"1898, guerra en Cuba", cr¨®nica de la p¨¦rdida de la ¨²ltima colonia, en Canal +
La p¨¦rdida en 1898 de las ¨²ltimas posesiones coloniales de ultramar, despu¨¦s de 400 a?os de dominio, caus¨® tal desolaci¨®n en la sociedad espa?ola le la ¨¦poca que esta fecha ha pasado a se?alar uno le los periodos m¨¢s negros y signicativos de la historia contempor¨¢nea de Espa?a. Cuando se conmemora el centenario de estos acontecimientos, Canal + se suma al aniversario con 1898, guerra en Cuba, una serie dividida en dos cap¨ªtulos, que llegar¨¢ esta noche (23.45) y ma?ana, mi¨¦rcoles, (23.33) a la pantalla de la cadena de pago.
La serie documental 1898, guerra en Cuba analiza con rigor el curso de una contienda en la que perdieron la vida miles de hombres y supuso el abandono de un dominio de m¨¢s de 400 a?os. Uno de los logros m¨¢s destacados de esta producci¨®n es que incluye numerosas im¨¢genes grabadas en directo en los campos de batalla. La guerra de Cuba fue el primer conflicto b¨¦lico en ser filmado gracias al cinemat¨®grafo, inventado tres a?os antes, y a la c¨¢mara creada por Edison para tomar im¨¢genes en movimiento, que se completan con fotografias de la ¨¦poca, dibujos y caricaturas publicados en los peri¨®dicos. Los testimonios de familiares y entrevistas a historiadores y expertos en el tema, que aportan su opini¨®n desde diferentes puntos de vista, ocupan tambi¨¦n un lugar destacado en esta lecci¨®n de historia.El primer cap¨ªtulo comienza con el hundimiento del acorazado norteamericano Maine. ?Fue un accidente o una conspiraci¨®n? El, tiempo y la historia, seg¨²n cuenta el documental, hizo justicia. En 1975, una investigaci¨®n confirm¨® que la explosi¨®n fue un accidente. Pero en 1898, este suceso se convirti¨® en un regalo para la prensa amarilla, liderada por William Randolph Hearst. "El, editor ten¨ªa muchas cualidades, pero carec¨ªa de escr¨²pulos. El se encarg¨® de encender la mecha b¨¦lica", afirma el historiador David Nasaw. Hab¨ªa que entrar en guerra con Espa?a para vengar el Maine, apoyar la liberaci¨®n cubana y, de paso, vender muchos peri¨®dicos.
En 1898... no pod¨ªa faltar ni el recuerdo a Jos¨¦ Mart¨ª, poeta, revolucionario y art¨ªfice de la independencia cubana, ni el paso del general Weyler por la isla, que caus¨® la muerte de 300.000 civiles: "Tiene cara de reptil, cuerpo de enano, instinto de chacal y alma de perro", cantaban los mambises o insurrectos cubanos.
El segundo cap¨ªtulo es una cr¨®nica de guerra que narra los acontecimientos ocurridos una vez iniciada la contienda, protagonizados por Theodore Roosevelt, que abandon¨® la pol¨ªtica para demostrar "la hombr¨ªa de Estados Unidos", el almirante Cervera y Topete, el general MacKinley... Espa?a quiso plantar cara al t¨ªo Sam, pero un ej¨¦rcito de 28.000 soldados y 2.000 caballos, al que se sumaron los revolucionarios cubanos, derrotaron en apenas tres meses al ej¨¦rcito espa?ol. El 10 de diciembre de 1898, Espa?a firmaba en Par¨ªs el tratado de paz. Era el fin del imperio. Las ¨²ltimas posesiones alcanzaban as¨ª la independencia bajo la mirada atenta de Estados Unidos: el ¨¢guila de su bandera desplegaba sus alas por aguas del Caribe.
Terminada la guerra, un grupo de intelectuales, encabezado por Unamuno, Azor¨ªn, Valle-Incl¨¢n, Baroja y Machado, abordaron el problema de Espa?a y propusieron soluciones para los retos del siglo XX. "De la airada resaca del 98 surge el discurso modernizador de Espa?a, que se cumple, si se quiere, 100 a?os despu¨¦s", sentencia a modo de conclusi¨®n el historiador Jos¨¦ Varela Ortega.
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