Cierre y precinto
En el antiguo cine del n¨²mero 12 del madrile?o paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza se reun¨ªan los miembros de la llamada Comunidad Cristiana del Esp¨ªritu Santo. Digo se reun¨ªan, porque desde hace unos meses, y concretamente en fecha 12 de septiembre del a?o pasado, la Junta Municipal del distrito de Arganzuela decret¨® su cierre y precintaje consiguiente, sin m¨¢s. De buenas a primeras, los fieles de esa congregaci¨®n, unos 1.500, se quedaron sin lugar de reuni¨®n, como en los mejores tiempos del franquismo. El decreto de clausura, detr¨¢s del cual est¨¢ el Ayuntamiento de Madrid, basaba sus razones para el cierre en el "art¨ªculo 38 del Reglamento de Actividades Molestas, Insalubles y Peligrosas".Personalmente, siendo yo cristiano evang¨¦lico, no me identifico con muchas de las doctrinas de dicha comunidad; sin embargo, considero una monstruosidad y un ataque directo a la libertad religiosa el cierre de ese templo; as¨ª como tambi¨¦n considero un a gran hipocres¨ªa por parte de la Administraci¨®n municipal (por cierto, tan vinculada al catolicismo, romano de siempre) el motivo para cerrar dicho templo. Debo decir que, personalmente, reaccionar¨ªa de igual modo, protestando, si eventualmente el Gobierno de la ciudad mandara cerrar templos cat¨®licos.
Yo creo en la libertad religiosa. Este es un principio sagrado; cada individuo tiene derecho a ejercer su responsabilidad de conciencia y, por tanto, de creencia. Dios nos ha hecho libres y nadie tiene derecho a acortar la libertad que el Creador nos ha dado. Adem¨¢s parecen olvidar dichas autoridades municipales que el art¨ªculo 16 de la Constituci¨®n espa?ola dice que: "Se garantiza la libertad ideol¨®gica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades". Deberian poner en pr¨¢ctica las autoridades dicha declaraci¨®n constitucional. ?Que tan europeos queremos ser cuando olvidamos algo tan b¨¢sico como es la libertad de culto? ?O es que acaso pretendemos ser europeos sin desvincularnos de ese todav¨ªa reciente pasado inquisitorial, evidentemente tan arraigado en nosotros? ?Nos cuesta tanto entender que hay que respetar la diversidad religiosa; que cada uno es libre y, por tanto, responsable de sus creencias ante Dios y ante uno mismo? ?Que se levante la veda, por favor.-
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