La maldici¨®n de descenso
El mal tiempo obliga a suspender la prueba reina del esqu¨ª
Suma y sigue. Esta vez no fue el tr¨¢fico, aunque el pasado d¨ªa 31 de enero un autob¨²s del comit¨¦ organizador (NAOC) choc¨® contra un turismo y se produjo un monumental atasco durante m¨¢s de una hora en la carretera de Nagano a Hakuba. No, en esta ocasi¨®n fue la maldici¨®n del descenso. Los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno se abrieron ceremonialmente con mal pie y tropezaron tambi¨¦n en el primer gran paso deportivo. La prueba reina de esqu¨ª tuvo que aplazarse porque no se ve¨ªa en Hakuba. Hab¨ªa un sol espl¨¦ndido en el valle, pero arriba, a 1.765 metros e incluso a cotas m¨¢s bajas, a 1.680, donde m¨¢s de seis a?os estuvo empecinado el NAOC en colocar la salida, la visibilidad era casi nula, aparte de la abundante nieve que ca¨ªa. Primero se retras¨® el comienzo de la carrera y finalmente se suspendi¨®. No suced¨ªa desde 1984, en Sarajevo antes de ser bombardeado. En las tres ¨²ltimas ediciones, Calgary 88, Albertville 92 y Lillehammer 94 hubo problemas con el tiempo, por calor o fr¨ªo, pero no lleg¨® a aplazarse ninguna prueba.
Ahora se ha tenido que cambiar el programa y el descenso masculino ser¨¢ el mi¨¦rcoles, si es posible, dejando a¨²n libre el jueves por si fuera necesario. Ello ha supuesto cambiar de d¨ªas y de orden el eslalon y el descenso de la combinada alpina, que ser¨¢n hoy y ma?ana, un d¨ªa tras otro y en un orden inhabitual, pues la prueba r¨¢pida siempre se disputa delante. Pero los problemas acucian. El descenso menor de ma?ana, adem¨¢s, compartir¨¢ jornada con la primera prueba femenina, el supergigante. Ha empezado el caos.
Los Reyes de Espa?a y Juan Antonio Samaranch se acercaron a la llegada para contemplar el gran espect¨¢culo, se sentaron, esperaron y cuando la nieve ya ca¨ªa incluso abajo se tuvieron que ir sin ver nada. La funci¨®n se hab¨ªa suspendido por el mal tiempo. El descenso de Hakuba est¨¢ maldito. Desde el 15 de junio de 1991 en que Nagano consigu¨® la organizac¨®n de los Juegos hasta el pasado 20 de noviembre, su organizaci¨®n estuvo empe?ada en que la salida de la prueba fuera a una cota tan baja que hubiese sido un descenso rid¨ªculo, impropio de una gran competici¨®n y el m¨¢s corto de la historia ol¨ªmpica. El NAOC no quer¨ªa subir la salida a los 1.800 metros que ped¨ªa la Federaci¨®n Internacional de Esqu¨ª (FIS) para evitar da?os ecol¨®gicos. Pero la FIS le desarm¨® siempre su argumento diciendo que por all¨ª esqu¨ªan anualmente miles de aficionados sin que eso suponga problema. El NAOC ten¨ªa miedo de que los profesionales estropearan todo y s¨®lo las distintas presiones (hasta la amenaza de disputar la prueba en otro pa¨ªs) solucionaron el problema, incluso con una rebaja de 55 metros, de 1.800 a 1.765. Pero todo qued¨® marcado. Y faltaba el tiempo.
El NAOC no quiere recordar el desastre de los Mundiales de Morioka-Shizukuishi, m¨¢s al norte, en 1993, pero vuelve a ser obligado. Entonces hubo extranjeros que aprendieron perfectamente cuatro palabras en japon¨¦s: viento, lluvia, nieve y sol. ?Por qu¨¦? Asombrosamente, en una misma ma?ana vivieron las cuatro situaciones meteorol¨®gicas. Y el desastre de aplazamientos acab¨® incluso con la suspensi¨®n definitiva del supergigante masculino, algo ins¨®lito en la historia de los campeonatos. Pero hay una referencia a¨²n peor, de aqu¨ª mismo. No eran unos Mundiales, pero s¨ª unas pruebas de la Copa del Mundo en Hakuba. Y no se pudo disputar ni una. La alemana Katia Seizinger, la mejor esquiadora de mundo actualmente, no se equivocaba al recordar hace s¨®lo -unos d¨ªas los desastres de todas las pruebas celebradas aqu¨ª en los ¨²ltimos a?os. La combinada n¨®rdica o los saltos tambi¨¦n sufrieron aplazamientos. Ayer mismo, el tercer entrenamiento de los saltos, que se disputan tambi¨¦n en la zona de Hakuba, tuvieron que suspenderse por falta de visibilidad.
Oracionas budistas
Hasta primeros de enero, el NAOC estaba asustado (y el COI, que a fin de cuentas es el ¨²ltimo responsable) porque no hab¨ªa nieve en las pistas ol¨ªmpicas. La amenaza de El Ni?o, que se supon¨ªa podr¨ªa traer vientos c¨¢lidos y altas temperaturas aumentaba el miedo a que los Juegos de Nagano se convirtieran, como los de Calgary, casi en unos Juegos veraniegos. Pero las oraciones budistas dieron esa vez mejor resultado que las cristianas en Granada para los Mundiales de 1995, que debieron aplazarse un a?o. El d¨ªa de Reyes, aunque el NAOC no crea en ellos, cay¨® una gran nevada en toda la zona de Nagano y se acab¨® el miedo a tener que usar nieve artificial para salvar las pruebas. Desde entonces ha nevado regularmente y lo que ha sucedido es lo contrario a lo previsto. Hay demasiado mal tiempo.Nada menos que 44 expertos trabajan en el centro de previsi¨®n meteorol¨®gica de Nagano. Esperaban nubes y nevadas intermitentes, pero no tantas.
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