Volantes con hechizo
El Pabell¨®n de Cristal de la Casa de Campo acoge todo el lujo de los coches cl¨¢sicos en el tercer sal¨®n Retrom¨®vil
Una mano pasa un pa?o seco sobre los remaches plateados de una carrocer¨ªa mientras un joven fotograf¨ªa cada detalle de este Cadillac Thunderbird de 1957. Se ve, pero no se toca: su precio, 5.500.000 pesetas. "Ya me gustar¨ªa tenerlo, ya, pero es una pasta. Me conformo con verlo de cerca y echarle unas fotos", dijo el admirador.La tercera edici¨®n del sal¨®n internacional del autom¨®vil de ¨¦poca, cl¨¢sico y deportivo Retrom¨®vil 98 comenz¨® ayer en el Pabell¨®n de Cristal de la Casa de Campo. Hasta ma?ana, 250 coches y 400 motocicletas esperan a los enamorados del motor. Algunos son ejemplares ¨²nicos. Predomina la exhibici¨®n de piezas de coleccionista, aunque algunos modelos est¨¢n a la venta. ?Los precios?: desde las 600.000 pesetas que cuesta un Mini hasta los 75 millones de un Mercedes de principios de siglo, propiedad del Real Autom¨®vil Club (RACE), que no est¨¢ en venta. El negocio del veh¨ªculo de coleccionista est¨¢ en alza, y la feria resulta una buena plataforma para acercar este mundo al p¨²blico, seg¨²n Paco G¨®mez, uno de los organizadores. "En Espa?a esto a¨²n no mueve cantidades demasiado altas, pero en otros pa¨ªses europeos se maneja much¨ªsimo dinero", a?adi¨®. A pesar del paso de los a?os, la conservaci¨®n de la mayor¨ªa de los veh¨ªculos es magn¨ªfica, desde los m¨¢s modestos, como el Isetta (el coche-huevo), los Mini o los Seat 600 hasta los esplendorosos Rolls-Royce o los m¨ªticos Hispano-Suiza.
El Alfa Romeo 2.300 Berlinetta Mille Miglia de 1938 del madrile?o Alain Lecocq es una de las joyas de la feria. El autom¨®vil conquist¨® el primer premio en la categor¨ªa de Gran Turismo en el concurso de coches cl¨¢sicos Louis Vuitton, uno de los m¨¢s importantes del mundo. Muy cerca, un Rolls oficial que perteneci¨® a la esposa del presidente de EE UU Richard Nixon se somete a una sesi¨®n fotogr¨¢fica. "Es precioso, es una perfecci¨®n", se?al¨® un aficionado.
Pero la novedad de la edici¨®n de este a?o, aunque tambi¨¦n funciona sobre cuatro ruedas, es m¨¢s grande que un coche: se trata de un autob¨²s Guy de dos pisos que durante los a?os cuarenta y cincuenta transit¨¦, por las calles de Madrid. La Empresa Municipal de Transporte (EMT) compr¨® 30 de estos autobuses, de origen brit¨¢nico, y hoy s¨®lo queda uno, que permanece guardado en las cocheras de Chamart¨ªn. De forma excepcional, y al venir destinado a Espa?a, llevaba el volante y el salpicadero a la izquierda. "Recuerdo cuando ¨ªbamos por la calle de O'Donnell montados en estos autobuses. Cuando estaban muy cargados de gente, la carrocer¨ªa rozaba el suelo y parec¨ªa que iba a volcar en las curvas", recordaba ayer Antonio Iglesias, un expositor.
De la nostalgia de aquel Madrid m¨¢s castizo el visitante se traslada al EE UU del rock and roll, las luces de ne¨®n, las chapas de Pepsi y los surtidores de gasolina: tres j¨®venes rodeaban un enorme Oldsmobile blanco de 1958. A pocos metros sale a la venta un pedazo de historia en forma de coche: el Cadillac negro blindado de seis toneladas de peso que el presidente rumano Nicolae Ceausescu regal¨® a su camarada Santiago Carrillo. El cristal de la ventanilla delantera est¨¢ salpicado por impactos de bala. "Quer¨ªan comprobar si el blindaje era efectivo, y vaya si lo era", se?al¨® Concha, vendedora de autom¨®viles, quien explic¨® que, a pesar de sus 50 a?os de historia, el coche funciona a la perfecci¨®n: "Hicimos el Rally del Fr¨ªo, y subi¨® Cotos y El Paular como un campe¨®n". La historia, en venta y sobre ruedas.
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