Una anciana inv¨¢lida, asesinada a golpes en la cama por el hijo de su asistenta
Alicia L¨®pez Izquierdo, de 83 a?os, apenas hablaba. Tampoco pod¨ªa moverse de la cama. Inv¨¢lida, el ocaso de su vida discurr¨ªa sin sobresaltos en su piso de la calle del Duque de Osuna, 8, bajo los cuidados de su asistenta, Mar¨ªa Luisa, de 53 a?os. As¨ª fue hasta que el pasado 9 de marzo la interna descubri¨® el cad¨¢ver de Alicia tirado en el suelo de su habitaci¨®n. El origen de su muerte tom¨® entonces forma de interrogante: el cuerpo no mostraba signos externos de sangre y nadie hab¨ªa robado en la casa. Adem¨¢s, tanto la interna como su hijo (ambos viv¨ªan en el piso) aseguraban haber estado fuera a la hora de la muerte. Exist¨ªa la posibilidad, por tanto, de que la impedida hubiese fallecido a causa de una ca¨ªda de la cama. La inc¨®gnita, sin embargo, qued¨® cerrada el pasado 14 de marzo, cuando el hijo de la asistenta, Juan Gabriel P. R., confes¨® la autor¨ªa del crimen. Hab¨ªa machacado a la mujer con la manivela de la cama. El motivo, un oscuro ataque de violencia supuestamente propiciado por el alcohol.Esta confesi¨®n lleg¨® despu¨¦s de que el Grupo de Homicidios de la Brigada de Polic¨ªa Judicial, que dirige Juan Manuel Garc¨ªa Calle, hubiese recibido los resultados de la autopsia. Este informe demostraba que la anciana hab¨ªa muerto, tras una brutal paliza, de un fuerte golpe en la cabeza. Con estos datos, los investigadores interrogaron a la asistenta y a su hijo. La madre mantuvo que en el momento de la muerte hab¨ªa bajado a comprar. Esta coartada fue corroborada. El hijo, con antecedentes por robo, tambi¨¦n manifest¨® que hab¨ªa estado fuera del piso. Dos datos, seg¨²n la versi¨®n policial, debilitaron esta explicaci¨®n: el hallazgo del reloj de Juan Gabriel en la habitaci¨®n de la asesinada, as¨ª como restos org¨¢nicos en la manivela de la cama de la inv¨¢lida.
El pasado viernes, Juan Gabriel confes¨®. Acompa?ado por el juez y la polic¨ªa, reconstruy¨® el crimen en el piso de la calle del Duque de Osuna. Pero no aport¨® explicaci¨®n. Se limit¨® a se?alar, siempre seg¨²n la versi¨®n policial, que, v¨ªctima de un ataque, hab¨ªa perdido la consciencia y el control. Su madre, al conocer esta confesi¨®n, reconoci¨® que siempre hab¨ªa sospechado de su hijo.
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