'Antagon¨ªa', 25 a?os de una aventura radical
La tetralog¨ªa de Luis Goytisolo, reeditada en dos vol¨²menes en edici¨®n conmemorativa
Recuento, la primera entrega de Antagon¨ªa, apareci¨® en M¨¦xico en 1973. Dos a?os despu¨¦s crey¨® Luis Goytisolo que ya pod¨ªa publicarla en Espa?a y aprovech¨® la Semana Santa con la esperanza de que los censores estuvieran de vacaciones, pero no. La edici¨®n fue secuestrada. Por fin, muerto el dictador, pudo editarse en diciembre de 1975. La historia de Ra¨²l Ferrer Gaminde, un chico de Barcelona que quer¨ªa escribir una novela, nos atrap¨®. En 1976 se public¨® Los verdes de mayo hasta el mar, la continuaci¨®n. La tercera parte, La c¨®lera de Aquiles, apareci¨® en 1979 y la cuarta, Teor¨ªa del conocimiento, en 1981. Alfaguara las ha reunido en dos vol¨²menes en una edici¨®n conmemorativa: casi 1.400 p¨¢ginas.
Luis Goytisolo bromea sobre la censura franquista. "La verdad es que lo que m¨¢s preocupaba no era tanto que autorizasen, sino que me dieran alg¨²n premio. Eso no me habr¨ªa gustado nada". Admite el escritor que la publicaci¨®n, tan espaciada en el tiempo, de Antagon¨ªa perjudic¨® a la novela en su conjunto."Las divisiones son artificiales"."Es una novela que empec¨¦ a los 25 a?os y acab¨¦ a los 42, el lector perdi¨® el contacto, pero yo no". Es muy diferente leer las cuatro novelas que integran Antagon¨ªa por separado o conjuntamente. "Para m¨ª mismo ha sido muy diferente. Cuando he recibido los dos vol¨²menes, la he visto como una obra conseguida, como Tolstoi, no s¨¦... Soy plenamente consciente de que para los que tengan menos de 30 a?os les cuenta un mundo que, desde el punto de vista de los acontecimientos, les es ajeno totalmente. En cambio, lo que me ha estimulado y me ha hecho sentir verdaderamente satisfecho es pensar que lo referente a la vida sigue perfectamente vigente en la novela. En ese sentido, me ha hecho pensar que ha pasado la prueba del tiempo".
Luis, como todos los Goytisolo, ha sido muy precoz. Gan¨® su primer premio a los 23 a?os con una novela, Las afueras, que escribi¨® a los 21. Luego, Las mismas palabras, "que no estaba mal, quiz¨¢ con m¨¢s oficio que la primera, pero ya ten¨ªa clara conciencia de que no estaba escribiendo lo que quer¨ªa". Cinco semanas de aislamiento en Carabanchel pusieron las cosas en su sitio. "Cualquiera que pase 40 d¨ªas incomunicado, sin hablar con nadie, sin ver a nadie, puede experimentar lo mismo. Lo que quer¨ªa de alguna manera, ya desde la ¨¦poca de Las afueras era escribir Antagon¨ªa, pero no me sal¨ªa. A la tercera fue la vencida".
Luis Goytisolo milit¨® durante un a?o en el Partido Comunista y en la novela no sale bien parado. "Es curioso porque mucha gente no capt¨® esa cr¨ªtica feroz y se imagin¨® que lo hab¨ªa escrito como elogio, pero es un elogio que se autodestruye. Si no se dan cuenta, pens¨¦, es que est¨¢n locos o es que no saben lo que tienen ante las narices". Los compa?eros de viaje, en general, lo recibieron bien. "Por otra parte, era una cr¨ªtica afectuosa. Me adelant¨¦ a todo lo que despu¨¦s se ha podido ir viendo".
