...Y dem¨¢s familia
Decenas de cargos del PP y parientes suyos ocupan diputaciones y ayuntamientos gallegos
Los jueves, milagros en Ourense. Desde las ocho, cuando el presidente de la Diputaci¨®n, Jos¨¦ Luis Baltar, ha regresado de Madrid, de sus obligaciones como senador, un gent¨ªo se arremolina en la sala de espera de su despacho. Ancianas enlutadas que interceden por un hijo enfermo, alcaldes que necesitan una m¨¢quina excavadora, una comisi¨®n de fiestas que quiere dinero para la banda de m¨²sica... Cuentan que de vez en cuando acude alg¨²n vecino de Nogueira de Ramu¨ªn, su pueblo, a fin de que su antiguo alcalde le ayude con la declaraci¨®n de la renta. Pero, sobre todo, la gente pide trabajo. Con m¨¢s de 600 empleados, la Diputaci¨®n es, tras las cooperativas agr¨ªcolas Coren, la segunda empresa provincial. Y Baltar dice "s¨ª" a todos; tanto, que le llaman Sissi emperatriz.Por el despacho de Baltar, presidente plenipotenciario del PP de Ourense, tambi¨¦n desfilaron los 117 favorecidos por convenios del Instituto Nacional de Empleo (Inem) con varios ayuntamientos. Aunque eran contratos para trabajos menores, de apenas cuatro meses, en la 42 a provincia espa?ola en producci¨®n per c¨¢pita, ningu na oferta es desde?able. Te¨®ricamente, la Diputaci¨®n no ten¨ªa arte ni parte en un asunto del Inem, pero los contratos fueron avalados con la firma de Baltar. ?Qui¨¦n, si no, manda? ?Qui¨¦n nombra a los directores provinciales, adjudica las obras, preside los tribunales de oposiciones y ordena c¨®mo se reparten las vacas rubias que subvenciona su instituci¨®n?
En medio de las denuncias sobre decenas de casos de supuesto enchufismo, algunos periodistas creyeron encontrarse ante una sutil autoparodia al recibir, el pasado mi¨¦rcoles, un env¨ªo de la Diputaci¨®n: una Gu¨ªa para la b¨²squeda de empleo, de la que es coautora, faltar¨ªa m¨¢s, una nuera de Baltar. Durante los debates en el pleno sobre la pol¨ªtica de personal, el portavoz del BNG, Manuel Conde, no pudo resistirse a bromear con el alcalde de Cortegada, Emilio Carpintero (PP): "Pero si hasta el ujier que nos sirve el agua es tu yerno". Eso, por no citar a sus dos hijas, que tambi¨¦n trabajan en la Diputaci¨®n. Conde opina que los populares se niegan a debatir lo de los enchufes para evitarse un situaci¨®n enojosa: "La mitad tendr¨ªan que abandonar la sesi¨®n por ser parte interesada".
Como la generosidad bien entendida empieza por uno mismo, Baltar ha asegurado el futuro de sus hijos. A Jos¨¦ Manuel lo coloc¨® como delegado de la Consejer¨ªa de Agricultura de la Xunta y presidente del club de baloncesto Xacobeo, que en 1997 recibi¨® 45 millones de pesetas de ayuda de la Diputaci¨®n, y Jos¨¦ Luis est¨¢ empleado en Caixa Ourense, controlada por su organismo. Sus esposas tambi¨¦n trabajan para la Diputaci¨®n: una es gerente del Teatro Principal y otra est¨¢ en el Instituto de Desarrollo, el que ha editado, sin duda con conocimiento de causa, la gu¨ªa para los parados, a los que desea "mucha suerte" en su empe?o.
El antecesor de Baltar, Victorino N¨²?ez, luego presidente del Parlamento gallego, ya vio su nombre en pintadas: "Victorino, ladino, col¨®came al sobrino". Baltar, de 57 a?os, maestro de profesi¨®n, era entonces alcalde de Nogueira (2.800 habitantes) y ten¨ªa la confianza de N¨²?ez. La maquinaria de la Diputaci¨®n y su car¨¢cter campechano y rioblote, que ha seducido incluso a muchos adversarios, le permitieron volar por libre hasta hacerse el amo de la finca. Sus paisanos no tienen queja: m¨¢s de 20 encontraron trabajo en la Diputaci¨®n. Pero ninguno tan afortunado como el constructor y concejal Jos¨¦ Antonio Pacios Ramos (PP), antiguo, socio suyo, a quien Baltar le adjudic¨® entre 1991 y 1995, sin concurso p¨²blico, obras por m¨¢s de 500 millones. "La empresa estaba muy mal y hab¨ªa que ayudarla", explic¨®.
La generosidad de la Diputaci¨®n extiende su manto sobre toda la provincia, en especial en los a?os electorales, cuando la plantilla de contratados "se estira y encoge a voluntad, como los chicles", ironiza el socialista Manuel V¨¢zquez. Baltar ni se inmut¨® por el demoledor informe del tribunal de cuentas, que en 1993 advirti¨® sobre un c¨²mulo de desatinos en su pol¨ªtica de personal: ausencia de convocatorias p¨²blicas, empleados sin la titulaci¨®n requerida.... La oposici¨®n, que lleva a?os desga?it¨¢ndose, ya ha compilado casi un centenar de casos de cargos del PP o familiares que trabajan para organismos controlados por Baltar: desde los dos hijos del alcalde de Esgos a los tres del secretario de la Diputaci¨®n o los dos del tesorero.
