Calor humano para la fr¨ªa pol¨ªtica

Gertraud Knoll, de 39 a?os, est¨¢ dispuesta a emprender la campa?a electoral con el menor de sus tres hijos, Levi, de cinco meses, en brazos. La firme decisi¨®n de esta ambiciosa, aunque compasiva, mujer fue recibida con euforia por muchos austr¨ªacos que estaban hasta ahora decepcionados ante el panorama que se presentaba para las elecciones presidenciales del 19 de abril. "Estoy dispuesta a zambullirme en las aguas fr¨ªas de la pol¨ªtica, a las que no les vendr¨ªa mal un poco de calor humano", ha dicho. La obispo protestante, candidata independiente, no s¨®lo encuentra apoyo entre quienes carecen de un partido predilecto, sino tambi¨¦n, individualmente, entre miembros de todos los partidos con la excepci¨®n del liberal derechista de Joerg Haider.La nueva alternativa proporciona particular alegr¨ªa a algunos socialdem¨®cratas que no aceptan que su partido haya desistido de designar esta vez un candidato propio a las urnas. Y aunque parezca absurdo, hasta la presidenta del Foro Liberal, Heide Schmidt, inmediatamente declar¨® su apoyo a la que ser¨¢ su rival.

Ante estas perspectivas, no se descarta que esta joven elegante y emancipada pueda vencer al actual presidente, el conservador Thomas Klestil, de 65 a?os, que hasta el momento es el candidato con mejores pron¨®sticos, si bien est¨¢ perdiendo popularidad a ra¨ªz de un esc¨¢ndalo sobre el cobro de una jubilaci¨®n y, sobre todo, despu¨¦s de su simb¨®lico abrazo con Joerg Haider.

Precisamente el rechazo a la xenofobia que instiga este l¨ªder derechista y las cr¨ªticas contra las restrictivas leyes de asilo en Austria son los ¨²nicos referentes claros en el perfil pol¨ªtico de la obispo, que se ve todav¨ªa como una p¨¢gina en blanco. "Si llego a presidenta, seguir¨¦ siendo lo que soy: cristiana y mujer". La sede presidencial en el antiguo palacio imperial de los Habsburgo se llenar¨¢ de ni?os como en la ¨¦poca de la emperatriz Mar¨ªa Teresa, "que tuvo 16 hijos y supo gobernar su imperio", dijo ayer Knoll bromeando en una bulliciosa conferencia de prensa en la que respondi¨® con destreza a un interrogatorio que apuntaba a sus dos puntos flacos: ?c¨®mo se compagina su cargo religioso con una democracia laica? y ?c¨®mo espera manejar los asuntos pol¨ªticos una madre de familia que s¨®lo sabe de religi¨®n?

El primer interrogante est¨¢ resuelto, porque a¨²n siendo desde 1985, como primera mujer obispo en Austria, la responsable de la di¨®cesis de Burgenland, en la frontera con Hungr¨ªa, donde atiende a 35.000 creyentes, Knoll puede tomarse una excedencia para el periodo de campa?a electoral, y en caso de llegar a la presidencia de Estado, abandonar¨¢ por completo su carrera religiosa. En este sentido, los cargos eclesi¨¢sticos protestantes no son comparables con los cat¨®licos. Knoll dijo que en un primer momento, la c¨²pula de la Iglesia evang¨¦lica se mostr¨® estupefacta cuando supo de su atrevimiento, pero ahora todo ha vuelto a su cauce. A fin de cuentas, el protagonismo de la pastora podr¨ªa contribuir a la popularidad de los protestantes, sobre todo ahora que la Iglesia cat¨®lica en Austria est¨¢ pasando por una grave crisis motivada por las denuncias de pederastia del cardenal Hans Groer y por las discrepancias entre obispos conservadores y liberales. Este pa¨ªs de 8 millones de habitantes es de mayor¨ªa cat¨®lica, y s¨®lo el 5% es protestante.

En cuanto a la agenda pol¨ªtica, Gertraud Knoll no esconde que necesita el consejo de expertos para ponerse al d¨ªa. Consciente de tener a su favor un curr¨ªculo intachable, la religiosa destaca que el presidente de Austria, elegido por sufragio directo, tiene ante todo una funci¨®n representativa, mientras que las decisiones pol¨ªticas est¨¢n a cargo del Gobierno. Reconoce que un tema primordial para Austria es la pol¨ªtica de seguridad, pero desde su perspectiva cristiana no cree en soluciones militares.

Knoll opina que el mayor riesgo de inestabilidad es el abismo entre pobres y ricos, la desocupaci¨®n y la discriminaci¨®n de los m¨¢s d¨¦biles, y no define su posici¨®n acerca del permanente debate sobre el ingreso de Austria, pa¨ªs neutral, en la OTAN.