D'Alema entierra los ¨²ltimos s¨ªmbolos comunistas en Italia
La refundaci¨®n del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) italiano se consum¨® ayer en Florencia en una jornada marcada por la moderaci¨®n y los deseos de di¨¢logo entre la dividida izquierda. Hubo tambi¨¦n elogios -a cargo del viceprimer ministro, Walter Veltroni- al Olivo, la coalici¨®n de centro-izquierda que gobierna el pa¨ªs y en la que el PDS es el partido mayoritario. La nueva formaci¨®n -los Dem¨®cratas de Izquierda-, que englobar¨¢ ahora al PDS y a cuatro grup¨²sculos de la izquierda marginal, ha enterrado los ¨²ltimos s¨ªmbolos del comunismo.
Finalmente, y tras 77 a?os de historia, los herederos fundamentales del Partido Comunista Italiano (PCI) han arrinconado la bandera roja con la hoz y el martillo, sustituy¨¦ndolos por la rosa del socialismo europeo. Los viejos s¨ªmbolos del marxismo-leninismo pasan ahora a ser patrimonio exclusivo del Partido de Refundaci¨®n Comunista (PRC), la formaci¨®n que permite al Olivo mantener una mayor¨ªa de gobierno en el Parlamento italiano.Aparte de este cambio de imagen, que ha suscitado no poca controversia en la izquierda moderada, las sesiones preparatorias del congreso constituyente de lo que dentro de un a?o ser¨¢ bautizado como partido de los Dem¨®cratas de Izquierda -antiguo PDS-, una formaci¨®n con aspiraciones de agrupar en sus siglas a la izquierda italiana, han sido, en cierto modo, un fiasco.
Bajo las grandes pancartas que hac¨ªan referencia a "la izquierda del a?o 2000" se ha desarrollado m¨¢s bien la ceremonia de la divisi¨®n, con una completa escenificaci¨®n de los rencores que todav¨ªa consumen a la izquierda italiana. La desconfianza es total entre los poscomunistas, que no se han recuperado a¨²n del gran batacazo que signific¨® la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y el hundimiento de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y los socialistas, implicados hasta el fondo en la turbia historia de tangentopoli (el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica destapado en Italia en 1992 que afect¨® a la vieja Democracia Cristiana y al Partido Socialista Italiano).
Las aspiraciones del secretario general del PDS, Massimo d'Alema, de fundir- en un nuevo partido -Cosa Due- a todas las corrientes minoritarias de izquierda -Verdes, socialistas, comunistas unitarios,laboristas- se han visto frustradas por razones externas e internas al propio PDS. Desde fuera, muchos de los partidos cortejados por D'Alema -es el caso de los Verdes- se sienten m¨¢s c¨®modos en el seno del Olivo, la coalici¨®n de centro-izquierda que gobierna Italia desde 1996. Desde dentro de la Cosa Due no sobran las voces de quienes, como el ex secretario general del PDS Achille Occhetto, se sienten incompatibles con personalidades como el ex vicesecretario general del PSI Giuliano Amato, cuya intervenci¨®n en el acto de clausura de ayer recibi¨®, sin embargo, muchos aplausos.
Amato hizo votos para que socialistas y ex comunistas superen las diferencias y augur¨® una convergencia futura de todos los elementos progresistas del pa¨ªs en el socialismo. El ex primer ministro hab¨ªa participado horas antes, en Roma, en una reuni¨®n de la fundaci¨®n de Jacques Delors, Nuestra Europa, junto a Felipe Gonz¨¢lez, el propio Delors y el ex l¨ªder socialista portugu¨¦s Mario Soares. Gonz¨¢lez no se desplaz¨® como Amato a Florencia, donde ayer, por parte espa?ola, intervino el jefe de la oposici¨®n, Joaqu¨ªn Almunia, completamente ignorado por los medios de comunicaci¨®n italianos.
Las jornadas de Florencia han sido tambi¨¦n, a juicio de los analistas, un ejercicio de autoafirmaci¨®n de D'Alema, verdadero poder en la sombra en la pol¨ªtica italiana. Pese a dirigir el partido m¨¢s votado de los que figuran en la coalici¨®n de gobierno, D'Alema no es el primer ministro italiano y no lo ser¨¢ a medio plazo, a menos que Cosa Due sea capaz en ese periodo de suplantar al Olivo.
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