El reparto de empleos es adem¨¢s un instrumento valioso contra los partidos rivales. Baltar ha logrado la conversi¨®n al PP de varios alcaldes del PSOE, premiados con un puesto para alg¨²n familiar o para ellos mismos. Es el caso de Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez Ferreiro, de Os Blancos, que hab¨ªa encabezado, "de independiente, como Garz¨®n", la lista del PSOE y ahora est¨¢ tan agradecido a Baltar que le ha levantado un busto en la plaza del pueblo. Su fidelidad no conoce l¨ªmites: "Mi ¨²nico partido se llama Jos¨¦ Luis Baltar Pumar. Si uno de los dos tuvie ra que ir para el otro mundo, pedir¨ªa a Dios y a nuestra patrona, la Virgen de los Dolores, que fuese yo. ?Qu¨¦ iba a ser de la provincia sin ¨¦l?". Baltar, razona, "hace favores a todos, incluso a gente del PSOE o del BNG, si se lo piden. Pero hay much¨ªsimos m¨¢s del PP. Por eso es l¨®gico que aparezcan m¨¢s entre los contratados".
La aportaci¨®n gallega al viejo sainete nacional del enchufismo est¨¢ repleta de chuscos episodios. En los primeros a?os de la autonom¨ªa hubo desde oposiciones en las que se estiraban las plazas a medida de los aprobados hasta unas pruebas en las que la mitad de los admitidos eran del pueblo del director general de turno. Manuel Fraga se ufana de haber lo grado en ocho a?os que la pol¨ªtica de personal de la Xunta figure en "p¨¢ginas de oro" y con alabanzas incluso de algunos sindicatos. De la Administraci¨®n Local nadie se atreve a decir lo mismo.
El Baltar de Lugo se llama Francisco Cacharro, tiene 61 a?os y es tambi¨¦n senador, presidente de la Diputaci¨®n y aliado del secretario regional del PP, Xos¨¦ Cui?a, en la pugna para impedir que la direcci¨®n nacional imponga al sucesor de Fraga. Hijo de un maestro republicano represaliado, sali¨® de derechas, astuto y tenaz: conoce palmo a palmo la provincia y saluda por su nombre a miles de ciudadanos. Tan grande es su celo por que nadie le haga sombra que en los plenos se da la palabra a s¨ª mismo para intervenir en nombre del PP. El PSOE le ha destapado al menos medio centenar de recomendados en diversas instituciones. El para¨ªso se llama Xove (3.500 habitantes): el alcalde tiene un hijo en la Diputaci¨®n de Pontevedra y una nuera en la de Lugo, adem¨¢s de otro hijo en Hacienda; por a?adidura, en el Ayuntamiento trabajan el cu?ado de un concejal, cuatro hijos y dos sobrinos de an tiguos ediles del PP, la esposa de un candidato en las ¨²ltimas elec ciones y el yerno de otro.
Desde 1968 no ha conocido Ponteareas otro alcalde que Jos¨¦ Castro, un militante del PP que no reniega de sus convicciones falan gistas. Inhabilitado ya por el Tri bunal Supremo, la Audiencia de Pontevedra le acaba de abrir dili gencias tras verificar que contrat¨® salt¨¢ndose la ley a 60 trabajado res, la mayor¨ªa familiares de con cejales o militantes populares. "Tengo a 400 personas pidi¨¦ndo me empleo y contrato a quien me da la gana", dijo. Su sue?o es ce der la alcald¨ªa a un hijo.
Esa fiebre din¨¢stica ha conta giado a otros dirigentes del PP, como Baltar -al principio, prefe r¨ªa que su chaval no entrara en la pol¨ªtica "porque con un cantante en la familia ya basta"- y Cacha rro, quien coloc¨® como jefe de ga binete de la subdelegaci¨®n del Go bierno en Lugo al mayor de sus tres hijos, el que ahora encabeza las notas de unas oposiciones en Ourense. En la televisi¨®n auton¨® mica, Francisco Puy, catedr¨¢tico de derecho y cu?ado de Fraga, ha cedido su puesto en el consejo de administraci¨®n a Pedro, uno de sus hijos; otras dos hijas trabajan ya en la cadena y su madre, Rosa rio Fraga, lo hace en la Xunta.
El PP ni se ha molestado en replicar a las interminables listas que publican los peri¨®dicos porque, en realidad, no contienen nada des conocido para vecinos y adversa rios pol¨ªticos. Ni nada, tampoco, que no pregonasen los propios po pulares de modo m¨¢s o menos su til."Como la charanga con la que Baltar y sus amigos endulzaban los m¨ªtines de la ¨²ltima campa?a auton¨®mica. Hasta Francisco ?lvarez Cascos y su esposa echaron sus risas al o¨ªrles cantar: "Y si no eres del pep¨¦, j¨®dete; y si no eres del pep¨¦, te vuelves a joder". Un ex alcalde del PSOE esta tan agradecido a Baltar que le ha levantado un busto en la plaza del pueblo
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