Mujercitas
Durante la semana que hoy culmina con el D¨ªa Internacional de la Mujer, algunas de nuestras Mujeres Inefables se han manifestado por doquier, y a su manera. La Esposa por Antonomasia, Ana Botella, se materializ¨® en verbo y pelos ante un micr¨®fono para declarar, en s¨ªntesis, que ve el frasco del Gobierno m¨¢s medio lleno que medio vac¨ªo, y Esperanza Aguirre, por su parte, hizo alarde de coherencia al preferir asistir a la entrega del Premio Mayte antes que instalar su nader¨ªa en el ¨¢mbito de los Fotogramas de Plata. Ten¨ªa raz¨®n la condesa de Murillo y de Cultura en irse a gozar de una fiesta de careas con el padre Apeles y Karina (y Carmen Sevilla como la m¨¢s ¨¢gil de mente y la m¨¢s delgada) en vez de tener que aguantar a la plana mayor del cine espa?ol, que est¨¢ lleno de sarc¨¢sticos. Efectivamente, en torno al gran Fernando Fern¨¢n G¨®mez- que recibi¨® con emoci¨®n el premio especial a toda una carrera- y al resto de los galardonados se reuni¨® la profesi¨®n al completo, con la que la revista Fotogramas lleva medio siglo de identificaci¨®n.Es cierto que algunas de las emociones m¨¢s intensas de los ¨²ltimos d¨ªas me las han proporcionado ciertas mujercitas. Por ejemplo, la otra noche me puse en trance ante el televisor, esperando la dosis semanal de Murder one, mi serie favorita, cuando los dilectos programadores de Tele 5 me la escamotearon, emitiendo en su lugar el concurso para elegir a Miss Espa?a. Como soy lenta de reflejos, me qued¨¦ petrificada en la butaca, creyendo que, en realidad, hab¨ªan puesto un cap¨ªtulo terror¨ªfico de Expediente X: venga a salir mu?ecas id¨¦nticas, una tras otra, maquilladas por las mismas manos, peinadas iguales, paridas iguales. Gan¨® la representante murciana, de quien malas lenguas aseguran que se ha operado la nariz: ?s¨®lo la nariz? Yo creo que son as¨ª de guapas y de iguales por el pienso. M¨¢s poder¨ªo mujeril: el que mostr¨® la venezolana Irene S¨¢ez, que fue Miss Universo 1981 y actualmente es alcaldesa de un barrio de Caracas y aspira a la presidencia de su pa¨ªs, con un repertorio ideol¨®gico entre Gil y Gil, Fujimori y Eva Per¨®n, pasado por el estuche de discursos de Barbie Vanessa. Ha sido pavoroso descubrir c¨®mo se le rend¨ªan nuestros bajitos l¨ªderes seg¨²n les iba visitando cual vendedora de tupperwares a domicilio: con babas en los labios, como si acariciaran pensamientos ocultos relacionados con el Vicio Ingl¨¦s.
La semana ha homenajeado tambi¨¦n, a su manera, a Sof¨ªa Cazagatos, que por fin ha encontrado en Llu¨ªs Amiguet, de La Vanguardia, un entrevistador a la medida de su ?esc¨¦ptico?, ?c¨ªnico?, talento. He aqu¨ª algunas perlas: "La comida es el demonio de la mujer de hoy"; "Casi todos se aburren con su pareja. Se conforman, porque no hay m¨¢s remedio, pero si, de repente, ganan m¨¢s y pueden cambiar, buscan una mejor"; "Mario Conde era Dios en este pa¨ªs. Yo lo encuentro atractivo tambi¨¦n ahora"; "?ste es un pa¨ªs de porteras". Y vaticina: "La prensa rosa va a menos... Nosotros ya lo estamos notando". No lo quiera el cielo. ?Pueden imaginar una vida en la que, por culpa de la decadencia de la prensa del coraz¨®n, nos quedemos sin saber si Jesulina se ha reconciliado con Cristo (Gonz¨¢lez) o si alg¨²n panoli ha comprado alguna escultura de las expuestas por el novio de Isabel Gemio al m¨®dico precio de 300.000 calas? M¨¢xime cuando se acercan, adem¨¢s, tiempos duros para los Albertos, enfrentados a la acusaci¨®n de falsedad en documento mercantil y apropiaci¨®n indebida mientras el m¨¢s gallardo de ambos dos prosigue su idilio con la campeona de tiro, Elena Cue, pichoncito m¨ªo.
Pero lo que quer¨ªa era contarles un chiste conmemorativo del D¨ªa de la Mujer. Figura que se juntan una inglesa, una francesa y una espa?ola, y la primera asegura: "Le dije a mi marido que, si quer¨ªa ir planchado, planchara ¨¦l, y al principio no vi nada, ning¨²n cambio, pero a los tres d¨ªas ya estaba mi John planch¨¢ndose las camisas". La francesa: "Pues yo hice lo mismo, y en tres d¨ªas tampoco vi nada, pero al cuarto, mi Thierry cogi¨® la plancha y se puso a la labor". Entonces sale la espa?ola y dice: "Yo le dije mismamente eso a mi Manolo, y no vi nada ni al primero, ni al tercero, ni al cuarto d¨ªa, pero a la semana como que ya empec¨¦ a ver un poco por el ojo derecho".
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