Empacho en el Tartiere
Oviedo y Valencia se pierden en un juego al contraataque
El Oviedo-Valencia, incluso en los n¨²meros del marcador final, fue un rendido homenaje a la bella Italia. Bella en casi todo, salvo en el estilo de su f¨²tbol m¨¢s genuino, ese juego encorsetado por el empacho t¨¢ctica, feo de apariencia y m¨¢s propenso a la destrucci¨®n que un martillo neum¨¢tico.El Valencia es un equipo de marcada tendencia italiana. Su entrenador, Claudio Ranieri, naci¨® all¨ª y ha grabado su sistema seg¨²n el molde m¨¢s representativo del calcio. ?scar Tabarez, el entrenador del Oviedo, procede en origen de otra escuela muy diferente, pero su paso por Italia debi¨® dejarle marcada la impronta del viejo catenaccio. Ni a ¨¦l ni a Ranieri les va del todo mal y ayer, fieles al molde, se vieron ambos ante un gran dilema. El nudo gordiano era un choque entre dos equipos obsesionados por jugar a la contra.
Fue el Valencia el que se encontr¨® con la horma de su zapato. De pronto, Ranieri vio a sus hombres conminados a poseer el bal¨®n y a tener que subirse hasta campo enemigo, donde el Oviedo esperaba, como lleva toda la Liga esperando.
Buscando la l¨ªnea del frente, y relegando la l¨ªnea medular a un trabajo propio de zapadores, el Valencia lleg¨® aisladamente ante los dominios de Esteban y apenas acert¨® a dejar el sello de marca de Ilie. El rumano es el hallazgo del invierno; un ariete lleno de clase, que se estrell¨® ante Esteban tras 19 minutos iniciales absolutamente somn¨ªferos.
El gui¨®n plano y previsible del partido pudo reescribirse a partir de la expulsi¨®n de C¨¢ceres, justo tras el descanso. El Valencia no dud¨® en darle al Oviedo un resquicio para que ¨¦ste saliera de su escondite. Pero ni as¨ª. Las intenciones de Tabarez quedaron bien claras cuando Dubovski compareci¨® en escena y lo hizo a costa de la retirada de Juan Gonz¨¢lez. En cuanto a Ranieri, su movimiento de peones fue una declaraci¨®n de principios. Su equipo se hab¨ªa quedado con 10 jugadores y el dedo se?al¨® que quien sobraba era el delantero centro, aunque ¨¦ste no fuera otro que Ilie.
El partido volvi¨® a ser lo que otros muchos anteriores en el Carlos Tartiere; una ri?a sorda y tumultuosa y, surgiendo de la nada, la pierna izquierda de Pompei, otro de los acontecimientos de la temporada, acostumbrado ya a trabajar en medio de un desierto de iniciativas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.