El primer ministro de Turqu¨ªa acusa a Kohl de hacer la misma pol¨ªtica europea que HitIer
Alemania rechaz¨® ayer con energ¨ªa -aunque no al m¨¢s alto nivel- las afirmaciones del primer ministro turco, Mesut Yilmaz, quien, en una entrevista con el peri¨®dico Financial Times, acus¨® al canciller Helmut Kohl de bloquear la entrada de Turqu¨ªa en a Uni¨®n Europea (UE) y de practicar una pol¨ªtica de Lebensraum, semejante a la que Hitler mantuvo en los a?os treinta para asegurar un "espacio vital" para el III Reich. El encargado de rechazar las acusaciones de Yilmaz no fue ni el propio canciller, ni siquiera el ministro de Exteriores, Klaus Kinkel, sino el portavoz de Exteriores, Martin Erdmann, quien calific¨® las declaraciones de Yilmaz de "inauditas", sin precedentes" e inexcusables".
Para Erdmann, las declaraciones del pol¨ªtico turco constituyen una "inexcusable calumnia de la pol¨ªtica alemana y europea y, al mismo tiempo, un insulto a los Estados de Europa Central y del Este". Yilmaz, un pol¨ªtico de corte occidental que tiene muy buenas relaciones personales en Alemania, ha responsabilizado principalmente a Bonn de la "discriminaci¨®n" de Turqu¨ªa por parte de la Uni¨®n Europea. El pol¨ªtico conservador rechaz¨® las invitaciones de ¨²ltima hora planteadas por algunos miembros de los Quince (como Francia y Espa?a) para que asista a la Conferencia Permanente Europea, con el resto de los pa¨ªses candidatos al ingreso, que se celebra la semana pr¨®xima en Londres y acus¨® a la UE de "discriminar" a su pa¨ªs, al dejarlo fuera de la lista de futuros miembros."Los alemanes contin¨²an la misma estrategia que en el pasado", se?al¨® Yilmaz. "Creen en el Lebensraum. Esto significa que los pa¨ªses de Europa Central y del Este son de importancia estrat¨¦gica para Europa y para Alemania, como su patio trasero". "Su meta final", prosigui¨®, "es incorporar estos pa¨ªses a la OTAN y la UE y dividir Europa en el l¨ªmite exterior de Bulgaria. Turqu¨ªa debe ser un buen vecino para Europa, pero no un miembro de la UE". El pol¨ªtico se?alaba que el rechazo de la candidatura de Ankara influir¨¢ tambi¨¦n sobre las negociaciones para el ingreso de Chipre en la Uni¨®n. En la isla, dijo, no habr¨¢ ninguna mejora de la situaci¨®n, mientras Bruselas no reconozca la existencia separada de las comunidades griega y turca con igualdad de derechos. Yilmaz pidi¨® a la UE que rectifique en la pr¨®xima cumbre de junio en Cardiff la decisi¨®n que tom¨® en Luxemburgo en diciembre.
A diferencia del ex primer ministro islamista Necmettin Erbakan, que hizo su primera visita exterior a Ir¨¢n, el primer viaje de Yilmaz como jefe de Gobierno al extranjero fue a Alemania. En esa ocasi¨®n, Yilmaz public¨® en el Frankfurter Allgemeine Zeitung un ensayo en el que exaltaba los valores occidentales. Turqu¨ªa lleva 35 a?os esperando ser miembro de pleno derecho de la UE. A pesar del rechazo que sufri¨® en la cumbre de Luxemburgo, la prioridad pol¨ªtica de Ankara ha seguido siendo la UE. La ampliaci¨®n al Este, cuando ¨¦sta llegue hasta Bulgaria y Rumania, tendr¨¢, sin duda, influencia sobre la cooperaci¨®n de los Estados del mar Negro. La importancia estrat¨¦gica de Turqu¨ªa se ha visto tambi¨¦n incrementada por la explotaci¨®n del petr¨®leo y el gas del mar Caspio, ya que el Gobierno de Ankara ha estrechado sus lazos comerciales y pol¨ªticos con los pa¨ªses de habla t¨²rquica del Asia Central desde que se desmoron¨® la URSS.
El rechazo de Luxemburgo ha sido un duro golpe para los dirigentes pro occidentales turcos, que se sienten humillados y marginados. Yillmaz ya hab¨ªa criticado la decisi¨®n de la UE durante una visita realizada a Washington en diciembre de 1997, cuando acus¨® a Kohl de querer limitar la UE a los "Estados cristianos".
Derechos humanos
Formalmente, Kohl mantiene que Ankara se incorporar¨¢ a la larga a la UE. Oficialmente, sin embargo, Turqu¨ªa no est¨¢ cualificada para ello por su escaso respeto a los derechos humanos. Entre los extranjeros que viven en Alemania hay 500.000 kurdos de nacionalidad turca, y su principal organizaci¨®n, el Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), est¨¢ prohibida. El argumento de los derechos humanos alegado por Bonn es, sin embargo, tan s¨®lo parte de la verdad, porque Alemania teme un incremento de los flujos migratorios que se han traducido en la presencia de m¨¢s de 2,2 millones de turcos en su territorio.Aunque hay voces entre los pol¨ªticos alemanes que lamentan la falta de integraci¨®n de la comunidad turca, los representantes turcos reprochan a los alemanes una pol¨ªtica de ciudadan¨ªa que dificulta esa integraci¨®n. El pr¨®ximo 27 de septiembre, entre los 3,3 millones de alemanes que votar¨¢n por primera vez, un 5% ser¨¢ de origen turco.
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