Van Gaal pone la primera piedra
El Barca gana la Supercopa empatando en Dortmund tras una primera parte plet¨®rica
Un gol de Giovanni a los seis minutos y se acab¨®. El Borussia Dortmund se convirti¨® en un mu?eco de trapo en manos de los azulgrana. La vuelta de la Supercopa dur¨® un suspiro. 0 pod¨ªa ser de otra forma, con tres goles de ventaja. Y despu¨¦s lleg¨® el recital. El grupo de Van Gaal noque¨® al campe¨®n del mundo a la segunda oportunidad y ofreci¨® en el primer tiempo el mayor festival de juego y f¨²tbol de esta temporada, coreado por ol¨¦s por una desenga?ada afici¨®n alemana.El Barca hibern¨® tras el descanso, pero el gol del empate de Heinrich fue casi el del honor. Van Gaal tiene lo que quer¨ªa: ha brindado su primera copa y ha conseguido el primer reconocimiento p¨²blico. No le compensar¨¢, pero una herida qued¨® cicatrizada: ayer quedaron redimidos sus pecados europeos tras su dolorosa expulsi¨®n en noviembre de la Liga de Campeones.
Pero hubo algo m¨¢s. Los azulgrana no paran. Ayer sumaron su und¨¦cimo partido sin perder -no lo hacen desde el 25 de enero- y demostraron que son firmes aspirantes al do blete. Su f¨²tbol avanza a pasos agigantados, pero adem¨¢s tienen la fortuna de cara. La din¨¢mica positiva que consigue un equipo disparado hacia arriba. Ferrer logr¨® ayer sacar de cabeza un bal¨®n envenenado a los cinco minutos y mitig¨® la pifia de Hesp, que le saca un palmo. No tard¨® ni un minuto Giovanni en dar la r¨¦plica: dribl¨® a dos zagueros y bati¨® a Klos. El estadio, vestido con la liturgia de gran final -por megafon¨ªa se escuch¨® el himno de Barcelona interpretado por Caball¨¦ y Mercuri-, se qued¨® mudo. S¨®lo silencio.
El Borussia entonces desapareci¨®. El Bar?a, que jug¨® con el mismo equipo que bati¨® al Madrid, empez¨® a hacer su par tido. Todo perfecto. El equipo tuvo el bal¨®n, lo que m¨¢s quiere, y respondi¨® con veloces contraataques a las t¨ªmidas incursiones de los alemanes. Tambi¨¦n ayud¨® el rival que dej¨® el campo libre y no presion¨® a los medios azulgrana.
El marcador pudo llegar a ser de esc¨¢ndalo si Anderson no hubiera fallado incomprensi blemente dos ocasiones consecutivas ante Klos -Rivaldo se desesper¨® s¨®lo a su derecha-. Y si Figo y Rivaldo -doble oportunidad para ambos- y hasta el criticado Bogarde hubieran aprovechado las suyas.
Como tocado por los ¨¢ngeles. Pareci¨® el Barca un equipo de baloncesto que recuperara todos los balones. Tanta superioridad hab¨ªa en el c¨¦sped, que hasta la afici¨®n del Borussia empez¨® a cantar, en alem¨¢n, con grandes dosis de cinismo, ''?qu¨¦ partido m¨¢s bonito!". Nevio Scala tom¨® las primeras medidas. Sustituy¨® a Freund, algo tocado, y dio entrada a Mehnert pensando ya en los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern M¨²nich. Pero poco pudo hacer m¨¢s: dej¨® a Chapuisat y Kholer en el campo -en la ida no fueron titulares- en busca del gol. Pero ni Decheiver ni el suizo -relevado- tuvieron su d¨ªa. Tuvieron que escuchar con reiteraci¨®n m¨¢s de un silbido.
El partido present¨® otro decorado tras el descanso. El Borussia, dolido por el orgullo herido, se puso las pilas. Fue suya la segunda mitad. Adormecido tras su plet¨®rico primer tiempo, el Bar?a se relaj¨® y apenas intimid¨® con un par de acciones de Figo y Rivaldo. Scala apost¨® por Gambo y no se equivoc¨®. Dio m¨¢s profundidad a los alemanes y Hesp salv¨® un par de tantos bajo la l¨ªnea de gol. La defensa hizo aguas -especialmente en el flanco de Bogarde- y Heinrich, absolutamente solo, marc¨®. Pero fue m¨¢s el gol del honor que otra cosa. Parec¨ªa una quimera lograr tres goles m¨¢s en 20 minutos. Los s¨ªndromes de los ¨²ltimos minutos pertenecen al pasado y tortuoso mes de enero.
Van Gaal quiso al final contentar al banquillo. Premi¨® a ?scar y a Amor entrando en *el equipo y el conjunto se seren¨®. Pudieron poner el segundo, a no ser por tanta filigrana. Rivaldo desperdici¨® la victoria en el ¨²ltimo suspiro, solo, ante Klos. Poco import¨®. El empate fue inamovible. Descartado en la Bundesliga, el Borussia Dortmund seguir¨¢ pensando en el Bayern M¨²nich y el Bar?a logr¨® su objetivo: no truncar la racha y que Figo levantara la primera copa de la temporada.
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