Sectarismo sin argumentos

EL DIPUTADO del PNV Gonz¨¢lez de Txabarri ha presentado varias preguntas parlamentarias en las que cuestiona la participaci¨®n de Jon Juaristi en un programa de TVE sobre Bilbao, dentro de la serie ?sta es mi tierra. El diputado esgrime como argumento -o lo que sea- las opiniones pol¨ªticas de Juaristi, no favorables al nacionalismo, y el hecho de que en Bilbao la mayor¨ªa vote nacionalista. El escritor ha considerado "fascista y extravagante" ese planteamiento. Tiene raz¨®n en ambas cosas.La opini¨®n pol¨ªtica de Juaristi a la que se refiere el diputado peneuvista es la de que para acabar con la violencia en Euskadi no basta con aislar pol¨ªticamente a HB, sino que, mientras mantenga su actitud actual, habr¨ªa que aislar al nacionalismo en su conjunto. Es una opini¨®n discutible, pero defendible. Parte de la consideraci¨®n, respaldada por la experiencia reciente, de que lo ¨²nico que hace cambiar al PNV es el temor a perder poder en las instituciones. En la medida en que no tiene mayor¨ªa ni en el Parlamento vasco, ni en las diputaciones, ni en los principales ayuntamientos, la forma de presionarle para que adopte una posici¨®n menos complaciente con el mundo radical y m¨¢s leal con el sistema democr¨¢tico ser¨¢ negarse a pactar con ¨¦l. Seguramente muchos vascos piensan lo mismo.

Pero aunque no lo pensase nadie m¨¢s, ?desde cu¨¢ndo hace falta compartir las opiniones de la mayor¨ªa de un lugar para poder escribir sobre ¨¦l'? ?0 es que se trata de volver a los certificados de no ser contrario al r¨¦gimen que exig¨ªa el franquismo para poder ser catedr¨¢tico, director de peri¨®dico o presidente del Athletic? Nacionalistas insignes, como el ling¨¹ista Luis Michelena, fueron v¨ªctimas de ese sectarismo de los vencedores de la guerra civil. Lo de Gonz¨¢lez de Txabarri es sin duda extravagante, pero lo desolador es que un partido de trayectoria democr¨¢tica, como el PNV, tenga la tentaci¨®n de acabar imitando a sus enemigos.