chulesca de Benjam¨ªn Netanyahu, a quien vi el otro d¨ªa en un estupendo reportaje que pasaron por Canal Sat¨¦lite Digital, y es como Blas Pi?ar, aunque expres¨¢ndose en ingl¨¦s y con blindaje de cortinilla anti-Muro de las Lamentaciones en el cr¨¢neo. Un efecto colateral clar¨ªsimo del Pitogate es, tambi¨¦n, el prurito belicista consiguiente que sacude a los pol¨ªticos y al pueblo norteamericano, en la mejor tradici¨®n de todos unidos contra el enemigo que inauguraron con la caza de rojos de la guerra fr¨ªa y han ido poniendo en pr¨¢ctica, con distintos objetivos, seg¨²n necesitaban recuperar el amor propio. Rojos, narcotraf¨ªcantes, iran¨ªes, iraqu¨ªes: cualquiera, con tal de no mentarse la propia madre. As¨ª que ahora andan ilusionados con la perspectiva de bombardear Irak, aunque eso s¨®lo sirva para que da?en las armas biol¨®gicas que dicen que tiene Carnicerito de Bagdad (quiz¨¢ escondidas en el piano de los hoteles adonde ha enviado a los funcionarios de la ONU a acampar, y no precisamente para invitarles a un dry martini), con el consiguiente peligro de escapes (tambi¨¦n llamados poluciones o emisiones; y nada que ver con el adulterio). Un efecto colateral de la actitud de la Conferencia Episcopal cuando justifica al clero vizca¨ªno que, a su vez, desaconseja al prelado de Bilbao su asistencia a funerales de v¨ªctimas de esas alima?as; un efecto colateral, dec¨ªa, sobre una persona completamente antijerarqu¨ªa clerical cual soy yo, es que me alegro. Me alegro de que se les vea el plumero, igual que se les ve cuando se lanza (la Conferencia Episcopal) a atacar la legislaci¨®n vigente sobre el aborto. Llevada en ambos casos, supongo, por id¨¦ntico respeto a la vida.
No quiero acabar esta cr¨®nica sin referirme a los efectos colaterales que producir¨ªa en la convivencia de Sants y L'Hospitalet, barrios barceloneses populares y populosos, el desalojo por las autoridades de los j¨®venes okupas que en la f¨¢brica Hamsa como en La Vaker¨ªa, respectivamente, han ofrecido a su vecindario, durante a?os una alternativa cultural imaginativa y al alcance de todos. En un mundo de paro juvenil y marginaci¨®n forzosa, en donde los violentos encapuchados campan por sus respetos, la simple amenaza de echar a estos okupas socialmente productivos parece una iron¨ªa cruel, una injusticia digna de las que denunciaban pel¨ªculas como Milagro en Mil¨¢n o Ladr¨®n de bicicletas. El pretexto aducido de que las fincas que utilizan se encuentran en mal estado tiene f¨¢cil remedio: que las arreglen (o no: el 60% de los edificios de Barcelona padece los mismos problemas y no parece que nadie se preocupe por ello).
Menos mal que, como efecto colateral satisfactorio de aquellas caminatas que me dejaron sin r¨®tula durante los festejos de boda de la infanta Elena, se ha producido, por fin, un hecho sucesorio en forma de embarazo, cuyo fruto en su d¨ªa nacer¨¢ como var¨®n o mujer, como macho o hembra, y no, como se han empe?ado en proclamar muchos medios audiovisuales, como var¨®n y hembra, definiciones que no se corresponden entre s¨ª. Pero es que van a ofender.
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