POL?TICOS RUSOS, AL VOLANTE

Es sabido, gracias a las memorias del ex general Alexandr Korzhakov, que el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, se convierte en un peligro p¨²blico cuando conduce, ya que confunde los pedales. Tambi¨¦n al primer ministro, V¨ªktor Chernomirdin, le gusta conducir cualquier cosa con motor, pero, a diferencia de Yeltsin, lo hace muy bien. El problema es que le apasiona la velocidad. Hace unos d¨ªas se sent¨® ¨¦l mismo al volante, creando un gran dolor de cabeza a su escolta, que trataba desesperadamente de no quedarse atr¨¢s del auto de Chernomirdin, que pas¨® como un b¨®lido por la avenida de Kut¨²zov en direcci¨®n a la Casa Blanca, la sede del Gobierno ruso que se encuentra a orillas del r¨ªo Moscova. Los guardaespaldas temen que cualquier d¨ªa de ¨¦stos pueda ocurrir un accidente, como el que tuvo recientemente el ex ministro de Defensa P¨¢vel Grachov, cuyo auto volc¨® en las cercan¨ªas de la ciudad de Riaz¨¢n. Verdad es que Grachov, que actualmente se encuentra hospitalizado, no tuvo la culpa: ¨¦l no conduc¨ªa cuando se produjo el accidente, que cost¨® la vida de una mujer que iba como pasajera en el jeep del ex ministro.-