EE UU presenta pruebas de que Irak mantiene la capacidad de fabricar armas de destrucci¨®n masiva
Estados Unidos est¨¢ dispuesto a desencadenar una nueva guerra contra Irak por su presunta posesi¨®n de armas de destrucci¨®n masiva, en concreto, qu¨ªmicas y biol¨®gicas. Con los datos facilitados por los inspectores de la ONU, Washington considera que hay evidencias suficientes no s¨®lo de que el r¨¦gimen de Sadam Husein a¨²n esconde "una peque?a reserva de armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas", sino de que mantiene la capacidad de reanudar con rapidez sus programas de armas no convencionales. As¨ª lo advierte la Casa Blanca en un documento que ayer difundi¨® a trav¨¦s de Internet.
"Hay fuertes evidencias de que Bagdad esconde restos de sus programas de armas de destrucci¨®n masiva y est¨¢ haciendo todos los esfuerzos posibles para preservarlos. Bagdad tambi¨¦n ha aumentado su capacidad de producci¨®n local y sus instalaciones para dise?ar y fabricar [las armas]", asegura el texto de 14 p¨¢ginas elaborado el pasado noviembre y difundido ahora. El documento, al igual que uno similar publicado por Londres a principios de mes, resume el ¨²ltimo informe global de la Comisi¨®n Especial de la ONU para el desarme de Irak (Unscom), que se present¨® en octubre.Los datos son consistentes. Sin embargo, los propios miembros de Unscom se han mostrado muy cautelosos en cuanto a su an¨¢lisis. "Estamos ante algo preocupante, pero no podemos sentarnos aqu¨ª y decirle al Consejo de Seguridad que en el lugar X se encuentran las armas Y", ha manifestado el vicepresidente de la comisi¨®n, Charles Duelfer.
Incertidumbre
"Lo que decimos es que hasta donde sabemos y podemos verificar hay una incertidumbre muy grande en el ¨¢rea biol¨®gica y que Irak no nos ha facilitado explicaciones verificables", ha admitido Duelfer. En palabras del jefe de los equipos de armas biol¨®gicas, Richard Spertzel, la comisi¨®n "tiene m¨¢s preguntas que respuestas sobre el arsenal iraqu¨ª".Aun as¨ª, Estados Unidos sostiene que "Irak puede transformar de forma r¨¢pida y encubierta la producci¨®n de productos biol¨®gicos de uso legal en ¨¢ntrax con s¨®lo cambiar el material seminal". Tambi¨¦n afirma, en el caso de las armas nucleares, que "a pesar de que la producci¨®n de armas y el aparato de investigaci¨®n ha sido destruido, Irak sigue teniendo el deseo de reconstruir su programa armamentista".
Uno de los aspectos en que m¨¢s insiste el documento norteamericano es en que Bagdad "posee a¨²n la suficiente competencia t¨¦cnica para reiniciar la producci¨®n de armas qu¨ªmicas" y biol¨®gicas, y "mantiene un amplio cuadro de ingenieros, cient¨ªficos y t¨¦cnicos nucleares que son la base de su programa nuclear". Aun si los inspectores lograran acabar con todos los dep¨®sitos de armas no convencionales y con los materiales e instalaciones para su fabricaci¨®n, ese capital humano seguir¨ªa ah¨ª. ?C¨®mo autorizar entonces el fin del embargo y la libre importaci¨®n de cualquier tipo de material?
Gustavo ZIauvinen, consejero pol¨ªtico del presidente de Unscom, no entra en consideraciones sobre la oportunidad de levantar las sanciones -"no es nuestro cometido", precisa-, pero despeja la duda sobre c¨®mo afrontar la cuesti¨®n de los expertos, que cifra en "varios cientos".
"Nuestra labor tiene dos facetas", explica Zlauvinen a EL PA?S, "una es encontrar y destruir las armas y otra establecer un sistema de control permanente de las instalaciones de doble uso y de esos profesionales que pueden trabajar en la fabricaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva". Para esto segundo, Unscom no tiene l¨ªmitete, seguir¨¢ vigilando "incluso tras el levantamiento del embargo". Zlauvinen responde de forma afirmativa cuando se le pregunta si Unscom tiene constancia de que haya cient¨ªficos extranjeros trabajando en Irak, tal como se ha especulado en muchas ocasiones. Se niega, no obstante, a revelar nacionalidades o dar m¨¢s datos. "Es nuestra pol¨ªtica no hacer p¨²blica esa informaci¨®n", afirma.
Unscom tampoco revela de qu¨¦ pa¨ªses o empresas provienen los env¨ªos no autorizados por el consejo de sanciones de la ONU que sus inspectores han interceptado vanas veces. 'Informamos de forma confidencial al Gobierno correspondiente y solicitamos su ayuda para averiguar si ha habido otros env¨ªos que no hayamos detectado. Ahora bien, las posibles violaciones a las leyes nacionales de esas empresas escapan a nuestro control", explica Zlauvinen.
Acabar con las ventas a Irak de esos productos peligrosos parece una forma m¨¢s sencilla de evitar el rearme iraqu¨ª. Sin embargo, los expertos de la ONU no se hacen ilusiones al respecto. No s¨®lo algunas empresas puede lograr escapar el control de sus Gobiernos o incluso contar con su connivencia, sino que muy a menudo productos aparentemente inocuos tienen un doble uso muy peligroso.
"Una empresa obtiene autorizaci¨®n del consejo de sanciones y vende a Irak cloro para potabilizar el agua", explica Zlauvinen, "pero el cloro puede utilizarse tambi¨¦n en la fabricaci¨®n de armas qu¨ªmicas". De ah¨ª que los inspectores controlen el uso efectivo que Irak hace de algunos productos. Las discrepancias entre las compras de ciertos materiales susceptibles de doble uso y su utilizaci¨®n efectiva es una de las principales fuentes de Unscom para saber qu¨¦ tipos de armas puede esconder Irak (v¨¦ase el apoyo).
Aun as¨ª, si se levantaran las sanciones, EE UU advierte del riesgo de que Bagdad pudiera "reanudar r¨¢pidamente -tal vez en un a?o- la producci¨®n de misiles Scud" y "fabricar materia fisionable para un artefacto nuclear en unos cinco a?os". Aunque en este ¨²ltimo caso, el informe reconoce que requerir¨ªa "considerable ayuda desde el exterior".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.