El plan de austeridad del Gobierno hace agua al crecer sus gastos un 30%
![Luis R. Aizpeolea](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff032c279-3573-47a5-a57d-a7b6f47e9b37.png?auth=52e2cc61bf66c3e2879814e3c93a226021616ea94cf5743439c78732fc137c24&width=100&height=100&smart=true)
El plan de austeridad del Gobierno para los ministerios ha hecho agua al sufrir una desviaci¨®n de 94.000 millones de pesetas en 1997, un 30% m¨¢s que las previsiones, seg¨²n la liquidaci¨®n presupuestaria definitiva. El Ejecutivo presupuest¨® en 304.850 millones la cifra de gastos corrientes de los ministerios para 1997, pero ha alcanzado el importe de 399.000 millones, esto es, 94.000 millones por encima de las previsiones. El Gobierno se hab¨ªa comprometido en su plan de austeridad, presentado el pasado junio, a reducir ese gasto entre un 3% y un 6%, pero el aumento ha sido del 30%. El Grupo Socialista interpelar¨¢ hoy al Ejecutivo en el Congreso por este asunto.
El plan de austeridad, aprobado en el Consejo de Ministros del 6 de junio, fue desarrollado por los ministerios a trav¨¦s de resoluciones publicadas en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) y firmadas por los :subsecretarios. El plan fue especialmente llamativo en los ministerios porque propuso medidas como la limitaci¨®n de la distribuci¨®n gratuita de las publicaciones; la reducci¨®n al m¨¢ximo de los gastos de representaci¨®n de los altos cargos, como comidas, atenciones protocolarias e incluso las felicitaciones de Navidad, o el establecimiento de un completo sistema de control de llamadas telef¨®nicas.Se estableci¨®, por ejemplo, una clave de acceso para utilizar las m¨¢quinas fotocopiadoras y la obligaci¨®n de que las fotocopias se realicen a doble cara. Se redujo el n¨²mero de inmuebles arrendados. Tambi¨¦n se limitaron los viajes a m¨ªnimos imprescindibles, que deb¨ªan realizarse siempre en clase turista. "Solamente deber¨¢ desplazarse un funcionario, salvo que sea absolutamente imprescindible que vayan dos o m¨¢s", se se?alaba en el texto. Algunas de estas medidas causaron malestar en los sindicatos de la Funci¨®n P¨²blica y fueron, incluso, calificadas de "rid¨ªculas" y "demag¨®gicas" por algunos de sus portavoces.
Ahorro corriente
El plan de austeridad pretend¨ªa, con estas medidas, "la mejora de la imagen institucional de la Administraci¨®n y el fomento de la concienciaci¨®n del uso racional de los recursos p¨²blicos por parte del personal de la Administraci¨®n", seg¨²n el texto oficial. Pero, tambi¨¦n, y ¨¦se era el fondo de la cuesti¨®n, pretend¨ªa reducir el gasto p¨²blico a trav¨¦s del ahorro del gasto corriente.Las partidas de gasto corriente que el Gobierno plane¨® ahorrar afectaban a arrendamientos, reparaciones, mantenimiento y conservaci¨®n, material y suministros, indemnizaci¨®n por razones de servicio, y gastos de publicaciones. El Gobierno contempl¨® un ahorro entre el 3% y el 6%, sobre todo por la mejor¨ªa en la gesti¨®n de las compras p¨²blicas en material y suministros.
Dado que el volumen de capital dedicado a las compras p¨²blicas es de m¨¢s de un bill¨®n de pesetas (1,078 billones, exactamente) cada punto representa 10.780 millones y, por tanto, si se llegaba a alcanzar entre el 3% y el 6% previsto, se producir¨ªa un ahorro de entre 32.000 y 64.000 millones de pesetas, seg¨²n la previsi¨®n oficial. El plan pretend¨ªa extenderse tambi¨¦n a entidades y empresas p¨²blicas.
Las actuaciones del Gobierno iban en dos direcciones, seg¨²n su plan: disminuci¨®n del consumo, a causa de un m¨¢s racional uso de los bienes y servicios adquiridos; y optimizaci¨®n de las adquisiciones mediante la mejora del procedimiento de contrataci¨®n y la obtenci¨®n de mejores condiciones en las contrataciones de bienes y servicios.
Entre las recomendaciones para las compras p¨²blicas figuraba confeccionar un plan anual de precisi¨®n de las necesidades de adquisiciones de la Administraci¨®n General del Estado; la reforma de la Ley de Contratos de las Administraciones P¨²blicas para corregir rigideces en el procedimiento de contrataci¨®n; aumento de la transparencia, superando l¨ªmites a la libre concurrencia e incluso una pol¨ªtica de contrastes con empresas significativas del sector privado.
Pero el plan de austeridad tambi¨¦n propon¨ªa la reducci¨®n de costos en otras partidas menores, pero simb¨®licas, como ahorro en el uso de tel¨¦fonos y faxes. As¨ª, el BOE del 23 de junio publicaba una amplia resoluci¨®n del Ministerio de Econom¨ªa en la que detallaba, por ejemplo, el ahorro en teletipos. "Se suprimir¨¢n los teletipos existentes en las diferentes dependencias administrativas con excepci¨®n de aquellos que se consideren absolutamente imprecindibles en los gabinetes de prensa".
Otra resoluci¨®n del BOE limitaba dr¨¢sticamente la adquisici¨®n de prensa, revistas y libros. "Con excepci¨®n del gabinete de prensa no se autorizar¨¢ la adquisici¨®n de revistas de informaci¨®n general ni la elaboraci¨®n de los res¨²menes de prensa".
El plan conten¨ªa, adem¨¢s, un mecanismo de control y seguimiento de los gastos "en virtud del cual cada oficina presupuestaria deber¨ªa determinar los indicadores cuantitativos del ritmo de ejecuci¨®n presupuestaria e informar mensualmente acerca de la evoluci¨®n de los mismos y proceder a un informe trimestral sobre la ejecuci¨®n del plan".
La pregunta de hoy en el Congreso al Gobierno por parte del PSOE pretende despejar las causas del incumplimiento del plan de austeridad, seg¨²n los interpelantes. La desviaci¨®n sobre las previsiones del Gobierno ha sido de 94.000 millones.
El Ejecutivo ha alegado que, en todo caso, sus gastos corrientes se han reducido respecto a 1996, cuando ascendieron a 432.200 millones -33.000 millones m¨¢s que en 1997-, pero el PSOE ha replicado que no son a?os comparables porque el PP, al llegar al Gobierno en mayo de 1996, hizo aflorar 700.000 millones de gasto.
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