Una tarde con Nuria Espert

Da gusto estar en el teatro con Nuria Espert. Es algo que se va haciendo extraordinario: una primera actriz. Es decir, una mujer que llena el escenario, que recibe todas las luces, que centra todas las miradas, haga lo que haga.Aqu¨ª hace de Mar¨ªa Callas en la suposici¨®n de una de las clases magistrales de la soprano en Nueva York; yo me encuentro m¨¢s con Nuria Espert cont¨¢ndome cosas de la Callas, y en alg¨²n momento sum¨¢ndose a su tragedia y vivi¨¦ndola, con el rostro arrasado en l¨¢grimas y los a?os vini¨¦ndosele encima; y en otros momentos, impertinente y diva.

El texto no va muy all¨¢. Escrito como una t¨ªpica construcci¨®n teatral americana, con los trucos y las escenas que se ense?an en las escuelas de escritores. O sea, bien hecho. El personaje es simp¨¢tico, como tiene que ser, y nos ponemos de su parte.

En las clases aparecen alumnos y cantan: son gente joven, agradable y cantan bien; a lo lejos, a veces, se escuchan las grabaciones de la Callas mientras ella recuerda momentos de su vida, pat¨¦ticos o sentimentales. Como est¨¢ mandado, las luces desaparecen, el foco acaricia el rostro de la actriz, se escucha al fondo la bell¨ªsima voz de la cantante dram¨¢tica, y el relato, la evocaci¨®n, el dolor, la simpat¨ªa activa, mueven al espectador. Con el debido nudo en la garganta. O sea, un trabajo bien hecho por una actriz eminente, que no abusa de sus poderes sobre el p¨²blico, sino que los administra con arte. ?ltimamente es dif¨ªcil estar a gusto: se agradece.

Gusto y calidad

La direcci¨®n mantiene ese gusto y esa calidad. El decorado es breve y sugerente; en un momento, una transparencia nos remite al teatro de la Scala de Mil¨¢n, pero no se abusa de las fantasmagor¨ªas; las luces psicol¨®gicas -o sea, las que son innecesarias para la visi¨®n del drama, pero subrayan momentos o a¨ªslan situaciones- est¨¢n bien dadas, el piano muy bien tocado por Juan Miguel Murani, y las voces de los alumnos de canto Noella P¨¦rez, Muntsa Rius y Jos¨¦ Alberto Garc¨ªa son muy buenas: oiremos hablar de ellas. Hubieran merecido m¨¢s aplausos, pero se hubiera roto la situaci¨®n teatral.Al p¨²blico le gust¨® mucho la obra; pero un p¨²blico de preestreno es siempre m¨¢s t¨ªmido y m¨¢s comedido que los estrenos y las funciones posteriores. El teatro Marquina ha salido muy bien de unas largas obras: con una elegancia burguesa muy teatral, muy confortable. Merecer¨¢ una buena programaci¨®n: la ha empezado bien.