Tres atracadores tirotean a un matrimonio a la puerta de su casa y en pleno d¨ªa en Las Rozas

A la puerta de casa, a plena luz del d¨ªa, rodeados de vecinos y en una zona residencial. As¨ª actuaron ayer los tres atracadores que tirotearon a un matrimonio mientras asaltaban su casa en la lujosa urbanizaci¨®n Las Caba?as II, de Las Rozas. Los ladrones, que se hicieron pasar por operarios de una compa?¨ªa el¨¦ctrica, hab¨ªan provocado anteriormente un apag¨®n en la vivienda. Cuando la pareja se percat¨® de lo que ocurr¨ªa, los atracadores (que ayer segu¨ªan libres) la emprendieron a balazos. En plena calle, el hombre recibi¨® un tiro en el pecho y la mujer en la cadera.

Eran las 10. 15 cuando el jardinero de la urbanizaci¨®n Tom¨¢s Mart¨ªn los vio pasar. Eran tres hombres, dos vestidos con un mono azul sospechosamente limpio y otro con traje oscuro, corbata y una carpeta en la mano. Pararon junto al cajet¨ªn el¨¦ctrico del n¨²mero 72 de la calle de la Comunidad de Canarias. Tom¨¢s, que iba en una furgoneta, vio algo extra?o en ellos: "Su presencia all¨ª no era normal, as¨ª que di media vuelta y pase otra vez junto a ellos". Los supuestos operarios ni se inmutaron y siguieron con su labor. Tom¨¢s, sin m¨¢s que una sospecha, sigui¨® su camino.Poco despu¨¦s, los delincuentes se acercaron al chal¨¦ del n¨²mero 68, justo donde se encontraban Camila Ochoa, de 55 a?os, propietaria de farmacias en Madrid y Alpedrete, y su marido, Juan Dom¨ªnguez, de 57, inventor. En la casa, adem¨¢s, trabajaba en aquel momento una asistenta. Poco se sab¨ªa ayer sobre lo que ocurri¨® a continuaci¨®n. La primera reconstrucci¨®n de la Guardia Civil apunta a que los supuestos operarios manipularon los circuitos el¨¦ctricos del cajet¨ªn y provocaron un corte en el suministro de la vivienda. Luego llamaron a la puerta con la excusa de que quer¨ªan inspeccionar la instalaci¨®n. El marido, ingeniero, sali¨® a la calle y se qued¨® con un falso operario, junto al cajet¨ªn el¨¦ctrico, situado cerca de la puerta del garaje. Los otros dos ladrones entraron en la casa. Fue entonces cuando amenazaron a la mi mujer para robarla.

Camila, sin embargo, consigui¨® alcanzar la calle y reunirse con su marido. Los ladrones, descubiertos, sacaron sus armas y empezaron a disparar. Los vecinos oyeron cinco detonaciones. Camila hab¨ªa sido alcanzada en la cadera y el est¨®mago; su marido, en el t¨®rax.

Los atracadores, tras los disparos, huyeron a la carrera. En las cercan¨ªas, posiblemente, les aguardaba un coche.

Camila, ensangrentada, se puso de pie pese a sus heridas. Empez¨® a dar vueltas en torno a su marido, tendido en el suelo junto a la puerta de la casa. "?Socorro, que alguien me ayude!", grit¨® la mujer. La asistenta, entretanto, presa de un ataque de histeria, rogaba a Dios que les ayudase.

"Que me muero"

Los primeros vecinos y la polic¨ªa local acudieron al lugar de los hechos. Juan Dom¨ªnguez, seg¨²n recuerdan los vecinos, hablaba muy r¨¢pido, apenas se le entend¨ªa. "Dijo algo as¨ª como que les hab¨ªan intentado atracar", se?al¨® una vecina. Poco a poco, el hombre perdi¨® fuerza y sus palabras se fueron agotando. Su mujer, sentada a su lado, le cogi¨® la mano. "Que vengan r¨¢pido, que me muero", fue lo ¨²ltimo que alcanz¨® a decir el hombre. Una vecina, nada m¨¢s ver a los heridos, hab¨ªa llamado al 112 para pedir una ambulancia. Los sanitarios del Sercam llegaron a tiempo para trasladarles al hospital Puerta de Hierro. Ayer segu¨ªan ingresados. Los m¨¦dicos no tem¨ªan por sus vidas.En el lugar de los hechos fueron recogidos cinco casquillos de bala. Se trata, junto a la descripci¨®n de los ladrones, de una de las pocas pistas que tiene la Guardia Civil. Los investigadores han mostrado su preocupaci¨®n por la forma de actuar de la banda, altamente profesional y sin miedo a que les vean el rostro. "No les importa actuar a plena luz del d¨ªa y en una casa habitada. Son peligrosos", se?al¨® una fuente cercana al caso. Otro punto que es objeto de investigaci¨®n es el robo de una caja fuerte que sufri¨® el matrimonio hace dos a?os. La Guardia Civil no descarta la relaci¨®n entre ambos sucesos.