Un nuevo caf¨¦ de otro siglo

A Luis Pinto Coelho, un decorador de interiores portugu¨¦s, siempre le gustaron las antig¨¹edades. Reuni¨® una colecci¨®n de miles de piezas que no quer¨ªa disfrutar ¨¦l solo. Para conseguir que pudieran ser contempladas por el mayor n¨²mero de personas se le ocurri¨® montar un caf¨¦ bar en Lisboa y tapizarlo con sus colecciones. De eso hace ya trece a?os, y hoy el Pavilhao Chin¨ºs luso es casi una cita obligada para los turistas (figura en todas las gu¨ªas) y est¨¢ considerado como patrimonio cultural de su pa¨ªs. A partir de hoy, este original establecimiento tiene un hermano gemelo en Madrid, que ocupa el espacio del que fuera cine Richmond, en la calle de Lagasca.Tiene el Pavilhao Chin¨ºs de Madrid 900 metros cuadrados, el doble que el original de Portugal, que tom¨® su nombre del almac¨¦n de productos orientales que ocup¨® previamente su lugar. El nuevo local de Madrid cuenta con tres plantas, dos para el p¨²blico y la tercera pensada para celebrar conferencias, comidas o actos particulares.

Las mu?ecas del siglo pasado y ej¨¦rcitos de plomo observan a todo el que entra desde elevadas vitrinas. Las hay con carteles de corridas de principios de siglo o banderas de reg¨ªmenes ya desaparecidos. Varias de estas vitrinas est¨¢n dedicadas a una colecci¨®n de gorras militares, entre las que destaca una procedente de una isla del Pac¨ªfico. Hay escudos de universidades, trenes el¨¦ctricos o maquetas que representan un teatro en miniatura. Algunos de estos objetos han llegado desde el extranjero. Otros han sido comprados en Espa?a.

Pero Coelho tambi¨¦n ha cuidado que el mobiliario sea a?ejo. La barandilla de la segunda planta data del siglo XVIII, las dos barras y las mesas para los clientes est¨¢n hechas en maderas nobles antiguas, todo en marqueter¨ªa. Hay una inmensa l¨¢mpara de cristal de 200 kilos de peso procedente del antiguo cine Monumental de Par¨ªs. "Ha habido que electrificarla. Aqu¨ª todo es aut¨¦ntico", apunta Isabel Barrera, gerente del local de Madrid. Y se refiere a cualquier elemento decorativo: desde las l¨¢mparas a los centros de plata de las barras o cualquier estatua que decora una esquina.

Se ha mimado cada detalle de este establecimiento: el t¨¦ y el caf¨¦ se servir¨¢ en servicio de plata, y la vajilla es de Vista Alegre, seg¨²n explica Barrera, que a?ade que no por esto se trata de un local de precios desorbitados. A?ade la gerente que el Pavilhao Chin¨ºs est¨¢ abierto a todo tipo de p¨²blico, desde j¨®venes de 18 a?os a adultos.

El local recorrer¨¢ todas las franjas horarias: a partir de las once de la ma?ana se servir¨¢n desayunos, a la hora de comer se podr¨¢ ir a tomar el aperitivo y, a partir de las seis de la tarde, ser¨¢ local de copas hasta las dos de la madrugada. Cuenta adem¨¢s con dos mesas de billar. La gerente adelanta otro dato: ser¨¢ un local tranquilo. Es decir, con m¨²sica ambiente. Lo que no desvelan los responsables de este nuevo centro es la cantidad de dinero que se ha invertido en ¨¦l.

Pavilh?o Chin¨ºs. Lagasca, 31, metro Serrano. Desde las 11.00 a las 2.00.