La polic¨ªa acusa al IRA de los ¨²ltimos atentados en el Ulster

Bien peinado, con el bigote de reglamento, Ronny Flannagan, el jefe del Royal Ulstabury Council (RUC), se present¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n para declarar sin ambages que los guerrilleros del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA) est¨¢n involucrados en los dos ¨²ltimos asesinatos de protestantes lealistas en Belfast.

Las palabras de este polic¨ªa han cambiado radicalmente el curso de las fr¨¢giles negociaciones iniciadas en septiembre en los vetustos salones del castillo de Stormont, en las afueras de Belfast. Por primera vez desde que Londres, Dubl¨ªn y Washington invirtieron sus esfuerzos y prestigio diplom¨¢tico, la paz en el Ulster se tambalea seriamente.Gerry Adams, el l¨ªder del Sinn Fein, el frente pol¨ªtico del IRA, que se arriesga a ser expulsado de las conversaciones de paz, refut¨® en¨¦rgicamente la supuesta complicidad del IRA en los asesinatos. Uno de ellos termin¨® con la vida de un conocido traficante de drogas, puntal de una de las fuerzas paramilitares unionistas de Belfast.

Horas despu¨¦s de que el propio IRA dijera que esas dos muertes no vaticinaban la ruptura de su tregua en el Ulster, Adams advirti¨® que la expulsi¨®n del Sinn Fein de las conversaciones ser¨ªa un ejercicio peligroso. "Hay que plantearse cu¨¢l ser¨ªa la influencia del Sinn Fein si somos alejados de las conversaciones de paz", dijo. La decisi¨®n final entorno al futuro del Sinn Fein en las negociaciones ser¨¢ probablemente adoptada el lunes en Dubl¨ªn, donde se trasladar¨¢n las conversaciones hasta mediados de la semana pr¨®xima.

Altos funcionarios del Sinn Fein en Belfast, entrevistados telef¨®nicamente por EL PA?S desde Londres, admitieron que el riesgo de su expulsi¨®n es real. Preparativos para un alejamiento estaban en marcha. "Nos iremos de Dubl¨ªn para volver a Belfast, y luego veremos lo que sucede", dijo uno de ellos.

Mo Mowlam, la ministra brit¨¢nica para Irlanda del Norte, intent¨® restar dramatismo al crucial momento para la paz en el Ulster asegurando que Londres quiere "mantener el proceso de paz a toda costa". Mowlam, que este mes promovi¨® la expulsi¨®n del Partido Democr¨¢tico del Ulster (UDP) por su v¨ªnculo con los pistoleros protestantes que se hacen llamar Luchadores por la Libertad del Ulster (UFF) y son los autores de ocho asesinatos de cat¨®licos, sostiene que con igual regla hay que medir a los republicanos.

Es casi seguro que el UDP retome a la mesa la pr¨®xima semana. Por ello se presume que la expulsi¨®n del Sinn Fein pueda ser temporal. Pero, en este ejercicio, lo que detectan los republicanos es un ejercicio pirandellesco, una maniobra de apariencias que puede provocar mayores sospechas sobre los verdaderos alcances del proceso.

Nadie dentro del Sinn Fein, y por ende en el IRA, se hace ilusiones acerca de los objetivos del proceso. Miembros disidentes del IRA se?alan que el proceso de paz en curso jam¨¢s conseguir¨¢ sentar las bases para una Irlanda unida y libre de la ocupaci¨®n brit¨¢nica. Por ello, una separaci¨®n del proceso se presenta atractiva y hasta realista.