Cibeles - El Pardo, seis minutos
Suelta infantil de palomas mensajeras en la jornada 'Comunicaci¨®n, Ej¨¦rcito y paz'
Es un ser peque?o y resistente. Capaz de hacer esfuerzos ¨ªmprobos. Como el de recorrer la distancia entre la plaza de Cibeles y El Pardo en apenas seis minutos. Se cree que su cerebro posee componentes de magnetita que le permiten orientarse en vuelo por el magnetismo tel¨²rico y dirigir su singladura desde y hacia su nido. Se trata de la paloma mensajera.
Puede recorrer hasta 100 kil¨®metros a la hora. Se alimenta de ma¨ªz, mijo y avena. Vive hasta doce a?os y desde los tres meses puede ser adiestrada, mediante desplazamientos progresivos, para llevar mensajes a 1.000 kil¨®metros de distancia. Vuela sin detenerse m¨¢s que a beber. A veces ha de combatir contra rapaces y esquivar disparos de cazadores. Es disciplinada. Y leal.
Por todo ello, desde los egipcios, las palomas mensajeras son empleadas como eficaz sistema de comunicaciones. El Ej¨¦rcito cuenta en el Centro de Transmisiones de El Pardo con un departamento de colombofilia al mando del teniente coronel Antonio Mayand¨ªa. El teniente Villamanzo es tambi¨¦n uno de los principales conocedores de la sorprendente capacidad de estas aves y coordina, con dos sargentos y un cabo, el grupo de especialistas.
Precisamente ayer celebraban el 75? aniversario de la fundaci¨®n, por real decreto, de este servicio. Doscientas palomas adiestradas fueron soltadas para la ocasi¨®n desde el jard¨ªn del palacio de Buena Vista, sede del Cuartel General del Ej¨¦rcito, en la plaza de Cibeles. La suelta de las mensajeras se inscrib¨ªa en una jornada de puertas abiertas a los ni?os centrada en Las comunicaciones y el Ej¨¦rcito en la paz. Varios centenares de ni?os de seis colegios madrile?os fueron invitados.
Semanas atr¨¢s, los colegiales hab¨ªan concursado con dibujos sobre tal tema. Ayer, poco antes de la suelta, fueron otorgados tres premios a los mejores trabajos escolares. Tres chicas, Estefan¨ªa Ferrer, Marta Zorrilla y Alma G¨®mez, obtuvieron los premios. Cada una de ellas coloc¨® un mensaje, colombograma, en un estuchito de alumnio, portacolombograma, sujeto por dos gomitas a las patas de las palomas.
El teniente coronel Mayand¨ªa dio la salida. Tres aves levantaron el vuelo batiendo sus alas con destreza profesional. Al poco, diez ni?os y ni?as de los colegios asistentes tomaron cada uno una paloma. Con los labios y los pu?os apretados, aguardaron la voz de mando y las soltaron. Luego, otras doscientas aves enjauladas salieron de su encierro. Dibujaron en el aire un abanico desplegado de plumas en movimiento. Algunos ni?os y ni?as las despidieron con un adi¨®s emocionado.
Las palomas se irguieron hacia el cielo desde el tupido, arbolado del jard¨ªn del Cuartel General. Cruzaron velozmente la calle de Alcal¨¢ y desaparecieron en direcci¨®n a su palomar. S¨®lo una qued¨® quieta sobre un casta?o de Indias. Pero alz¨® el vuelo.
Tan s¨®lo seis minutos despu¨¦s, la primera paloma llegaba al Regimiento de Transmisiones de El Pardo, a una decena de kil¨®metros de Madrid, direcci¨®n norte. El mensaje infantil alojado en su patita dec¨ªa: "La paz es la convivencia de todos".
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