Italia dificulta la entrada de extranjeros y establece una cuota fija anual
Las fronteras italianas dejar¨¢n de ser lo que los socios europeos han calificado de colador por el que se cuelan cada a?o miles de inmigrantes clandestinos. Pero el Gobierno aceptar¨¢ anualmente una cuota de trabajadores "extracomunitarios" para satisfacer las necesidades de las florecientes empresas de Veneto y Lombard¨ªa. Estos son los aspectos esenciales de la nueva ley de inmigraci¨®n aprobada por el Senado el jueves por la noche. Los inmigrantes clandestinos ser¨¢n escoltados hasta la frontera por la polic¨ªa y se castigar¨¢ con hasta 12 a?os de c¨¢rcel el tr¨¢fico de seres humanos. Por el contrario, a quienes entren de manera legal en busca de un trabajo, el Estado les ofrece una equiparaci¨®n legal casi total con la de los ciudadanos nacionales.Todos los partidos que integran la mayor¨ªa del Gobierno de centro-izquierda votaron a favor de una ley que hab¨ªa recibido el visto bueno de la C¨¢mara de Diputados en noviembre pasado y a la que el Senado no ha a?adido ni quitado una coma. La oposici¨®n vot¨® en contra -alguno de los partidos menores opt¨® por abstenerse- de un texto "demag¨®gico", pero s¨®lo una fuerza pol¨ªtica, la Liga Norte, mostr¨® su rechazo absoluto abandonando el hemiciclo. Para la Liga, la nueva ley propiciar¨¢ una marroquizaci¨®n del pa¨ªs. Dicho en otras palabras, potenciar¨¢ la presencia de "extra comunitarios" en un pa¨ªs donde viven ya 1.200.000, seg¨²n cifras de C¨¢ritas referidas a 1997.
La nueva ley representa al mismo tiempo una amenaza para los 150.000 inmigrantes irregulares que, seg¨²n c¨¢lculos oficiosos, residen en Italia. A¨²n as¨ª, el Gobierno acepta una moratoria que permitir¨¢ al menos a una parte de ellos regularizar su situaci¨®n. En todo caso, quedan pendientes los casos de unos 50.000 inmigrantes ilegales, y sobre este asunto tendr¨¢ que pronunciarse el Ministerio del Interior.A juicio del Gobierno, el nuevo texto -revisable cada tres a?os supone una actualizaci¨®n definitiva de Italia con la legislaci¨®n de los socios europeos. Para empezar, programa el flujo de entrada de inmigrantes de acuerdo con las exigencias del mercado laboral italiano.
Aparte de esta cuota de entradla anual que fijar¨¢ el Gobierno, la ley crea la figura del "patrocinador", una persona o asociaci¨®n que se hace cargo del trabajador extranjero y le garantiza un alojamiento, abriendo otra v¨ªa de acceso a los "extracomunitarios".
Los inmigrantes que superen los cinco a?os de estancia en el pa¨ªs desarrollando una actividad laboral tendr¨¢n la posibilidad de obtener un permiso de residencia ilimitado que les dar¨¢ derecho a las prestaciones sanitarias y acceso a, las viviendas populares. La equiparaci¨®n de derechos con los ciudadanos italianos no llega a las urnas. Los inmigrantes no podr¨¢n votar.
Intentar disuadir
Pero si el Gobierno se muestra partidario de regularizar con una ¨®ptica m¨¢s humana la vida de los inmigrantes legales, la nueva ley da satisfacci¨®n a las peticiones llegadas de otros pa¨ªses, sobre todo del Gobierno alem¨¢n, que han criticado la permisividad italiana respecto a las oleadas de clandestinos que desembarcan en el sur camino de Alemania o Francia.De un lado se trata de disuadir a los inmigrantes sin documentaci¨®n ni permisos de trabajo de embarcarse en un viaje a Italia que ahora ser¨¢ de inmediato retorno. De otro, se pretende castigar a quienes han convertido la desesperaci¨®n de centenares de miles de personas que huyen de sus pa¨ªses en busca de una vida mejor, en un negocio tan lucrativo como el tr¨¢fico de drogas o de armas. La nueva legislaci¨®n contempla penas de entre 4 y 12 a?os para los implicados en este tr¨¢fico.
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