"Uno de los errores de Kohl ha sido su poco inter¨¦s por la econom¨ªa
Gerhard Schr?der, el jefe del Gobierno de Baja Sajonia, ten¨ªa aspecto fatigado ayer cuando EL PA?S le entrevist¨® en Hannover. El pol¨ªtico, de 53 a?os de edad, hab¨ªa dejado abierta la puerta de su despacho, como si quisiera facilitar el paso a quienes le visitan, conscientes de que los comicios de Baja Sajonia pueden decidir este domingo qui¨¦n conducir¨¢ la tercera potencia econ¨®mica mundial al pr¨®ximo milenio. La campa?a concluye hoy en Hannover, la capital del Estado federado, con un mitin en el que intervendr¨¢ Oskar Lafontaine, el presidente del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) y rival de Schr?der en la carrera para lograr la candidatura del SPD. Su objetivo es el mismo: echar a Helmut Kohl del Gobierno federal.
Pregunta. Usted se dirige al Nuevo Centro. ?Qu¨¦ grupos est¨¢n incluidos en ese concepto y a qui¨¦nes votaron en las ¨²ltimas elecciones?
Respuesta. Por Nuevo Centro entiendo varias capas sociales: los trabajadores especializados, que no se ven como radicales, sino como burgueses en el sentido cl¨¢sico; los intelectuales, los artesanos y los peque?os y medianos empresarios. Se trata de gente muy diferente, que puede votar tanto a la CDU [Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica] como al SPD o a los Verdes, o a los liberales. Dicho simplemente: el que no est¨¢ contra nosotros est¨¢ por nosotros.
P. ?A qu¨¦ debe renunciar el SPD para ser atractivo?
R. Lo m¨¢s importante para este Nuevo Centro es la modernizaci¨®n de la econom¨ªa y de la sociedad. Es decir, organizar de forma m¨¢s flexible el trabajo, enfocar de otro modo el progreso t¨¦cnico y cient¨ªfico, considerar m¨¢s las posibilidades que los riesgos y establecer una nueva relaci¨®n entre el Estado y la econom¨ªa, en la que el Estado vea m¨¢s a los ciudadanos como clientes que como s¨²bditos.
P. En oto?o, usted difundi¨® sus tesis econ¨®micas, un documento m¨¢s atrevido que las tesis aprobadas en el congreso del SPD en diciembre de 1997. ?Han sido arrinconadas aquellas tesis, que hablaban, por ejemplo, de fomentar la competencia?
R. Si el SPD decide que sea yo el que lo haga [competir por la canciller¨ªa federal en las elecciones], se desarrollar¨¢n mis propias f¨®rmulas sobre la base de aquellas tesis. El programa electoral contendr¨¢ los principales elementos de aquel documento. Y si tengo que pronunciar el discurso del candidato, ¨¦ste ser¨¢ tambi¨¦n en aquel estilo.
P. ?Por qu¨¦ le cuesta al SPD aceptar la competencia?
R. No es que le cueste, pero las grandes organizaciones siempre tienden al compromiso. Para m¨ª, lo importante es que la innovaci¨®n como tema figurara claramente en las resoluciones del partido, que quedara claro que era m¨¢s importante pagar el trabajo que pagar el paro, y que la modernizaci¨®n de la econom¨ªa y la sociedad est¨¢n en concordancia con una mayor flexibilidad y una mejor utilizaci¨®n de m¨¢quinas e instalaciones.
P. Recientemente, al escucharle, tuve la impresi¨®n de que, si el SPD gana las elecciones y usted llega a ser canciller, se concentrar¨¢ m¨¢s en la pol¨ªtica interior alemana que en la pol¨ªtica internacional.
R. Es verdad. Creo que el asunto central del Gobierno debe ser claramente la modernizaci¨®n y los asuntos internos. Y uno de los errores d¨¦ Koffl ha sido su poco inter¨¦s por la econom¨ªa. En los ¨²ltimos a?os, Koffl se ha convertido en un pol¨ªtico especializado en temas internacionales. Y en pol¨ªtica interior se ha pasado de muchas cosas.
P. ?Cree usted que el SPD necesita un nuevo Bad Godesberg ideol¨®gico [programa de 1959 que supuso la renuncia de los socialdem¨®cratas alemanes al marxisino]?
R. No. El SPD comenz¨® entonces un proceso de ruptura con las teor¨ªas marxistas. Lo que debemos fijar son nuevos temas claves.
P. ?Se ha quedado rezagado el SPD en relaci¨®n con las reformas de otros partidos, como el Partido Laborista brit¨¢nico?
R. Creo que no. Los laboristas tuvieron su Godesberg hace cinco a?os, y fue muy espectacular, con una ruptura de sus viejas tradiciones y con un cambi¨® en su direcci¨®n. Una pol¨ªtica de relevos personales es m¨¢s perceptible que los procesos de car¨¢cter continuo que se dan en el SPD.
P. ?Cree usted que la relaci¨®n entre la direcci¨®n del SPD y la organizaci¨®n debe ser otra?
R. No. En principio, no. La formaci¨®n de las estructuras en el interior del partido funciona. Otra cosa es que en los congresos se tomen decisiones que ocasionalmente no tienen nada que ver con la realidad. La direcci¨®n del partido tiene que ayudar a comprender que, cuando las teor¨ªas chocan con la realidad, tal vez las teor¨ªas son falsas, y no s¨®lo la realidad.
P. ?Debe revisarse la cultura de consenso t¨ªpica de la RFA?
R. No, al contrario, es uno de los puntos fuertes del modelo alem¨¢n, y en el caso del sureste asi¨¢tico, uno puede ver ad¨®nde conduce la falta de consenso.
P. ?Y la responsabilidad individual?
R. Hay una relaci¨®n dial¨¦ctica entre la responsabilidad individual y la seguridad colectiva. Dar seguridades en materia de pensiones y sanidad no es una alternativa a la responsabilidad individual. Se trata de un complemento. Admito que en el futuro le podemos dar m¨¢s peso.
P. ?Considera una gran coalici¨®n con la CDU?
R. No es una opci¨®n estrategica, pero tampoco una cat¨¢strofe. Si fracasa la coalici¨®n entre el SPD y los Verdes, la gran coalici¨®n puede ser una posibilidad. No se le puede decir al pueblo que vote otra vez porque no nos gusta el resultado.
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