La amiga de Dumas reconoce que Elf la contrat¨® para presionarle
La situaci¨®n de Roland Dumas se complica. El antiguo ministro de Exteriores franc¨¦s (1984-1986 y 1988-1993) es el blanco de las pesquisas de dos jueces que quieren saber si existe alguna relaci¨®n entre su dinero -el equivalente a 250 millones de pesetas- y el que pag¨® la compa?¨ªa petrolera Elf-Aquitaine a su amiga Christine Deviers-Joncours para comprar los favores del ministro. Dumas es hoy el quinto hombre del Estado franc¨¦s por su cargo al frente del Consejo Constitucional.
Deviers-Joncour, ¨ªntima amiga de Dumas que fue contratada por Elf para presionarle en la venta en 1991 a Taiwan de seis fragatas Thomson, ha admitido haber recibido de Elf 45 millones de francos como comisi¨®n (1.125 millones de pesetas). "Desde la ¨¦poca de De Gaulle, Francia ten¨ªa un compromiso con la China Popular para no contribuir al rearme de Taiwan. Pensaban que dada mi amistad yo podr¨ªa influir sobre Dumas y que ser¨ªa muy ¨²til pol¨ªticamente".La amiga del ex ministro asegura haber fracasado en su tarea como lobbysta y haber despertado las iras de Alfred Sirven, hoy en fuga y entonces brazo derecho del que era presidente de Elf, Lo?k Le Floch-Prigent. "Sirven me trat¨® de nulidad ya que no era capaz de hacer cambiar de parecer a Dumas". Interviene entonces una extra?a mezcla de temor y pundornor profesional de corruptora: "Tuve miedo y simul¨¦ que el asunto progresaba". Cuando Sirven supo que la venta se realizaba pidi¨® a Thomson la comisi¨®n prometida pero los fabricantes no quisieron hacerla efectiva. En cambio Sirven -"para que yo no le molestase m¨¢s", dice la amiga de Dumas- s¨ª le abon¨® a ella los 45 millones de francos.
Roland Dumas, de 75 a?os, que no tiene "acceso a ninguno de los elementos del sumario", afirma que puede 'Justificar todas las cantidades" que pasaron por sus cuentas. Se trata del fruto de la venta de "activos personales" y de su "actividad profesional". Lo malo es que entre 1991 y 1993, en tanto que ministro, no ten¨ªa derecho a ejercer como abogado y que las "dos obras de arte, un Picasso y un Giacometti, un bajo-relieve y una escultura" que asegura haber vendido, fueron expuestas, en 1995, en el Museo de Arte Moderno, en una muestra de coleccionismo privado. Entonces ¨¦l dec¨ªa en el cat¨¢logo "no haberse separado nunca" de ninguna de sus obras.
Aunque Dumas pueda realmente explicar la procedencia de todos sus ingresos en efectivo -"en billetes usados de 500 francos que nos tra¨ªan dos colaboradoras de Dumas", cuenta una empleada de bancaotras cosas resultan escandalosas aunque sean legales. Deviers-Joncour habla de disponer de un sueldo de 200.000 francos mensuales (5 millones de pesetas). Dumas admite a Le Monde que sacaba cada mes entre 50.000 y 60.000 francos del ministerio "para invitar a comer a personalidades extranjeras"; Deviers-Joncour, con su tarjeta de cr¨¦dito Elf, le pag¨® unos botines a medida a Dumas. Precio: 11.000 francos (275.000 pesetas). Preguntado por Le Monde, Dumas asegur¨® que pidi¨® a su amiga que acudiera a pagar los "zapatos ortop¨¦dicos" porque ¨¦l "no ten¨ªa tiempo". No sab¨ªa que ella iba a hacerlo con dinero de Elf.
En un pa¨ªs con 3 millones de parados, en el que las ayudas sociales son cuestionadas, el tren de vida del poder llega a ser un insulto. Uno de los dos ex secretarios generales del El¨ªseo mitterrandiano -el ex ministro Jean-Louis Bianco-, ha reconocido que "un d¨ªa el presidente ejecutivo de Elf dej¨® en mi mesa una hoja en la que, escritos a mano, figuraban los nombres de pa¨ªses africanos y las comisiones pagadas". Dumas, que se querella contra Lib¨¦ration por "difamaci¨®n por insinuaci¨®n", acepta haber cobrado del Estado gabon¨¦s 3,5 millones de francos "como pago por diversas consultas e intervenciones acerca del presidente Bongo". En cualquier caso, parte de los papeles que podr¨ªan librar -o implicar- a Dumas ardieron en un incendio intencionado.
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