Los polic¨ªas se niegan a formar parte de la nueva unidad de gr¨²as
La reci¨¦n creada Unidad Operativa de Gr¨²as de la Polic¨ªa Municipal de Madrid, destinada a limpiar las calles de veh¨ªculos mal aparcados, se ha encontrado con dos baches antes de echar a rodar. Tras hacerse p¨²blica su orden de creaci¨®n, el 16 de enero pasado, s¨®lo una quincena de polic¨ªas pidieron incorporarse a alguna de las 120 plazas de este nuevo grupo motorizado. Casi ninguno de estos voluntarios, seg¨²n fuentes municipales, opt¨®, adem¨¢s, por un puesto de calle, sino que solicit¨® plaza de sargento (mando) o en oficinas. Ante esta falta de voluntarios, la direcci¨®n de la Polic¨ªa Municipal tuvo que convocar una segunda vuelta el pasado 3 de febrero.
Al problema generado por esta falta de entusiasmo en la tropa se ha sumado una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid que anula la posibilidad de ordenar el traslado forzoso de agentes para cubrir de forma permanente las plazas vacantes.
Estos dos escollos han puesto en un brete el empe?o del concejal de Polic¨ªa Municipal, Jos¨¦ Ignacio Echeverr¨ªa, de despejar la circulaci¨®n y aumentar este a?o, con apoyo de la citada unidad, hasta 233.000 los veh¨ªculos retirados de la v¨ªa p¨²blica (46.000 m¨¢s que el a?o pasado). Para dar salida a este atasco, el director de servicios de la Polic¨ªa Municipal, Jos¨¦ Manuel Morales, se ha enfrascado en la b¨²squeda de una v¨ªa de escape. La m¨¢s avanzada consiste en acogerse a un apartado del reglamento policial que permite el traslado de agentes de una unidad a otra por un tiempo m¨¢ximo de dos meses al a?o. Por medio de esta v¨ªa se enviar¨ªan de forma rotatoria agentes de tr¨¢fico al grupo de gr¨²as. Esta soluci¨®n permitir¨ªa salvar la falta de voluntarios. Una carencia que los responsables municipales reconocen, pero que achacan a la presi¨®n de los sindicatos hacia los agentes. "Sus cr¨ªticas no son laborales, sino pol¨ªticas", se?ala Morales.
PASA A LA P?GINA 3
Anuncio de denuncia
El Ayuntamiento quiere suplir la falta de voluntarios para la gr¨²a con traslados temporales
Este sindicato, adem¨¢s, blande una amenaza concreta: si la soluci¨®n de los turnos no prospera y se opta por el traslado forzoso y permanente, se denunciar¨¢ por prevaricaci¨®n al Ayuntamiento. Este paso se sustentar¨ªa en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que responde a un recurso presentado en 1995 por CC OO contra varios art¨ªculos del Reglamento del Cuerpo de Polic¨ªa Municipal. El fallo, emitido hace dos meses, anula en su pr¨¢ctica totalidad el art¨ªculo 50 de dicha norma, precisamente aquel que regula los traslados forzosos para cubrir permanentemente una plaza. Los magistrados consideran que tal y como lo plantea el reglamento este tipo de cambio s¨®lo es admisible cuando responde a una sanci¨®n disciplinaria firme (el ¨²nico supuesto que aceptan).El primer enunciado del art¨ªculo anulado ofrec¨ªa un caso similar al de la unidad de gr¨²as, es decir, autorizaba el traslado forzoso de destino o de turno "tras producirse una vacante y no haber sido cubierta voluntariamente". Los magistrados se?alan que este precepto convert¨ªa el traslado forzoso en un supuesto normal de provisi¨®n de puestos. Un hecho que la sentencia considera "inadmisible" debido a la "excepcionalidad" que ha de justificar la utilizaci¨®n de esta medida.
Un segundo supuesto del citado art¨ªculo era el traslado forzoso "como medida cautelar en procedimiento disciplinario". Los magistrados, para anular esta posibilidad, se basan en que la Ley de Coordinaci¨®n de Polic¨ªas Locales s¨®lo admite tres tipos de medidas preventivas en la tramitaci¨®n de un expediente sancionador: la suspensi¨®n por un periodo m¨¢ximo de seis meses, la retirada temporal del arma y la credencial, y la prohibici¨®n de acceso a las dependencias policiales.
El tercer apartado anulado corresponde al que permit¨ªa el traslado forzoso de los agentes "cuando la conducta o el rendimiento -del funcionario no sea compatible con la realizaci¨®n de la tarea espec¨ªfica que est¨¦ llamado a desempe?ar o con el trato hacia los compa?eros o con el p¨²blico".
La sentencia recuerda que este supuesto convierte el traslado en una "sanci¨®n encubierta, impuesta sin seguir el procedimiento legalmente establecido y sin respetar el derecho de defensa y de presunci¨®n de inocencia".
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