Macedonia vela armas
Una explosi¨®n ¨¦tnica en Kosovo arrastrar¨ªa a la lucha a los albaneses de esta antigua rep¨²blica yugoslava
ENVIADO ESPECIALSi la situaci¨®n se deteriora m¨¢s en Kosovo, si no hay una iniciativa diplom¨¢tica capaz de ponerle freno, nadie podr¨¢ parar la implicaci¨®n militar de los albaneses de Macedonia en la lucha. Esta es la categ¨®rica opini¨®n de sus jefes pol¨ªticos m¨¢s representativos y lo que temen todos, en el Gobierno y en la oposici¨®n, en esta diminuta ex rep¨²blica yugoslava de dos millones de habitantes. Una explosi¨®n en Kosovo arrastrar¨¢ inevitablemente a Macedonia, que cuenta por toda protecci¨®n con sendos contingentes de la ONU, un total de 750 hombres, que sellan las fronteras con Serbia y Albania. "Los acontecimientos de Drenica son un signo de que el volc¨¢n va a explotar", se?ala Arben Xhaferi, el m¨¢s destacado l¨ªder alban¨¦s de Macedonia. "A¨²n est¨¢ a tiempo de evitarse, pero s¨®lo si las potencias occidentales, cuyo factor determinante es Estados Unidos y en las que no creo mucho, exprimen a Slobodan Milosevic, y las negociaciones sobre Kosovo comienzan ya. Lo acabo de decir en la embajada rusa en Skopje"
[la capital macedonia]. "Si se dejan manipular de nuevo por Milosevic, el estallido es inevitable. Y aqu¨ª el sentimiento es simplemente una prolongaci¨®n del de Kosovo: compartimos el mismo territorio, la misma lengua y los mismos lazos famillares".
Tetovo, a los pies de las majestuosas monta?as sarplaninas, es con sus 50.000 habitantes una de las mayores concentaciones homog¨¦neas de albaneses ¨¦tnicos en Macedonia, junto con la vecina Gostovar y la propia capital, Skopje. Comparada con Serbia, Macedonia trata m¨¢s o menos equitativamente a su minor¨ªa albanesa, al menos la cuarta parte de la poblaci¨®n, que en la pr¨¢ctica apenas se mezcla con los macedonios eslavos (religi¨®n ortodoxa y alfabeto cir¨ªlico), pero que en absoluto est¨¢ sometida al estado de sitio y la opresi¨®n de sus vecinos en Serbia. Sus portavoces, sin embargo, aseguran que son considerados ciudadanos de segunda, con pocas posibilidades de empleo y oportunidades en la administraci¨®n en la proporci¨®n de 1 a 30.
Los acontecimientos de Kosovo -poco m¨¢s de 100 kil¨®metros separan Pristina de Tetovo- pueden hacer su marginaci¨®n incendiaria. El Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo incluso se ha atribuido varios atentados en la franja occidental poblada por los albaneses de Macedonia, pero tanto los partidos de ¨¦stos como el propio Gobierno dicen desconocer su autor¨ªa. Como en Kosovo, los albaneses moderados est¨¢n a la defensiva en Macedonia, un pa¨ªs estrat¨¦gico por su posici¨®n, un poco mayor que Badajoz, en el que tropas de la ONU hacen de parachoques y protegen sus fronteras m¨¢s conflictivas. El Partido Democr¨¢tico de los Albaneses, que preside Arben Xhaferi y obtuvo la mayor¨ªa de los ayuntamientos en la zona poblada por esta minor¨ªa, gana r¨¢pidamente influencia a las formaciones m¨¢s conservadoras, como el de la Prosperidad Democr¨¢tica, que colabora con el Gobierno de coalici¨®n encabezado por los ex comunistas conversos del primer ministro Branko Crvenkovski. Ambos grupos, sin embargo, est¨¢n en negociaciones avanzadas para unirse ante las elecciones generales de este mismo a?o, lo que alumbrar¨ªa un bloque ¨¦tnico de gran importancia parlamentaria. "Si la coalici¨®n funciona", asegura Xhaferi, "forzaremos al nuevo Gobierno a admitir las reivindicaciones albanesas: formar parte de los ¨®rganos de la Administraci¨®n seg¨²n nuestra proporci¨®n de poblacion, el 33%; hacer del alban¨¦s segunda lengua oficial a todos los efectos; y oficializar la Universidad de Tetovo.
Pero el objetivo ¨²ltimo de los albaneses de Macedonia es otro. "Es conseguir nuestro reconocimiento como naci¨®n", explica Xhaferi, para quien esta conquista, junto con la separaci¨®n de Kosovo de Serbia ("si Belgrado no se desprende de ese ap¨¦ndice, se gangrenar¨¢"), no llevar¨¢ m¨¢s all¨¢ de tres o cuatro a?os. El Partido Democr¨¢tico de los Albaneses, sin embargo, no cuestiona la integridad territorial de Macedonia.
Tambi¨¦n como en Kosovo, la educaci¨®n es algo delicado. Los albaneses de Macedonia (musulmanes, alfabeto latino) acuden sin problemas a sus propias escuelas y utilizan libros macedonios traducidos. Pero el Gobierno de Skopje se niega a reconocer la autoproclamada Universidad albanesa de Tetovo, que acoge a unos cuatro mil alumnos en casas particulares en un suburbio de esta ciudad. La disputa ha originado en los ¨²ltimos a?os serios disturbios, aunque ninguno de la magnitud de los de julio pasado en Gostivar, al sur de Tetovo, cuando la prohibida exhibici¨®n de la bandera de Albania en el ayuntamiento provoc¨® una contundente respuesta armada de Skopje en la que murieron tres albaneses y otros dos centenares resultaron heridos.
Pese a estar en el ojo del hurac¨¢n, Macedonia mantiene todav¨ªa sus m¨¢stiles enarbolados. La presencia de las tropas de la ONU no es ajena a esta relativa bonanza, aun cuando el Consejo de Seguridad ha decidido poner fin al despliegue de estas fuerzas de prevenci¨®n -750 soldados de EE UU y los pa¨ªses n¨®rdicos divididos en dos batallones de infanter¨ªa mecanizada- para finales de agosto pr¨®ximo. Y eso que considera a este pa¨ªs, que carece virtualmente de ej¨¦rcito y mantiene todav¨ªa un contencioso fronterizo con Belgrado, "b¨¢sicamente a merced de los acontecimientos en otras partes de la regi¨®n". Kiro Gligorov, el presidente macedonio, de 80 a?os, ha escrito al secretario general de la ONU para que se arbitre una f¨®rmula que permita la continuidad de soldados occidentales en sus fronteras.
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