Yeltsin vuelve al Kremlin y traslada la cumbre con Kohl y Chirac a Mosc¨²
Bor¨ªs Yeltsin volvi¨® ayer por la ma?ana al Kremlin, trabaj¨® all¨ª durante tres horas en los preparativos de la cumbre del pr¨®ximo jueves con Jacques Chirac y Helmut Koffl y se volvi¨® a su residencia de Gorki 9, en los alrededores de Mosc¨². Todo normal, dentro del gui¨®n que convierte en razonable para cualquier mortal -aunque no tenga 67 a?os ni cinco puentes cardiacos- una semana de plazo para curarse una gripe. Eso s¨ª, los m¨¦dicos han aconsejado al presidente ruso que no tome ning¨²n avi¨®n. Lo ¨²nico que se sali¨® del gui¨®n notablemente fue que, a media tarde, el servicio de prensa del presidente confirm¨® la noticia que ya se hab¨ªa filtrado minutos antes desde Par¨ªs: la reuni¨®n de la troika se traslada desde Yekaterimburgo hasta Mosc¨².Hace unos d¨ªas, ampar¨¢ndose en su enfermedad, el l¨ªder del Kremlin suspendi¨® ya, con un preaviso de apenas 24 horas, una cumbre amenazada por el fracaso de la Comunidad de Estados Independientes, el reflejo degradado de la Uni¨®n Europea que se construy¨® con las cenizas de la URSS, aunque sin los tres pa¨ªses b¨¢lticos ex sovi¨¦ticos. Hasta una gripe viene bien a veces.
Pero la cita con el canciller alem¨¢n y el presidente franc¨¦s tiene gran inter¨¦s para la pol¨ªtica exterior rusa, ya que forma parte del intento de consolidaci¨®n de una troika capaz de plantar cara, siquiera parcialmente, a la hegemon¨ªa norteamericana. Las crisis de Irak y Kosovo dominar¨¢n, al parecer, la agenda del encuentro.
Cuenta atr¨¢s
Comienza una cuenta atr¨¢s, hasta el jueves, que puede interrumpirse en cualquier momento. Si es as¨ª, y la cumbre se suspende, puede que este ¨²ltimo percance de salud del presidente ruso, al que se ha hecho menos caso que en ocasiones interiores, vuelva a provocar el nerviosismo dentro y fuera de Rusia. Como en los ¨²ltimos d¨ªas se ha llegado a decir que Yeltsin sufr¨ªa una fuerte depresi¨®n, las c¨¢maras de televisi¨®n le mostraron ayer en el Kremlin sonriente e incluso bromista, haciendo un comentario jocoso sobre lo que parecen los pasillos del poder cuando ¨¦l est¨¢ ausente, que est¨¢n casi tan vac¨ªos como en cualquier oficina cuando falta el jefe.Bromas aparte, lo que la ausencia de Yeltsin ha vuelto a demostrar es precisamente todo lo contrario, es decir, que la m¨¢quina del poder se sigue moviendo aunque ¨¦l est¨¦ en un sanatorio, descansando en su residencia campestre, en el hospital, de viaje o de vacaciones. En esta ocasi¨®n, incluso la Bolsa permaneci¨® relativamente imperturbable. Los mercados no tuvieron tiempo de reaccionar ayer al traslado del escenarlo de la cumbre y tienen un respiro en el fin de semana.
Como ten¨ªa que dar sensaci¨®n de que empu?a con firmeza el bast¨®n de mando, Yeltsin solt¨® otra de sus cl¨¢sicas broncas, dirigida en esta ocasi¨®n contra los altos funcionarios que defienden intereses que no son los del Estado. Cuatro viceministros est¨¢n amenazados de destituci¨®n.
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