Kevin 'Can¨ªbal' Yates
La Uni¨®n Inglesa de Rugby suspende por seis meses al jugador que arranc¨® media oreja de un rival
La investigaci¨®n desemboc¨® en Kevin Yates, el hombre que arranc¨® media oreja de un mordisco al australiano Simon Fenn en el partido de rugby que enfrent¨® el d¨ªa 10 de enero a los equipos Bath y el London Scottish. Yates, de 25 a?os, con una prometedora carrera como pillier en su equipo y en la selecci¨®n inglesa, ha sido sancionado con seis meses de suspensi¨®n. La b¨²squeda del hombre que mordi¨® la oreja de Fenn se convirti¨® en un asunto prioritario en la prensa y en los corrillos del rugby ingl¨¦s. Junto a Yates hab¨ªa otros dos sospechosos: el argentino Federico M¨¦ndez y el veterano internacional ingl¨¦s V¨ªctor Ubogu."Obviamente este caso no le hace nada bien a la reputaci¨®n de nuestro deporte", se?al¨® tras la agresi¨®n el presidente de la Uni¨®n Inglesa de Rugby (RFU), Peter Brook, "y queremos resolverlo con car¨¢cter de urgencia". Pero el caso se ha cerrado m¨¢s tarde de lo previsto. Un mes despu¨¦s del incidente, el tribunal disciplinario de la RFU, ha encontrado culpable a Yates.
Fenn, el damnificado, no dio nombres, aunque tras la mordedura dijo estar "bastante seguro" de saber qui¨¦n fue su agresor. "En realidad", opina M¨¦ndez, "Fenn no sabe nada". Su club, el London Scottish, no se demor¨® en exigir a la Uni¨®n Inglesa de Rugby que iniciara una investigaci¨®n contra los tres primeras l¨ªneas del Bath: el veterano nigeriano de la selecci¨®n inglesa Victor Ubogu, de historial intachable; Kevin Yates, internacional ingl¨¦s de futuro prometedor; y el propio M¨¦ndez, primer jugador profesional en integrar la selecci¨®n argentina de rugby, los Pumas, de tradici¨®n amateur.
M¨¦ndez y Ubogu fueron exculpados la semana pasada: el London Scottish los exoner¨® p¨²blicamente al no existir pruebas de que fueran ellos los agresores. Yates, por descarte, era el ¨²nico miembro del triunvirato sobre quien pesaban sospechas: ¨¦l estaba justo frente a frente con Fenn cuando se produjo el ataque. "Yates es un pendejo de primera, buen tipo. No dir¨ªa que pudiera hacer una cosa as¨ª...
El Bath es uno de los grandes del rugby ingl¨¦s, un todopoderoso que la semana que ha jugado la final de la Copa de Europa de Rugby en Burdeos, frente al Brive. Rozando el final del match que lo enfrent¨® por la liga al London Scottish se rompi¨® la mel¨¦. Se abri¨® el juego. Y como un rastro del scrum, el pilar Simon Fenn aull¨® de dolor en el suelo con una oreja destrozada. "Alguien me mordi¨® en la mel¨¦", denunci¨® envuelto en una venda, tras el partido y una sutura de 25 puntos. Y en una mel¨¦ o scrum los ¨²nicos que pueden morderle la oreja a un pilar son los tres hombres de la primera l¨ªnea del equipo contrario, los que se abrazan para empujar a la formaci¨®n oponente en la pugna por el bal¨®n ovalado: Ubogu a un lado, M¨¦ndez al centro, Yates al otro.
M¨¦ndez salt¨® a la fama con 18 a?os por ser el jugador m¨¢s joven en ser sancionado en el m¨ªtico estadio de Twichkenham por tumbar a un contrario de un pu?etazo, durante el partido de su debut con los Pumas, frente a Inglaterra. "Aqu¨ª nunca se olvidaron", se lamenta. De madre navarra, M¨¦ndez, nacido en Argentina en 1972, se curti¨® en el Mendoza Rugby Club y en 1991 fue el jugador m¨¢s joven en integrar la selecci¨®n de Resto del Mundo que se enfrent¨® a los All Blacks. Posteriormente ser¨ªa transferido al Natal, de Sur¨¢frica. Y de all¨ª al Bath, donde juega como comunitario por tener pasaporte espa?ol. Habla con calma, siempre se lo conoci¨® por su aire reposado y su volumen descomunal. "Yo nunca salt¨¦ a defender mi inocencia", explica, "pero no pude haber sido, estaba cara contra cara con el talonador de los Springboks, John Alan, amigo de Sud¨¢frica".
Junto con Ubogu, M¨¦ndez piensa demandar al London Scottish por haber manchado su honor sin tener pruebas. La Uni¨®n Inglesa de Rugby descart¨® pronto su culpabilidad. El caso de Yates es distinto: el Bath le suspendi¨® por seis meses hasta que terminara la investigaci¨®n. Durante todo este periodo, Yates ha negado su culpabilidad. "Es muy dif¨ªcil que se descubra, no hay pruebas, nadie sabe nada", pondera M¨¦ndez. Pero la Uni¨®n de Rugby Inglesa se pronunci¨® ayer de manera taxativa: el culpable es Yates, que ha declarado que apelar¨¢ la decisi¨®n, aunque su futuro en el rugby es problem¨¢tico. Es dif¨ªcil olvidar una deshonra semejante en un juego de caballeros.
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