Un triunfo a medias

El Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) est¨¢ de enhorabuena: ?una victoria m¨¢s! Acaba de infligir al Gobierno una derrota parlamentaria. Eso est¨¢ bien para el SPD, anima su ego, da alas a su campa?a electoral. Pero en realidad no hay nada que celebrar. No se ha desbaratado el gran asalto de las escuchas policiales, s¨®lo se ha atenuado un poco. El derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio ha quedado gravemente vulnerado. Los socialdem¨®cratas han conseguido nada m¨¢s que la venda que cubr¨ªa la herida sea un poco m¨¢s grande de lo previsto. ?Bien est¨¢ lo que bien acaba? En absoluto. Este final no ha sido bueno; s¨®lo un poco menos malo. Y tampoco pondr¨¢ t¨¦rmino al endurecimiento legislativo. (...) Con la reforma constitucional que recibi¨® el apoyo parlamentario del SPD se han causado ya da?os irreparables. Los intentos de atenuarlos ahora mediante una simple ley son dignos de elogio, pero insuficientes. (...)El Gobierno ha sufrido una derrota. Pero no por este motivo tiene que desencadenarse una gran crisis en la coalici¨®n. Y, en su interior, casi todos est¨¢n satisfechos: los socialdem¨®cratas, porque han derrotado al Gobierno; los democristianos, porque pueden presentarse como paladines de la l¨ªnea dura; los liberales, porque pueden hacer ver que a una parte de su grupo parlamentario no deja de importarle el Estado de derecho. (...)

6 de marzo