D¨ªa Europeo del Cerebro
Antes de que el ¨¢cido desoxirribonucleico (ADN) llegase a hacerse importante, gen¨¦ticos y bi¨®logos moleculares buscaban una estructura molecular que fuera capaz de ser copiada con fidelidad durante la divisi¨®n celular. La copia es necesaria para transmitir informaci¨®n de una c¨¦lula a otra. Una de las razones por la que la doble h¨¦lice satisfizo tanto cuando se descubri¨® en 1953 por Crick y Watson fue debido a que proporcionaba una v¨ªa para hacer una copia a partir de las bases complementarias del ADN. Este principio de copia abri¨® el camino para la comprensi¨®n del c¨®digo gen¨¦tico y as¨ª surgi¨® el dogma de la biolog¨ªa celular: un gen-una prote¨ªna.?Hay un mecanismo de copia similar para la actividad de patrones en el cerebro? Este mecanismo es lo que llamar¨ªamos el c¨®digo cerebral, ya que es la forma m¨¢s elemental de representar algo en nuestro cerebro, como una palabra o una imagen. El problema principal de la neurociencia es que no tenemos una teor¨ªa general de c¨®mo funciona el cerebro, no tenemos un dogma central como el de la gen¨¦tica molecular. Es indudable que sin ese dogma central s¨®lo lograremos descripciones m¨¢s o menos precisas de los acontecimientos cerebrales con correlaciones putativas con los acontecimientos de conducta. Tampoco tenemos teor¨ªas parciales razonables. Por ejemplo, designamos a las ¨¢reas de la corteza cerebral como motoras o visuales basadas fundamentalmente en sus conexiones extr¨ªnsecas, pero no conocemos aquellos aspectos caracter¨ªsticos en los que pueden diferenciarse. Consideremos, por ejemplo, un peque?o grupo de neuronas en cualquier parte del cerebro, no podemos definir de manera alguna la operaci¨®n de esa pequena unidad de procesamiento, la describimos en t¨¦rminos de las se?ales que llegan y que salen.
La comprensi¨®n del cerebro es uno de los mayores desaf¨ªos con el que nos enfrentamos. Tendr¨ªa enormes repercusiones pr¨¢cticas sobre enfermedades como el Alzheimer o la epilepsia que, por s¨ª solas, justificar¨ªan el esfuerzo del contribuyente, del Gobierno, de entidades privadas y de la industria. Pero su s¨ªgnificado va mucho m¨¢s all¨¢. La comprensi¨®n del cerebro significar¨¢, muy seguramente, un cambio radical en la manera en que nos vemos y en c¨®mo nos relacionamos con nuestros semejantes.
Hoy se celebra el D¨ªa Europeo del Cerebro, coordinado por la European Dana Alliance for the Brain, una asociaci¨®n sin fines lucrativos que promociona la investigaci¨®n cerebral para una vida mejor. As¨ª, hoy celebran actos para estimular el inter¨¦s por este ¨®rgano responsable de nuestros pensamientos, emociones y conducta, pero que tambi¨¦n es el centro de enfermedades que preocupan a toda la sociedad como el Parkinson o la drogadicci¨®n.
?Por qu¨¦ necesitamos un D¨ªa del Cerebro? Lo que se intenta es enfocar la atenci¨®n en una parte esencial de nuestro organismo que es el cerebro. Mientras la b¨²squeda del c¨®digo cerebral contin¨²a, los neurocient¨ªficos proseguimos haciendo aportaciones significativas al conocimiento de su funcionamiento. Un ejemplo claro de la conexi¨®n entre investigaci¨®n b¨¢sica, aplicaci¨®n cl¨ªnica y sociedad ha sido el descubrimiento de que en la corteza visual existen columnas de neuronas que se activan selectivamente desde un ojo o desde el otro. Para que esas columnas se formen adecuadamente es necesaria la experiencia visual normal durante un periodo cr¨ªtico de la ni?ez. Este descubrimiento fue importante no solamente para conocer esa etapa de desarrollo del cerebro, sino porque condujo a un revolucionario tratamiento del estrabismo en los ni?os. Adem¨¢s, indic¨® que la experiencia sensorial influye en c¨®mo el cerebro se organiza desde el nacimiento. Algo que ya hab¨ªa se?alado Santiago Ram¨®n y Cajal cuando dec¨ªa que hay que hacer gimnasia con el cerebro para tener ideas.Carlos Acu?a Castroviejo es catedr¨¢tico de la Universidad de Santiago de Compostela.
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