Cesar
Seg¨²n leo en La Vanguardia, un banco de origen brit¨¢nico ha determinado jubilar a su personal apenas cumplen los 51 a?os. Tarde o temprano, algo as¨ª ten¨ªa que llegar. Excepto unos cuantos oficios donde es, posible desenvolverse con la larga tradici¨®n del aprendizaje, el resto reposa hoy sobre un espacio de gran inestabilidad.A gentes en los cincuenta les ofrecen aqu¨ª y fuera de Espa?a otros empleos si se avienen a la flexibilidad. Unas veces esa flexibilidad consiste en cobrar menos; otras, en hacer algo inferior, y, otras m¨¢s, en aceptar cambios de residencia. Toda la vida para afianzarse en un lugar, y la supervivencia laboral se f¨ªa a la disposici¨®n para rehusar el proyecto residencial de toda la vida. No es, con todo, el caso de inflexibilidad peor. Lo que se advierte muy a menudo entre los habitantes de esta generaci¨®n es la dificultad para acomodar la corteza cerebral, el aparato reflexivo o lo que sea, a una manera de pensar tecnomec¨¢nica, que requiere, a su vez, una instrucci¨®n desde la cuna. Hay actualmente tanta distancia cerebral entre un ni?o adiestrado en los videojuegos de Nintendo y un se?or casado como entre un malabarista y su correspondiente espectador.
Una mitad de las altas en el r¨¦gimen general de jubilaci¨®n que se registraron el a?o pasado era de trabajadores con 60 a?os o menos. Pasados los cincuenta, a la invasi¨®n de un cansancio f¨ªsico cada vez m¨¢s obstinado se suma el esfuerzo de entender el acertijo de las nuevas tareas. Precisamente cuando la mente se vuelve m¨¢s di¨¢fana y los contornos del gozo o el dolor se hacen m¨¢s n¨ªtidos, el juicio m¨¢s preciso y la ponderaci¨®n m¨¢s plena, llega el momento de cesar. Nunca fue del todo exacto que somos s¨®lo lo que hacemos. Pero no hacer es como quedarse a ciegas, y con el perro del pensamiento extraviado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.