Hierro no jugar¨¢ la semifinal

Sali¨® de los vestuarios con los ojos cargados de l¨¢grimas, abri¨¦ndose paso como pod¨ªa entre la multitud de periodistas y socios que abarrotaban el Bernab¨¦u. "Dejadme, no quiero hablar. No, no... no voy a hablar". Fernando Hierro se fue solo. No quiso hablar. Parec¨ªa un hombre abatido.El central malague?o no jugar¨¢ el partido de semifinales de la Liga de Campeones. Hizo una entrada por detr¨¢s cuando su equipo ya ganaba, en el centro del campo, lejos de su ¨¢rea, y se llev¨® la segunda tarjeta amarilla. Fue una acci¨®n sin mucho fundamento pr¨¢ctico que dejar¨¢ al Madrid sin un hombre que se caracteriza por sostenerlo en pie en la adversidad. Es el capit¨¢n y no en vano: es el eje de la defensa, la ref¨¦rencia de estabilidad. Sin ¨¦l, el Madrid acostumbra a bajar la guardia. Cuando Hierro no juega, Heynckes comienza a experimentar parejas para Sanchis: pone a Jaime, a Panucci, a Karembeu. Una procesi¨®n de fracasos sonados en el centro de la zaga.

El presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, no tard¨® en lamentar la baja de uno de sus jugadores m¨¢s queridos. Nada m¨¢s terminar el partido, la euforia no le hizo olvidar el tal¨®n de aquiles con que saldr¨¢ su equipo a jugar el primer partido de las semifinales: "Ha sido una noche grandiosa, y lo ¨²nico que lamento es ese peque?o inconveniente que significar¨¢ la ausencia de Fernando Hierro en el pr¨®ximo partido".

Hierro se quedar¨¢ sin jugar las semifinales. Precisamente ¨¦l, uno de los pocos titulares habituales que no se ha perdido ni un solo partido de Liga de Campeones. Sus compa?eros lo lamentaron. "Es un jugador important¨ªsmo, dirige el juego, ordena la defensa ?qu¨¦ puedo decir yo de ¨¦l que no sea evidente?, claro que vamos a sentir su ausencia", comentaba Panucci. "Fernando es una baja muy seria en el equipo", aseguraba Mijatovic.

Las continuadas ausencias del central en la Liga espa?ola en esta temporada han propiciado la ca¨ªda del Madrid en la tabla. Ayer, sus compa?eros no dudaron en concederle el honor de patear el penalti. Y Hierro marc¨® el tercer gol.