Erotismo
Luis Goytisolo (Barcelona, 1935) tiene la risa f¨¢cil y estalla en carcajadas cuando se alude al enorme erotismo que aparece en casi todas sus novelas, en especial, en la ¨²ltima, Placer licuante. "Mucha gente se ha escandalizado, pero entonces [hace m¨¢s de 25 a?os] escrib¨ªa cosas mucho m¨¢s subidas". Y realmente la sexualidad est¨¢ muy presente en Antagon¨ªa. La tercera parte, La c¨®lera de Aquiles, cuenta entre otras muchas cosas una historia impecable de lesbianismo. Matilde "es lesbiana y no lo es, en su d¨ªa tendi¨® a silenciarse este aspecto". Matilde Moret es uno de los personajes m¨¢s logrados de esta novela coral: lee una novela, El edicto de Mil¨¢n, cuya hero¨ªna Luc¨ªa tiene muchos- puntos en com¨²n con ella. Una de las apuestas m¨¢s interesantes de Antagon¨ªa son los dobles personajes, Ra¨²l, por ejemplo, que es protagonista y narrador.Hay mucho de memoria en Antagon¨ªa y una severa cr¨ªtica, llena de iron¨ªa y humor, a la burgues¨ªa barcelonesa. "Mi opini¨®n de la burgues¨ªa catalana, lo que escrib¨ª en este libro, sigue muy vigente". Recuento tiene cierto car¨¢cter de autobiograf¨ªa generacional y es en parte una novela de iniciaci¨®n: con Ra¨²l, cuyos primeros recuerdos se inician con la guerra civil, asistimos a sus progresivos desenga?os -en la religi¨®n, en la pol¨ªtica, en el amor-, a su formaci¨®n como novelista y a su radical escepticismo que lo lleva a rechazar ideas e ideolog¨ªas que intentan explicarlo todo. Los verdes de mayo hasta el mar es un texto que crece con el tiempo. A trav¨¦s de Ra¨²l, se propone en ella una innovadora, teor¨ªa de la novela. Fue saludada en su d¨ªa como un monumento de la metaliteratura. "Es una tonter¨ªa. La teor¨ªa, la metaficci¨®n, la metaliteratura... todo eso se puso de moda. La metaliteratura ya exist¨ªa en el Quijote, que es metaficci¨®n como una catedral. Yo jam¨¢s pens¨¦ en esas cosas".
En el cap¨ªtulo noveno de Recuento, Goytisolo impone un cambio de ritmo, incluso formal, que se mantiene a lo largo de las tres siguientes entregas. "Empieza ah¨ª otra historia que es en realidad una reelaboraci¨®n de lo anterior". Los m¨²ltiples personajes, que aparecen, desaparecen, se transmutan, como un largo viaje en tren en que todo tipo de pasajeros se suceden y van cambiando, no permite al lector despistarse ni un minuto. "?ste es un problema que he tenido, porque es cierto que es malo despistarse. Pero creo que en s¨ª misma Antagon¨ªa no es dif¨ªcil, es densa. No es dif¨ªcil en sentido formal: no hay trampas, ni mecanismos complejos. No, ¨²nicamente voy contando cosas".
Probablemente una de las mejores aproximaciones a Antagon¨ªa es Engaging the process of life, a¨²n in¨¦dita, de la norteamericana Pamela Deweese, de la Universidad de Carolina del Norte. "Veo el conjunto como una totalidad literaria que representa el proceso din¨¢mico de la vida, un proceso que se basa en la interrelaci¨®n que existe entre todas las partes y que se caracteriza por el cambio constante y necesario". Y Goytisolo coincide: "Antagon¨ªa intenta explicar el proceso de la vida". La conclusi¨®n a que llega es bastante dura y amarga. "En l¨ªneas generales lo es. No pod¨ªa ser de otra manera. Pero no es una novela pesimista. He querido explicar que el ciclo no se termina nunca. La vida no se acaba con un batacazo. En ese sentido, no es pesimista como En busca del tiempo perdido, que tiene un final apabullante, terrible, la decadencia f¨ªsica y moral de todos sus personajes...".
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