Espa?a aporta recursos a la Escuela Internacional de Cine en Cuba
Unos 200 alunmos espa?oles se han formado en el centro
La Escuela Internacional de Cine y Televisi¨®n (EICT) de San Antonio de los Ba?os, a 30 kil¨®metros de La Habana, cumple 11 a?os. "Es un ejemplo de cooperaci¨®n educativa, que avanza hacia un espacio audiovisual iberoamericano", dice su director, el espa?ol Alberto Garc¨ªa Ferrer. La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI) aporta "entre 10 y 12 millones de pesetas", en colaboraci¨®n con el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢ficos (ICAIC), el Instituto Cubano de Radio y Televisi¨®n (ICRT), el Ministerio franc¨¦s de Asuntos Exteriores, el Consejo Nacional de la Cultura de Venezuela (CONAC) y la Unesco.
La EICT, inspirada por Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, ha firmado un convenio con la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE). Forma cineastas iberoamencanos, europeos, africanos y asi¨¢ticos. Es una cooperaci¨®n diferente, de calado educativo.
Como todo en Cuba, la EICT tiene que sobreponerse a la escasez. Algunas ventajas: su funcionamiento aut¨®nomo, que le permite tener huerta, parque automovil¨ªstico, 120 trabajadores que se ocupan del mantenimiento, la cocina, la panader¨ªa, los talleres y la pintura. "Pero los cortes de luz hacen peligrar el equipamento m¨¢s sensible", dice Garc¨ªa Ferrer. "Los aparatos tenemos que comprarlos en d¨®lares, la humedad y el calor son un riesgo para la conservaci¨®n de los v¨ªdeos. Pero cuando uno lo ve todo funcionando, la diversidad de los acentos de profesores y alumnos, el entusiasmo com¨²n, sabe que estamos en el buen camino. De hecho, cuando acaban, muchos de los alumnos se quedan profesionalmente en Iberoam¨¦rica".
El Gobierno cubano, mediante la Fundaci¨®n de Cine Latinoamericano de Garc¨ªa M¨¢rquez, asegura la mayor¨ªa de los gastos. Pero la contribuci¨®n de la AECI ha sido decisiva, por ejemplo, para la automatizaci¨®n y para el aula de Gui¨®n. "Ahora intentaremos el equipamiento tecnol¨®gico completo del plat¨® para televisi¨®n", dice Garc¨ªa Ferrer.
En una de las aulas Francis Ford Coppola pintarraje¨®: "Art never sleeps (El arte nunca duerme)", y ese lema le cuadra a la escuela. Los 80 alumnos -entre los 20 y 26 a?os- estudian un curso de materias polivalentes y realizan ejercicios de tres minutos en 16 mil¨ªmetros; el segundo curso derivan a especialidades -direcci¨®n, gui¨®n, producci¨®n, documental, fotograf¨ªa, sonido y edici¨®n- y culminan con una tesis en 35 mil¨ªmetros ante un tribunal internacional de profesores. A lo largo de estos a?os se han formado 200 cineastas espa?oles. Cada a?o se matriculan cuatro alumnos de Espa?a. Entre el profesorado, espa?ol, este a?o hay personajes como Juan Madrid (gui¨®n), Mariano Barroso y Jaime Ch¨¢varri (direcci¨®n), o Manuel P¨¦rez Estremera (producci¨®n).
"La base es la formaci¨®n continua", dice Garc¨ªa Ferrer. "En un solo a?o hemos pasado de ocho talleres a 35. La idea es vinculamos al sistema educativo iberoamericano". Bolivia, M¨¦xico, se integran ya en un tejido que abarca a todos los pa¨ªses iberoamericanos.
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